lunes, 29 de abril de 2013

A proposito de la situación en Venezuela


Comunicado de la CIPOML en apoyo a la lucha del pueblo de Venezuela contra las amenazas de una nueva injerencia imperialista.

En un proceso electoral muy reñido los trabajadores y el pueblo de Venezuela eligieron democráticamente a Nicolás Maduro como Presidente de la República. El imperialismo norteamericano y sus aliados europeos tutelaron una candidatura representante de la oligarquía y de sus intereses y sufrieron una derrota en las urnas. Ahora, aludiendo al pequeño margen de ventaja, pretenden desconocer violentamente la voluntad popular creando disturbios y perpetuando actos de provocación que amenazan con desatar la violencia reaccionaria. Entendemos que el pueblo de Venezuela está defendiendo sus conquistas sociales, la soberanía y el derecho a escoger su propio camino.

Los partidos integrantes de la CIPOML nos pronunciamos en respaldo a la clase obrera, a los campesinos, a los intelectuales consecuentes, a los revolucionarios, al pueblo de Venezuela y, a nuestro partido hermano, PCMLV que luchan por la construcción de una sociedad de justicia, bajo las premisas del socialismo científico, y en estos momentos de gran tensión rechazan valerosamente la amenaza de una nueva agresión imperialista.

Ya durante el año 2002 la acción conspirativa de Estados Unidos; España y otras expresiones mundiales y regionales del imperialismo urdieron un plan para acabar con el gobierno de Chávez, logrando un triunfo momentáneo, que fue desmontado por la enérgica acción del pueblo revolucionario movilizado en las calles y la posición de sectores patriotas de las Fuerzas Armadas que lograron neutralizar la agresión burguesa.

Somos firmes partidarios de la libre determinación de los pueblos, del derecho a darse el gobierno que consideren, sin la intervención de los países imperialistas. Estamos claros que en la actual fase de desarrollo del capitalismo, los países imperialistas luchan por un nuevo reparto del mundo y arremeten contra las naciones dependientes, especialmente contra los poseedores de riquezas naturales. Sabemos que esto sólo se puede detener con la organización popular, con la unidad de los patriotas y revolucionarios, con la lucha consecuente que apunte a la conquista del poder por parte de la clase obrera.

Desde la CIPOML llamamos a los patriotas, a los revolucionarios, a los internacionalistas a respaldar la profundización del proceso revolucionario venezolano, impulsando una campaña internacional de solidaridad con el pueblo de Venezuela y en rechazo a las amenazas de intervención que el imperialismo está gestando.

No a la injerencia imperialista, con el apoyo de los revolucionarios del mundo Venezuela no será otra Libia, ni otra Siria.

COMITÉ DE COORDINACION DE LA CONFERENCIA INTERNACIONAL DE PARTIDOS Y ORGANIZACIONES MARXISTA LENINISTAS

Consolidemos la cultura socialista frente a la corrompida cultura burguesa


La cultura burguesa representó un avance formidable a las formas de conciencia social cuando la burguesía aun era una clase en ascenso, cuando las relaciones de producción capitalistas se encontraban relativamente niveladas al desarrollo de las fuerzas productivas. Fue de esta manera, como surgieron importantes logros como la ilustración, representada por las obras de los filósofos materialistas de Francia en el siglo XVIII y la filosofía clásica alemana del siglo XIX.

Sin embargo, en el siglo XX, con el dominio mundial de los monopolios, se inaugura la era del imperialismo. Las fuerzas productivas en su continuo desarrollo, fueron dejando atrás a las ya atrasadas relaciones de producción capitalistas. La cultura burguesa entra en una etapa de declive, deterioro y destrucción moral derivada del deterioro de la base económico que la sustenta.

C. Caudwell, refiriéndose a esto nos dice:
"No hay que ser marxista para declarar que la cultura burguesa se halla seriamente enferma. La discordia existe en el arte, la ciencia, la religión, la economía y la ética, y de los escritos de los líderes reconocidos de la cultura contemporánea, desde Einstein a Freud podrían sacarse mil confesiones de aturdimiento y pesimismo."

Caudwell escribió estas líneas en el período intermedio entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial (1918-1939). Aquí, acusa el estado de ánimo de los cancerberos de la cultura burguesa, estado de ánimo que con el desarrollo de la crisis general del capitalismo, las cada vez más frecuentes crisis cíclicas, ha acelerado este proceso de putrefacción de la moribunda cultura burguesa y que desemboca en nuestros días con tendencias como el Reggaetón, las llamadas "tribus urbanas" y toda clase de movimientos alienantes y vacíos creados por el imperialismo.

Al mismo tiempo, se desarrolla la cultura popular. Las masas en países como Venezuela, han sabido aprovechar las inversiones del gobierno bolivariano en esta materia. Una importante capacidad organizativa en todos los ámbitos, ha permitido que surjan movimientos culturales que van desde medios de comunicación, música, escultura, pequeña producción, hasta las grandes inversiones en publicaciones de obras literarias y políticas en todo el país. Vivimos en un momento excelente para nuestra cultura.

Pero aun existe la burguesía como clase dominante. Este es el gran problema de nuestra sociedad. Las maneras burguesas son el intermediario entre el cultor y el pueblo, los intereses económicos de la clase dominante determinan el tipo, cantidad y forma de la cultura que consumirán las masas. Bajo estas condiciones la cultura popular se encuentra atada de manos y su influencia, por ejemplo en la juventud, es mínima con respecto a la capacidad de la burguesía para imponer sus patrones de gusto y conducta por medio de sofisticadas técnicas de mercado y publicidad de consumo.

La crisis capitalista y la lucha de clases, determinan el auge de la nueva cultura y la muerte de la corrompida cultura burguesa. De la organización de los trabajadores revolucionarios y el triunfo del comunismo depende la libertad del espíritu creador humano en la sociedad socialista, sin las trabas mercantiles que en la actualidad le someten a satisfacer a los monopolios.

Por: Pedro Meléndez

sábado, 20 de abril de 2013

EL PCMLV ANTE LA SITUACION POLITICA DE VENEZUELA

Seguidores de la derecha queman centros de salud

La muerte del comandante Chávez ha precipitado la ofensiva de la derecha en la búsqueda de retomar el control gubernamental, provocando una agudización de las contradicciones políticas y movilizaciones de calle, que marcan un hito para este período post Chávez, dentro de la etapa democrático burguesa del proceso revolucionario venezolano. 

Los posibles desenlaces de este período de auge plantean convulsiones sociales y choques en dos escenarios fundamentales: 

1-El avance de las fuerzas de derecha con la consecuente reversión del proceso, por medio de la violencia directa de tipo fascista, o por la conciliación entre la burguesía tradicional y la burguesía emergente en el poder 2- El avance de las fuerzas revolucionarias, para la destrucción del Estado burgués y hacia el socialismo, para lo cual sólo la movilización popular, la preparación de las más decididas acciones contra las fuerzas de la reacción y la consolidación de mecanismos de poder revolucionario permitirán el éxito. 

En estos momentos, y después de los desmanes ocurridos los días 14, 15 y 16, se develan las intenciones violentas de la derecha, que logró aumentar su auditorio hacia algunas expresiones del pueblo, que votaron por ellos y se involucraron en acciones de protesta dirigidas a deslegitimar a Maduro, argumentando su falta de preparación, condición de obrero y diferencias con Chávez. 

Si en un primer momento la arremetida de la derecha fue decidida, e incluso violenta, desde el día 17 se percibe una disminución en la frecuencia e intensidad de las acciones, posiblemente por alguna orden de sus jefes imperialistas, consecuencia de una negociación al más alto nivel. 

Entendemos que sólo se produjo un repliegue, por la falta de un masivo apoyo político internacional para sus denuncias de fraude, pero queda allí su disposición a arremeter en el momento que se den las condiciones favorables a su plan reaccionario. Aunque en ese primer momento las fuerzas populares se vieron copadas, al ser frenadas por la dirección reformista. Producto de esa feroz arremetida derechista las fuerzas populares han comenzado a movilizarse con disposición de avanzar sobre los elementos más recalcitrantes de la reacción, que son identificados como responsables de las agresiones contra los revolucionarios, a contrapelo de la desmovilización generada por las instituciones del Estado y el partido de gobierno. 

La dirección de nuestro partido considera que se debe mantener y estimular la movilización popular, que aún se puede lograr mayor activación de las masas y trabajar para consolidar instancias organizativas locales, que representen espacios de lucha para enfrentar las arremetidas de la derecha y hacer contrapeso al pacifismo burgués, que llama a poner la otra mejilla y soportar sin responder la ofensiva de los representantes del fascismo criollo. 

Por estas razones asumimos que estamos entrando en un período de auge de masas, con agudización de las contradicciones por descomposición del “proceso”, por la corrupción, burocratismo e ineficiencia, devaluación, pérdida del valor adquisitivo del salario, escasez de alimentos y sabotaje económico, empezando a crearse las condiciones para una nueva situación revolucionaria, que los sectores de derechas y de centro, reaccionarios y socialdemócratas, se proponen frenar, llevando a su máxima expresión la conciliación de clase. 

El PCMLV asume ante estos escenarios la labor de organizar las fuerzas democráticas y populares para impulsar las condiciones que permitan mantener la movilización de masas, potenciar el empuje de la clase obrera, los campesinos y el pueblo, que expresan críticas a la pasividad de los sectores en el gobierno quienes sólo están atentos a sus intereses particulares y se han olvidado de quienes además de ser explotados están amenazados por el terror de la delincuencia y la violencia política de la oposición. 

Estamos seguros que la derecha seguirá en lo inmediato con su plan, estará activa en la calle propiciando y exaltando el descontento, boicoteando los servicios públicos y saboteando la gestión de gobierno, por eso es necesario profundizar la organización y movilización de los sectores revolucionarios para defender las conquistas democráticas logradas y aprovechar el auge de masas más la desilusión del pueblo con la dirigencia reformista para ampliar la participación y acción revolucionaria para llevar lo más lejos posible los reclamos democráticos y la preparación de la revolución socialista, que lleve al poder del proletariado y los campesinos, con su mano dura, su programa y su organización, capaz de someter a la burguesía para quitarse de encima de una vez por todas la acción conspiradora de la burguesía y el imperialismo. 

Agradecemos a todos los partidos y personalidades revolucionarias del mundo su preocupación y solidaridad, su disposición a organizar la ayuda contra el intervencionismo imperialista, la campaña de solidaridad con el pueblo venezolano nos alienta a luchar en esta y cualquier otra situación en la que se plantee la lucha de clases del proletariado venezolano contra la burguesía nativa y el imperialismo. 

¡EL SOCIALISMO SOLO SE CONSTRUYE CON LA ALIANZA OBRERO CAMPESINO EN EL PODER Y EL PUEBLO EN ARMAS!

Caracas, 20 de abril de 2013.

martes, 2 de abril de 2013

Aglutinarse en las estructuras partidistas

Enver Hoxha, ejemplo fiel de como debe ser el temple de un militante comunista

Por: Jesús Guzmán
Extraído de Acero Revolulcionario N° 20

La organización de los comunista, su estado mayor requiere sistemáticamente ir superando debilidades en sus estructuras y cuadros dirigentes. Las tareas de destrucción de Estado burgués sugieren la suma de voluntades de cientos de hombres y mujeres, que consientes y atinados en el compromiso revolucionario, trabajan horas extras para la construcción, el crecimiento y el desarrollo del partido en pro de la liberación de la humanidad. Esta tarea nos sugiere un estudio sistemático y disciplinado de las ciencias políticas, sociales y económicas, que nos permitan elevar la agudeza teórica, aferrándonos a los principios revolucionarios, al nivel más alto de la creación humana: el marxismo leninismo.

Si logramos concentrarnos en nuestra labor, (por demás dinámica e intensa) enfrentaremos con mayor efectividad las difíciles y complejas situaciones de la lucha política. Las mismas que con el desarrollo de las ciencias militares y la tecnología de la informática en manos del imperialismo, les permiten hacer más y mejor seguimiento de inteligencia y espionaje a las organizaciones revolucionarias de mundo. Hoy el enemigo de clase nos plantea nuevos retos, retos que solo bajo las alas de la organización férreamente leninista y la supremacía del partido serán superadas.

Este proceso de temple, de exigencia al máximo a cada uno de los militantes del partido, hace posible que la organización se desarrolle en la acumulación cuantitativa y cualitativa de la política y de sus cuadros, cada hombre, cada mujer militante que con mejores condiciones nos garantizarán el ascenso en cada lucha, que responderán a la táctica y la estrategia de la organización, que siempre van en ascenso permanente hasta la victoria final frente a la barbarie capitalista.

Hemos comprobado que la construcción partidista atraviesa momentos duros, que ponen a prueba la solidez política e ideológica de toda la organización, de sus estructuras y militantes, y no podría ser de otra forma, puesto que la misma está en movimiento, en cambio y en desarrollo dialéctico; en la unidad y lucha, en la acumulación que nos orienta al tránsito de alcanzar lo que queremos ser.

Encarnizada lucha ideológica, necesaria en cada uno de nosotros permanentemente, para no sucumbir pulverizados a causa de la poderosa máquina de mezquindades como el individualismo, la arrogancia, la flojera, el autoritarismo, reflejo de la ideología burgueas, maquinaria que logra aplastar a buenos y duros combatientes, que caen como castillo de arena en ciertas etapas de la lucha revolucionaria. Sucumbiendo ante el entramado ideológico dominante que a diario nos sale al paso, y pone a prueba nuestra entereza como comunistas.