jueves, 30 de enero de 2014

Editorial Acero Revolucionario N° 25, febrero de 2014

Órgano interno del Comité Central del PCMLV


2014, año de choques decisivos

El año que recién comienza deja entrever un cambio en las condiciones de lucha en Venezuela, cambio que se han venido cultivando desde inicios del año 2013 cuando la burguesía arreció su campaña económica, política e ideológica sobre las masas para generar desesperanza y alejamiento en relación al proyecto bolivariano. 

Esta agudización de las contradicciones implica una modificación de las formas de lucha, lo que expresa un nuevo período dentro de la etapa democrático burguesa, originado por los efectos de la crisis del capitalismo en la economía venezolana, la enfermedad y fallecimiento de Chávez y por la necesidad de crear sobre la marcha un nuevo liderazgo, tarea que recayó en Nicolás Maduro, quien ha tenido que sortear inmensos escollos, usados por el imperialismo para golpear el proceso bolivariano, con la intención de debilitarlo y destruirlo. 

Este período seguramente tendrá en 2014 momentos de gran auge de masas y choques abiertos por 2 razones fundamentales: 1- porque no habrán elecciones, lo que hará que la agudización de la confrontación política se exprese, ya no en el terreno electoral, si no en la lucha económica y de masas con confrontaciones de calle, 2- porque se profundiza el ataque económico por medio de acaparamiento, escasez y especulación para generar penurias para el pueblo. 

Es evidente que el gobierno maniobra en esta realidad en la cual quiere mantener un equilibrio entre las demandas de la burguesía y del pueblo, esto se debatirá en 3 grandes escenarios: 1.- la conciliación con la burguesía para avanzar por el reformismo más descarado con la idea de frenar la ofensiva económica, 2.- el equilibrio inestable basado en ceder en una áreas y cerrar en otras para no radicalizar la situación, 3.-la ofensiva revolucionaria popular, guiada por sectores izquierdistas del gobierno, o lanzada por las masas ante las penurias económicas. 

Debemos entender que la derecha va a arreciar en su ofensiva, lo que puede crear grandes niveles de desabastecimiento, especulación e incertidumbre entre las masas, la receta del año pasado fue acaparar los productos, generar escasez ficticia, por baja oferta, estimular las compras nerviosas y elevar los precios de forma especulativa, a pesar de las dudas el gobierno respondió con medidas acertadas y enérgicas que pusieron en la calle las mercancías acaparadas, a precios accesibles y con gran apoyo popular. 

Claros en los efectos positivos de esa política gubernamental, firme y justa, que elevó el respaldo popular del gobierno, los burgueses ahora recurren a boicotear la producción, han dado vacaciones colectivas, han disminuido las importaciones y se prepararan para momentos de escasez planificada, ahora más complicada, ya que será sin stocks y culpando al gobierno por no haber facilitado los trámites para acceder a los dólares, que fraudulentamente han venido usando. 

Las medidas de intervenir empresas pueden encontrarse con galpones vacíos, sin producción y sin materias primas, ni insumos, con una corporación de comercio exterior en ciernes, con una política cambiaria recién inaugurada, que en la realidad ha devaluado aún más el Bolívar, con unos medios más agresivos, con trabajadores molestos por los cierres empresariales y un pueblo exigiendo solución a su problemática económica el escenario puede ser de gran complejidad, estaremos en presencia de un ambiente caldeado donde la clase obrera y el pueblo debemos estar preparados para participar y dirigir las acciones contra el enemigo de clase, contra la burguesía y el imperialismo, haciendo a un lado las posiciones conciliadoras y reformistas que llevan al pueblo hacia la derrota, capitulando ante el poder económico de la burguesía, poder que le debe ser arrebatado, para poner todas las capacidades productivas de sus oligopolios privados al servicio del pueblo, para satisfacer sus necesidades. 

En esta compleja coyuntura se requiere organización, movilización y energía revolucionaria para frenar la ofensiva burguesa, derrotarla en la calle, dejar a un lado el reformismo y avanzar sin vacilaciones, con mano de acero, hacia la dictadura del proletariado, período de sometimiento de los conspiradores y de concentración de todas las capacidades para lograr el abastecimiento en todas las áreas de la producción sin el freno del egoísmo privado de la burguesía. 

¡EL SOCIALISMO SÓLO SE CONSTRUYE CON LA ALIANZA OBRERO CAMPESINA EN EL PODER Y EL PUEBLO EN ARMAS!