El paso significativo de desplazar a los representantes de los paramilitares, es apenas un paso más en el difícil camino de construcción de una alternativa popular y democrática que pueda aplastar la más criminal oligarquía de la región, la más sumisa a los intereses del gran capital, la más reaccionaria y violenta.
Haber logrado sumar voluntades en la lucha de calle, en el enfrentamiento directo durante las jornadas de años anteriores y poder utilizarlas para la acumulación de fuerzas y no para la división del movimiento, produjo sus resultados positivos también en el terreno electoral, lo que da cuenta del grado de madurez que los diversos componentes del campo democrático y popular han venido logrado acumular en Colombia.
Para los revolucionarios venezolanos y en especial para los marxista-leninistas, es claro que la lucha en Colombia inicia otro período, ahora les toca lidiar con las diversas formas de sabotaje y boicot, con las posiciones socialdemócratas y con los timoratos, en medio de esa complejidad será necesario seguir acumulando fuerza hasta que las condiciones objetivas y subjetivas puedan permitir dar un salto hacia la verdadera revolución en la ruta de la construcción del socialismo.
Cuenten con nuestro respaldo en su lucha, que es la lucha de los obreros y campesinos de Venezuela y del proletariado mundial.
Ahora más que nunca la frontera ha de ser un punto de unión y no una certeza de guerra.
Por otra parte, nuestro partido ha valorado de forma profunda diferentes situaciones en sus congresos y conferencias, a nivel local, nacional e internacional; analizando las contradicciones fundamentales y la correlación de fuerzas, así como el momento político, llegando a varias conclusiones:
1. El imperialismo como fase del capitalismo está en un momento de agudización de pugnas entre las potencias dominantes que se expresan en dos bloques imperialistas.
2. Estos bloques; dirigidos por EEUU - UE uno y por China - Rusia el otro, buscan un nuevo reparto del mundo.
3. Ya están pasando a formas militares abiertas que para nada serán positivas para el proletariado que será quien ponga los muertos y debe acumular fuerza para voltear los fusiles y enfrentar a su enemigo de clase.
4. El fascismo como revancha del capital financiero contra el proletariado tratará de avanzar por medio de la fascistización de la sociedad, eliminando derechos y aumentando la explotación teniendo la represión como política.
5. En condiciones parecidas los teóricos del marxismo leninismo dieron orientaciones claras para identificar al enemigo común y el peligro principal con el objeto de definir la táctica adecuada en el proceso de acumulación de fuerzas.
6. Por esas razones, basados en la teoría y práctica ml, nuestro partido considera la política de apoyo crítico con exigencias la más adecuada para la coyuntura nacional e internacional que se vive en Venezuela y la región.
Ante tales conclusiones, ¿Cuál debe ser la posición de los revolucionarios ante un gobierno democrático burgués que, por su carácter de clase y bajo la dirección de las concepciones pequeño burguesas, se mueve entre las reformas y las contra reformas, entre un discurso radical y uno conciliador, entre un bloque imperialista y otro, entre la burguesía emergente y la tradicional, gobierno heterogéneo, con diversas tendencias y expresiones de clase, opuesto, como la pequeña burguesía a las posibilidades de una verdadera revolución que coloque el poder en manos del pueblo?
Ese tipo de gobierno siempre invoca demagógicamente al pueblo, incluso hasta para aumentar la explotación y la miseria, mientras la burguesía nueva y vieja, se enriquecen a costa del erario público. En ese tipo de proceso surge una casta burocrática que se suma a la burguesía nativa, con el nombre pomposo de "burguesía revolucionaria"; perfecciona los métodos para enriquecerse, mientras las mayorías populares y en definitiva siempre el proletariado paga las consecuencias de la opresión, agresión imperialista, bloqueo, políticas erráticas, debilidad de la clase obrera y de la falta de fuerza de la vanguardia organizada.
Al respecto, el proletariado debe valorar las contradicciones fundamentales de la época, ver cuáles son las más importantes, cuál es el enemigo común y el peligro principal para, a partir de un análisis que conjugue lo internacional, lo nacional y los procesos organizativos internos, mantener una política con claridad de clase sin chalanear con los principios, ni servir a la derecha.
Las reformas son necesarias y muchas veces obligatorias para el avance de los procesos revolucionarios, pero la entrega de derechos, la aplicación de medidas que violan las leyes y el inicio de una nueva etapa de entrega de empresas estatales al capital privado, no pueden llamarse reformas en el sentido marxista, al contrario, son contra reformas, y demuestran la falta de visión estratégica y de clase al pensar que los capitalistas van a ayudar a resolver la situación de los trabajadores, o van a utilizar los ingresos de la venta de activos para solventar problemas de los trabajadores activos o jubilados; al contrario, es por todos sabido que, para generar un aumento de las ganancias, la receta es disminuir el número de trabajadores, aumentar los precios de sus productos y tarifas. Con esto, la tasa de ganancias y en general la explotación.
Ha sido algo común manipular con discursos "revolucionarios" mientras se negocia bajo la mesa, los derechos adquiridos en décadas de lucha, esa es la práctica de la socialdemocracia, y la CTV dio ejemplos de ello por décadas.
La política de venta de acciones de empresas del Estado, deja a un lado elementos tan importantes como la participación de los trabajadores en la gestión de las mismas para vender parte del capital accionario a los burgueses, porque es evidente que no serán trabajadores quienes compren esas acciones.
El camino que se comienza a transitar con la venta de acciones de las empresas estatales, abre las puertas a los procesos de privatización, entendiendo que por ahora, el porcentaje ofertado a los capitalistas no significa un cambio de la cualidad estatal de las empresas, pero como todo proceso tiene un inicio y queda por verse cuál será el final.El pueblo de Venezuela y principalmente la vanguardia organizada debe estar alerta ante ésta situación y mantener los principios; no torcer a cambio de migajas el rumbo planteado desde las primeras luchas revolucionarias, ni dejarse ganar por vanas ilusiones, típicamente socialdemócratas y reformistas de pensar que los capitalistas van a garantizar a la clase obrera unas aceptables condiciones de vida si se portan bien y doblan la espalda ante el capital.
No podemos ser parte de los corifeos del reformismo que plantean que nuestra salvación está en manos del capital, sólo la clase obrera en el poder y el pueblo en armas pueden romper esa ideología de la traición y la entrega de derechos conquistados por medio de la lucha.
¡EL SOCIALISMO SOLO SE CONSTRUYE CON LA ALIANZA OBRERO CAMPESINA EN EL PODER Y EL PUEBLO EN ARMAS!
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