Hace 16 años en el calor del internacionalismo proletario y nuestros hermanos de clase, venidos desde diferentes puntos geográficos del país, desarrollamos los trabajos propios del I Congreso. Allí se expusieron las propuestas teóricas y prácticas que sustentada en la tradición legada por los marxistas leninistas, echarían las bases para levantar el edificio partidario cuya labor se perfilaba ardua, y muy compleja en los diferentes escenarios de la lucha de clases, particularmente el ideológico, donde las teorías reformistas y revisionistas ondeaban sus banderas con mucha fuerza, partiendo de una realidad concreta en la cual se presentaban con “rostros nuevos” los teóricos que pretendían sustituir las propuestas y andamiaje teórico-práctico contenido por el socialismo científico, sustentado con el sacrificio enorme que ha ofrendado el proletariado a través de años de lucha contra la explotación capitalista.
Los escenarios económicos, políticos y sociales a nivel nacional e internacional fueron sacudidos a los pocos meses de nacimiento de nuestra organización, recordemos el 2008 cómo instituciones que significaban mucho para el capital financiero, se cayeron como castillos de naipes manifestándose así partes de los efectos de lo que llegaría a ser una de las mayores crisis del capitalismo en su historia.
Este evento puso de manifiesto una vez más la vigencia de los planteamientos realizado por las organizaciones y partidos marxistas leninistas quienes sustentados en el legado de lucha política-ideológica legada por Marx, Engels, Lenin y Stalin han desarrollado una tarea de constante organización del proletariado y las fuerzas populares, la razón de sus planteamientos era probada y ratificada una vez más en el terreno de la realidad concreta y muy a pesar de que a través de una feroz ofensiva económica, política y militar por los momentos la burguesía internacional había logrado infligir duros golpes al movimiento revolucionario mundial, manifestado esto entre otras cosas con el derrumbe del muro de Berlín y de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), este, había logrado reponerse y avanzar, aunque lentamente en la recuperación de espacios en el seno de los explotados y oprimidos.
En el escenario nacional, el gobierno de Chávez había logrado concretar durante sus primeros periodos de gobierno una base social en cuyas conciencia se había superado en buena medida posiciones hostiles hacia el socialismo y el comunismo, y en programas de formación del gobierno se promovió la formación política, que aunque sustentada en posiciones filosóficas expuestas por el reformismo y el revisionismo no impidieron que las ideas del socialismo científico fuera posicionándose en la conciencia colectiva de las masas. Esto sin duda constituyo un momento de crecimiento y expansión de nuestra política a través de las diversas correas de trasmisión diseñadas por nuestro partido para llegar a las masas.
En ese escenario, los planteamientos del marxismo leninismo encontraron un espacio importante para dar la pelea en el marco de la lucha ideológica contra el reformismo y el revisionismo que en persona de sus agentes han pujado siempre por desplazar las herramientas de lucha que sirven a los trabajadores y los pueblos para sustentar sus luchas contra el capitalismo de los diferentes espacios de contacto con los trabajadores y los sectores populares.
Pero también nuestro partido ha tenido una prueba de fuego ante las consecuencias económicas, políticas e ideológicas que se derivaron de los ataques directos del imperialismo de los EE.UU –UE contra los trabajadores y el pueblo de Venezuela, expresadas en las diversas medidas económicas, políticas y militares llevadas a cabo por sus agentes internacionales y lacayos nacionales. La pauperización económica y social llevó a muchas organizaciones a desaparecer del mapa político; sin embargo, nuestro partido, a pesar de acusar duros y peligrosos golpes, ha logrado sostenerse como parte del referente que tiene el proletariado y los sectores populares, desechando y desenmascarando los atajos que impregnados del oportunismo de izquierda o de derecha han abrazado algunos factores.
Durante la ofensiva de la derecha más reaccionaria en 2014 y 2017 muy particularmente, apoyada financieramente por poderosos agentes internacionales del imperialismo expresadas en las llamadas guarimbas, se libró una línea de acción de ataque y aniquilación de organizaciones y militantes de izquierda que hubo de ser enfrentada y frenada con férrea disciplina y organización, ahí nuestro partido haciendo notables esfuerzos supo anteponerse a situaciones muy adversas para garantizar la acción necesaria en favor de los intereses del proletariado, forjando las políticas que lograran mantener con claridad de objetivos nuestra acción en el terreno teórico-práctico, dando firmes muestras de nuestra solvencia y compromiso con la causa de los explotados y oprimidos.
Estas experiencias nos han dejado grandes lecciones en lo teórico y práctico, nos ha hecho valorar mejor nuestras propias debilidades y fortalezas. En el marco de la crítica y autocrítica se han desarrollado procesos que nos dejan conclusiones que afirman la importancia de la dirección colectiva, del apego de las enseñanzas del marxismo leninismo en aspecto como la democracia proletaria.
Nuestro partido en la actualidad sigue expresando la línea de los marxista leninistas, partiendo del ejemplo legado de nuestra propia experiencia, sustentada en nuestros clásicos Marx, Engels , Lenin y Stalin, quienes en sus obras advierten siempre sobre el peligro del revisionismo y el reformismo, los cuales niegan los elementos centrales de la justa línea de acción proletaria, asumiendo desviaciones de izquierda o de derecha, debilitando además otro elemento central como lo es la independencia de clase.
Los complejos escenarios de la actualidad exige de nuestro partido la mayor templanza, firmeza y disciplina en el marco de acumular las suficientes fuerzas para alcanzar mayores niveles de cualificación que nos permita estar a la altura de las exigencias que impone la realidad actual, para proyectar con mayor audacia nuestro programa en el seno de los sectores populares en general y del proletariado en particular, consciente del papel que este último juega en la construcción de la ruta para alcanzar la liberación nacional y el socialismo.
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