Al mismo tiempo, se va generando una mayor concentración y centralización de capitales que lleva al 1 % de la población más rica a ser billonarios, ahogados en lujos, mientras empobrecen cada día más al resto de la población y en especial al proletariado. Esto lo podemos ver en la reducción del salario real alrededor de todo el mundo, lo que se mide cuando el precio de los alimentos, el gas y la gasolina aumentan, pero los salarios se mantienen estancados o aumentan en mucha menor proporción, lo que implica imposibilidad de acceder a los mismos bienes que hace un tiempo. Eso mismo pasa con diversos niveles en todas partes, aumentando la plusvalía robada por los explotadores.
Como es conocido, el capital no tiene patria, por eso los capitales migran hacia donde pueden obtener una mayor cuota de ganancia, eso ocurre en países dependientes hacia donde los monopolios exportan sus capitales y luego retornan la renta hacia sus casas matrices, pero también ocurre en países imperialistas donde las mayorías también ven rebajado su nivel de vida por inflación, leyes represivas y desempleo generando movilización y protestas, que se inician como lucha económica puramente, pero pueden elevar su nivel hacia la lucha por el poder como única opción para resolver definitivamente los problemas de las mayorías populares.