La economía mundial se dirige de
manera acelerada a una nueva crisis ya que las recetas aplicadas por el bloque
imperialista EEUU- UE para tratar de evitar el avance del bloque china – Rusia
han acelerado el ciclo económico, amenazado con pasar por sus fases tan
rápidamente que en pocos meses parece que tendremos una nueva crisis económica
mundial, ratificando que el tiempo entre una crisis y otra se acorta.
Haber llevado la OTAN a la zona
roja de Rusia y provocar a china en Taiwán perseguir enredar a esas potencias
en conflictos en sus fronteras y “fijarlas” en esa áreas de influencias para
frenar su expansión en otras zonas, buscando evitar sigan ampliando influencia
en un nuevo reparto del mundo, con estas maniobras el bloque imperialista EEUU-
EU tratar de distraer a sus oponentes y quedar libre para actuar libre en el
resto del orbe entregando armas y soportes técnico a sus socios, pero sin
exponer sus soldados, lo que implica un nuevo modo de intervención, diferente
al aplicado en otros países, como Irak o Afganistán.
Tal jugada va provocando
problemas muy graves a la economía mundial, que está amenazada con pasar en el
próximo invierno, de una recesión a la depresión económica, con conflictos
sociales, ya que no les será fácil seguir conteniendo a una población que pierde
derecho aceleradamente y que deberá salir a las calles a protestar contra tan
nefastas políticas.
Es evidente que los dirigentes del bloque imperialistas EEUU-UE quieren librarse de los nexos del gas y petróleo ruso, pero al no conseguir un sustituto barato en el corto plazo, estarán provocando una situación muy delicada para su propia economía, en especial en Europa, con impactos en la economía global, generando una efecto boomerang en su propia población.