Por Jesús Guzmán, para Acero Revolucionario.
En nuestro país cada vez se hace más urgente la discusión científica sobre el socialismo y la organización política y orgánica de los revolucionarios, la unidad de los sectores de izquierda y el papel determinante que en ella juega la clase obrera y el campesino pobre. Cada día que pasa, es más evidente el carácter violento del imperialismo mundial contra los pueblos y las naciones que luchan por su liberación nacional, por la democracia, y su autodeterminación. Las embestidas del imperialismo están a la orden del día, violando de forma sistemática sus propios acuerdos y normas burguesas para aplastar la resistencia de los explotados, que luchan y se movilizan en todo el planeta. Dichas agresiones, van contra la simple organización sindical hasta la más fuerte organización política, social, popular y revolucionaria, estudiantil, campesinas, de jóvenes, educadores, mujeres e indígenas, contra todos los dirigentes progresistas, revolucionarios, democráticos que tienen posiciones de enfrentamientos a las directrices de la burguesía.
El choque es inevitable, ya las primeras conquistas proletarias colisionan en un mortal combate contra el capital, no debemos esperar menos del capitalismo, sistema asesino, que en épocas de paz mata a millones de seres de forma enmascarada en su legalidad y en épocas de crisis se vuelve más descarado actuando sínica y abiertamente. Es hora de que los sectores revolucionarios, intelectuales y populares leales y consecuentes con la verdadera revolución social, con el desarrollo y el progreso, anulemos a los reaccionarios internos que sirven de apoyo a la burguesía y a los imperialistas, este choque entre los asesinos fascistas defensores del estado burgués y los múltiples explotados por el sistema capitalista, más que inevitable, es necesario y para ello debemos prepararnos, en lo organizativo, ideológico, en lo político y militar, solo con organización anularemos los sucesivos actos de sabotaje, terrorismo y sicariatos impulsados por sectores fascistas para la desestabilización, la desmovilización popular y el terror.
La agresividad de los estados burgueses, la criminal forma de actuar que históricamente nos tiene acostumbrados el imperialismo, nos dice claramente, que no debemos vacilar en la aplicación de medidas revolucionarias para salvar la esperanza de pueblo trabajador en la construcción socialista. Esta más que demostrado que solo los obreros en alianza con los campesinos y demás sectores progresistas podremos poner en marcha un programa revolucionario, democrático, socialista que derrote y someta por la fuerza a los reaccionarios, que pretenden ganar espacio gracias a la conciliación y la vacilación. Los múltiples asesinatos cometidos por los patrones y terratenientes a lo largo y ancho del país, donde han caídos humildes y honorables campesinos, obreros y luchadores sociales no pueden seguir impune, muchas veces dicha impunidad es apoyados por seudos-dirigentes contrarrevolucionarios apuntalados de alguna manera por altos funcionarios de gobierno, que se hacen de la vista gorda, ante los asesinatos de humildes trabajadores por parte de grandes y poderosos monopolios industriales, de los cuales son beneficiarios directo, hechos como estos, solo debilitan el avance y frenan el proceso de destrucción de este sistema asesino e inmoral, y esto debemos denunciarlo sin ningún temor, sin ceder al chantaje y amenazas.
La lucha de clases, en el mundo está declarada, el capital aprieta su ofensiva, los explotados visualizamos la estrategia socialista y afinamos la táctica política para enfrentar las contraofensivas burguesas, e imperialista, la unidad de acción, la movilización y la lucha teórica se convierten en escuela para las futuras luchas práctica entre el proletariado y la burguesía. Lo importante es que las contradicciones de clase, nos permitan avanzar a nuevos y superiores estadios, en el proceso revolucionario.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario