sábado, 2 de octubre de 2021

LA PROPAGANDA REVOLUCIONARIA ES TAREA DE TODOS

Lenin decía: “Lo principal para lograr la Revolución es la agitación y la propaganda en todas las capas del pueblo”.

La propaganda revolucionaria se encarga de despertar la conciencia popular y esta debe ser impulsada principalmente por quienes estamos interesados y responsabilizados en las tareas de organizar a las masas para la revolución, generar y elevar las condiciones subjetiva para el momento decisivo de una situación revolucionaria.

Debemos cumplir con los trabajos específicos en el ámbito de la propaganda. No se trata de resolver solo un problema teórico, sino además practico, donde debemos diseñar permanentemente tácticas de acuerdo a los momentos que se nos van presentando, mantener el impulso de talleres, crear organismos especiales en los territorios, promover la iniciativa a escribir artículos de todo tipo como de opinión, economía, políticos, el movimiento obrero internacional, sobre la profundización de las crisis, experiencias de revoluciones entre otros. 

LA CLASE OBRERA RESISTE Y LUCHA

En medio de bloqueos, crisis, depresión y pandemia el proletariado ha vivido un empeoramiento de las condiciones de vida y pérdida de derechos en todo el mundo. El capital ha aprovechado la situación de la clase obrera para arrancar beneficios conquistados en siglos de lucha.

Esto plantea un gran reto, para el cual la lucha de masas está en el centro de las posibilidades de avance del movimiento revolucionario, aún más hoy, cuando las condiciones están dadas para facilitar a las amplias masas una explicación científica de las causas de nuestras difíciles condiciones de vida, aclarando que es el capitalismo con sus métodos de explotación y opresión, con su presencia internacional como imperialismo el responsable directo de los males que aquejan a la humanidad, y que quienes se entregan a él, o dividen el frente antiimperialista, hacen un flaco servicio al proletariado.

EL TROTSKISMO INTENTA DESTRUIR LA FIGURA DE STALIN

Desde hace ya muchos años los trotskistas y en todas las latitudes, a coro con la reacción mundial, han dedicado grandes esfuerzos y medios a la labor de denigrar, calumniar y ocultar la gran figura revolucionaria del indiscutible dirigente comunista, de talla internacional, que fue José Stalin, así como sus importantes obras teóricas e ideológicas. Pero para la historia moderna, para el proletariado mundial y para toda la humanidad progresista, Stalin ha sido y será siempre el gran continuador y el más fiel y brillante alumno del inmortal Lenin.

Tras la muerte de Lenin, Stalin ha sido el dirigente comunista más atacado y más odiado por la reacción y por todos los renegados del marxismo-leninismo.

Acusando a Stalin de dogmático y de “déspota”, los ideólogos de la reacción han hecho coro en sus ataques contra Stalin con los renegados revisionistas de toda ralea, para así asestar un pérfido golpe a los fundamentos mismos del marxismo-leninismo y de la revolución, ya que toda la vida y obra de Stalin están ligados a un decisivo período de la historia moderna de la humanidad, como es la Revolución de Octubre de 1917 y la construcción del socialismo en el primer país donde el proletariado conquistó el Poder mediante la revolución proletaria, y aplastó el poder capitalista y reaccionario de la burguesía y del imperialismo.