martes, 2 de agosto de 2022

REVOLUCIONARIOS PROFESIONALES

Autor: E. Figueroa
El funcionamiento óptimo de los organismos partidarios es una constante preocupación para los militantes revolucionarios ML que tienen que afrontar diferentes fenómenos que inciden de una manera importante sobre la actividad desplegada por el Partido en el seno de las amplias masas.

En su obra ¿Qué Hacer? Lenin habla sobre la necesidad de que el partido proletario supere los métodos artesanales de lucha. Aquí es preciso recordar lo que menciona Lenin en la caracterización de la organización de los revolucionarios, Lenin afirma: “... La organización de los revolucionarios, debe agrupar, ante todo, a personas cuya profesión sea la actividad revolucionaria”

Esto nos lleva obligatoriamente a unas preguntas ¿Qué es tener por profesión la actividad revolucionaria? ¿Qué significa ser un revolucionario profesional? Debemos respondernos sin muchas vacilaciones que un revolucionario profesional es aquel militante, hombre o mujer, niño, joven o adulto que tiene como primera prioridad en su vida el que hacer revolucionario; no solo de palabra, sino en la práctica diaria, constantemente piensa y actúa conforme a los requerimientos del movimiento revolucionario que impulsa el proletariado. 

Para un revolucionario profesional la tarea revolucionaria está en un primer orden de prioridad, entiende que de las acciones que va a desarrollar en favor de la causa revolucionaria puede depender la vitalidad, la fortaleza particular de su acción en favor de los objetivos que ha dispuesto el Partido alcanzar en un tiempo y espacio determinado. 

Pensar en la revolución permanentemente, ver la forma de aplicar de la manera más efectiva la tarea revolucionaria en las diferentes áreas y diferentes sectores donde se puede desarrollar, identificar el eslabón al cual aferrarse en momentos particulares para desarrollar la acción precisa que exige el momento; tal es la tarea de un revolucionario profesional.

La especialización en el partido comporta la necesidad de atender de manera dedicada cada responsabilidad que el partido nos designe, implica estudiar de manera científica los elementos componentes que encierra cada responsabilidad que nos es asignada, buscando siempre la mayor eficacia y efectividad en la tarea encomendada, con la claridad de que alcanzar los objetivos propuestos por el partido es una contribución necesaria a la causa del proletariado. La especialización nos invita a su vez superar las formas rudimentarias de organización y sustituirlas por la comprensión y abordaje científico de nuestra labor. 

Por ejemplo, un propagandista marxista leninista no solo necesita hacer panfletos, periódicos o revistas donde se exponga nuestra política a las amplias masas y en particular al proletariado; este además debe ser un estudioso de la propaganda, de los elementos integrantes del fenómeno de comunicación, de la relación correcta con las masas. 

Un revolucionario marxista leninista debe tener siempre presente que el estudio de la realidad concreta en donde se va a desarrollar su labor política requiere la correcta aplicación de los métodos científicos legados por el marxismo leninismo, de llegar a las masas; buscando siempre alcanzar una comprensión más extensa no solo de la tarea que nos toca en momento dado, sino también de cómo actúan a su vez, los especialistas del enemigo para embaucar o ganarse a las amplias masas. 

Un dirigente marxista leninista debe ser un estudioso de la realidad económica y política del país en el que desarrollar su acción, el estudio de la actividad productiva, como es el comportamiento de la distribución, del consumo, la población que interviene en la producción, cómo es el comportamiento de las clases sociales, su influencia en las diferentes ramas de la producción, entre otros elementos, son fenómenos necesarios de estudiar y comprender para el propagandista revolucionario. 

Estudiar estos elementos aplicando la herramienta marxista leninista nos permite alcanzar una alta comprensión científica sobre el contexto que nos ha tocado vivir y que queremos trasformar, detectando con precisión militante cuáles son los elementos que deben resaltarse en favor de la causa proletaria.

El trabajo especializado además exige de una comprensión general de la organización a través de la cual desplegamos nuestra tarea revolucionaria y en lo particular, la comprensión de la tarea específica que nos toca desarrollar. 

Ninguna tarea es demasiado pequeña como para hacerla a un lado, toda responsabilidad asignada es una pieza del rompe cabeza orgánico del partido, es un instrumento que debe ser tocado de manera armoniosa según la necesidad de la orquesta, que a su vez está dirigida bajo los preceptos del centralismo democrático lo que hace posible alcanzar los objetivos previstos en favor de seguir avanzando en la lucha por la revolución proletaria. 

Cabe resaltar que un revolucionario profesional tiene siempre muy en cuenta la construcción de espacios para concretar la unidad en acción para la lucha anti fascista y antiimperialista de las fuerzas revolucionarias, es vigilante de la formación política ideológica de las masas. 

El frente popular, donde confluye las organizaciones de obreros, campesinos y comuneros, es para los revolucionarios profesionales un espacio de primer orden; ahí debe conjugarse gran parte de nuestros esfuerzos de construcción revolucionaria en la actualidad, así mismo para garantizar la movilización permanente de las fuerzas populares este instrumento de lucha es de vital importancia.


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