jueves, 7 de febrero de 2013

Evitar a toda costa el pragmatismo y el análisis mecánico de los problemas

Por: Camila Gabaldón.
Acero Revolucionario N° 19.

Una de las peores influencias del arsenal ideológico de la burguesía, que sin atrevernos a exagerar, puede equipararse al individualismo, es el pragmatismo y el análisis mecánico de los problemas partidarios por parte de algunos dirigentes y cuadros medios. Esta conducta evidentemente resulta nociva y puede desembocar en contradicciones innecesarias, rompiendo la camaradería y los principios revolucionarios del Partido. Esto se debe, a que es una influencia burguesa ajena al marxismo leninismo. 

El pragmatismo mecánico, es el divorcio de la práctica y la teoría, es el alejamiento de las categorías del materialismo dialéctico; significa cumplir con ciertas tareas si tener claro el sentido de las mismas, preocuparse por la forma sin importar el contenido; cumplirlas sin analizar los efectos y consecuencias. Creer que todo marcha bien solo porque se ha ordenado y conformado cierto organismo, sin importar las cualidades de quienes lo integran, etc. 

Se nos dirá que esto es común a todos los Partido Comunistas del mundo. Sin embargo, no podemos utilizar dicho argumento como excusa para dejar pasar y no combatir influencias pequeñoburguesas como esta, y lo primero que debemos analizar es cómo nace esta actitud metafísica en el seno de las vanguardias proletarias. 

La causa principal del pragmatismo mecánico, es el escaso nivel teórico y cultual en nuestras filas. La vanguardia política del proletariado, el destacamento de vanguardia de la clase obrera, no puede darse el lujo de no aplicar la dialéctica a los diversos problemas del Partido, aun siendo algunos de estos problemas, en apariencia insignificantes. No hacerlo, deriva tarde o temprano en consecuencias contrarias a nuestros intereses como Partido, las mismas leyes y categorías de la dialéctica así lo demuestran.

Enver Hoxha lo decía claramente: “Sin asimilar bien el marxismo leninismo, las tareas no pueden ser realizadas correctamente”. En efecto, para poder comprender los fenómenos económicos, sociales, científicos, etc., es necesario dominar plenamente el marxismo leninismo, no hacemos nada estudiando y “dominando” la realidad nacional con un método estrecho, practicista o espontáneo. 

Con esto nos referimos a que es necesario educarnos de manera permanente e incansable en el marxismo leninismo y no conformarnos con las cuatro lecturas que hasta ahora hemos estudiado, cayendo en la desidia o en la sensación idealista de que “ahora todo lo entendemos lo demás es sólo profundizar” porque esta actitud es la ranura por donde se cuelan las influencias burguesas en el Partido. La materia es cambiante y por ende, la sociedad evoluciona permanentemente, y si nuestra capacidad teórica y cultural no se profundiza al mismo ritmo, corremos el riesgo de fosilizarnos. 

Hoxha advertía en su momento: “La dirección debe elevar su preparación ideológica (…) porque de lo contrario, esta dirección no podrá serlo verdaderamente, las medidas que se tomen serán mediocres y nos invadirá el practicismo”. 

Debemos ampliar nuestros conocimientos teóricos, científicos y filosóficos. Necesitamos forjar una sólida cultura general en nuestros cuadros, para de esta manera, comprender mejor nuestro papel y entender nuestra misión histórica como clase obrera al frente de la sociedad.

lunes, 4 de febrero de 2013

La revolución y las ideas de la juventud

Por: Pedro Meléndez.
Acero Revolucionario N° 19.

A lo largo de la historia, la juventud ha sido firme luchadora y protagonista de los cambios sociales en el mundo. Solo remitiéndonos a algunos ejemplos, podemos nombrar a las heroicas juventudes obreras que entregaron sus vidas en las barricadas de Petrogrado en Rusia, en Kiev en Ucrania o en Minsk en Bielorrusia durante la Revolución de Octubre de 1917; también en la Comuna de París, en la Gran Guerra Patria, en Vietnam, Cuba o Corea del Norte. En Venezuela, la juventud también ha escrito páginas doradas en la historia, como los estudiantes de Caracas, quienes siguiendo a José Félix Rivas frenaron en seco a los temibles ejércitos de Boves. 

Ese potencial lo conocen muy bien la burguesía y el imperialismo, que en más de una ocasión, se han visto arrinconados por las grandes luchas de la juventud. Por eso, la burguesía se empeña febrilmente en alejar a los jóvenes de la política. 

Con diversos medios, ha penetrado en buena parte de la juventud, la llamada “desideologización”, teoría que nació en 1955 en el llamado “congreso por la libertad de la cultura”, que no fue más que un teatro donde se reunieron furibundos anticomunistas para debatir la manera en que se debía alejar a los jóvenes de la ciencia marxista leninista.

De ahí en adelante, se han implementado muchos métodos semiológicos y propagandísticos que afectan la conciencia común y se mezclan en las opiniones de los jóvenes. A simple vista, esas opiniones parecen lógicas e incluso han calado en parte de la izquierda. Es común ver a jóvenes afines al gobierno de Venezuela afirmar que: “lo de ellos es un socialismo libre, sin ataduras a una ideología que no está adaptada a nuestros tiempos”, haciendo referencia al marxismo leninismo. De los jóvenes de derecha, alienados por el consumismo y la indigencia cultural no vale la pena hablar, pues esta tendencia “desideologizadora” actúa y piensa por ellos.

Pero el desarrollo social por medio de leyes científicas es inapelable, por más que los imperialistas y sus ideólogos se han empeñado en propagar su “desideologización”, no pueden detener las contradicciones y la lucha de clases que se profundiza en todo el planeta, como afirma José Sotomayor Pérez: “Es un hecho inobjetable que, mientras exista la sociedad de clases será inevitable la lucha de clases y por consiguiente la lucha ideológica”. 

Bajo esta verdad incuestionable, miles y miles de jóvenes en todo el mundo, empujados por las penurias, el desempleo y la crisis, salen a las calles y se organizan para combatir al capitalismo. Las ideas marxistas leninistas vuelan como pólvora en un ambiente agitado por las injusticias y por la explotación, por la cada vez más acentuada riqueza de unos pocos y la pobreza de la abrumadora mayoría. La juventud obrera es la más combativa y sus ideas colectivistas están siendo tomadas por estudiantes, mujeres, artistas de izquierdas en todo el mundo. 

Como jóvenes revolucionarios venezolanos, debemos estar a la altura de los choques que se avecinan, prepararnos y organizarnos para combatir del lado del proletariado contra el enemigo de clase.

sábado, 2 de febrero de 2013

Acerca de la actividad parlamentaria de los Marxistas Leninistas

Por: Sonia Díaz.
Acero Revolucionario N° 19

El parlamento, es el órgano del poder legislativo del Estado burgués. En la democracia burguesa este espacio se transforma en escenario donde chocan los intereses del capitalismo y de las capas democráticas de la sociedad. 

Los fundadores del marxismo-leninismo, consideraban que los revolucionarios deberían utilizar las campañas electorales de las instituciones representativas del Estado burgués y la actuacion en las mismas con el objetivo de: 

1) Fortalecer los lazos con la clase obrera. 
2) Contribuir a la educacion política de las masas. 
3) Arrancar a la burguesia ciertas conseciones que son capaces de mejorar parcialmente la situación de los trabajadores. 
4) Al propio tiempo, desnudar enfoques reformistas de la actividad parlamentaria que pudieran estorbar a la obra de educar y organizar al proletariado y de preparar a las masas para la revolución socialista. 

Lenin subrayó que la actividad parlamentaria como forma de lucha legal, es parte de la utilización de las diferentes formas de lucha, surbodinada totalmente a las necesidades del movimiento revolucionario extraparlamentario de masas. Este planteamiento lo podemos encontrar claramente expuesto en su libro “Dos tácticas de la socialdemocracia en la revolución democrática”. 

Los comunistas, vemos en el parlamento, una tribuna para denunciar el programa de los sectores reaccionarios al servicio del capital y para la lucha por las reformas democráticas. Es un espacio, donde confrontamos las tendencias anarquistas que promulgan la abstención del proletariado en los asuntos políticos, ya que según estos, va en contra de sus principios, así como también debemos confrontar las tendencias oportunistas, que quieren dirigir esta actividad por los caminos reformistas y la asumen como única forma de lucha, o como dirigente de las otras formas. Luchamos también por ampliar las posibilidades del pueblo de influir en la politica de gobierno. 

Debemos escoger para la tarea parlamentaria a los militantes con experiencia en el trabajo de masas, a los camaradas que cuenten con un reconocimiento entre el sector obrero, entre los trabajadores y las masas populares, a los militantes con las mejores cualidades para dicho trabajo, que defiendan el programa de la clase obrera en las instituciones electivas, a los militantes políticamente juiciosos, con iniciativa, hombres y mujeres insobornables. 

El partido debe orientar a los miembros del partido en el parlamento, ayudarles a preparar resoluciones sobre uno u otros temas, contribuir a la tramitación de los proyectos de leyes progresistas, organizar acciones extraparlamentarias de masas, a través de una organización para el trabajo entre estas. 

El partido debe exigir a sus diputados en el parlamento burgués, como requisito fundamental el continuo contacto con las masas, el estudio y de defensa de sus necesidades, el desarrollo de la iniciativa y actividad con ellas. 

Los proyectos de ley que promueven los diputados marxistas-leninistas, se deben discutir en las fábricas, empresas, comunidades, campos y diferentes espacios con la clase obrera y el pueblo en general. Durante nuestra campaña electoral, es importante la utilización de los diversos métodos y forma de comunicación, televisión, prensa, radio, etc. La propaganda hacia las masas cobra una gran importancia en la difusión de nuestro programa, que debe estar basado en la línea política general del partido, señalando el camino para resolver los problemas del país, teniendo en cuenta a los diferentes sectores del pueblo. 

A través de la vía parlamentaria los marxistas-leninistas podemos profundizar las realizaciones democráticas, trabajar por ampliar los derechos del pueblo en general, lo que permitirá allanar el camino que conduce a la revolución socialista.