Por Jesús Guzmán, para Acero Revolucionario.
En nuestro país cada vez se hace más urgente la discusión científica sobre el socialismo y la organización política y orgánica de los revolucionarios, la unidad de los sectores de izquierda y el papel determinante que en ella juega la clase obrera y el campesino pobre. Cada día que pasa, es más evidente el carácter violento del imperialismo mundial contra los pueblos y las naciones que luchan por su liberación nacional, por la democracia, y su autodeterminación. Las embestidas del imperialismo están a la orden del día, violando de forma sistemática sus propios acuerdos y normas burguesas para aplastar la resistencia de los explotados, que luchan y se movilizan en todo el planeta. Dichas agresiones, van contra la simple organización sindical hasta la más fuerte organización política, social, popular y revolucionaria, estudiantil, campesinas, de jóvenes, educadores, mujeres e indígenas, contra todos los dirigentes progresistas, revolucionarios, democráticos que tienen posiciones de enfrentamientos a las directrices de la burguesía.