El mundo vive momentos determinantes, las contradicciones interiimperialistas se están manifestando hoy con particular intensidad y velocidad, lo que hace muy complejo el ejercicio del análisis de los fenómenos de la realidad. La lucha de clases se profundiza en el marco de la crisis general del capitalismo y con ella se multiplican las contradicciones entre la burguesía y el proletariado.
La guerra expresa la lucha de las potencias imperialista por reacomodarse, es la expresión de un proceso de reorganización del capital llevado a cabo a sangre y fuego, los grupos imperialistas expresados en bloques, cuentan con un gran poder económico, político y militar a nivel mundial, esto ha generado repercusiones en todos los sectores de la sociedad, lo que a su vez se convierte en catalizador del resurgimiento de las expresiones más violentas y reaccionarias del imperialismo, por un lado, y por otro, genera movilizaciones de parte de los pueblos en general y del proletariado en particular como expresión de la lucha para defender sus intereses y condiciones de vida.
Ante el desarrollo del escenario de exacerbación de las contradicciones de clase, el partido del proletariado debe tomar muy en cuenta las orientaciones de Lenin, particularmente aquellas que nos orientan estudiar científicamente el comportamiento de los fenómenos económicos y políticos que se desarrollan en el marco del imperialismo, para construir realizar las conclusiones que exige la realidad concreta desde el punto de vista de los intereses del proletariado.
Lenin nos invita a esforzarnos porque las consignas tácticas tengan justeza y sean sostenidas por la fuerza combativa, real, de las masas. Para que esto suceda, es necesario determinar con precisión cuál es el estado de ánimo de las masas, y cuál es la forma de atenderlas y orientarlas. He aquí un reto gigantesco que se nos presentan en los momentos actuales donde en buena parte la atención de las masas está atraída por las propuestas de los elementos más reaccionarios del capital, y, por otro lado, las confusiones sobre cuál es el enemigo y amenaza principal, genera como consecuencia mayor dispersión a lado de las organizaciones revolucionarias.
Los voceros imperialistas aprovechan el momento para imponer su agenda, abrazan abiertamente la propuesta fascista, restringen libertades y de manera directa hablan de confrontar con gran determinación a sus rivales, expresan sus intenciones de llevar sus acciones hasta las “últimas” consecuencias, cada cual a su manera expresa la “seguridad” de que saldrá bien librado y que su enemigo directo sucumbirá sin remedio alguno. Pero más allá de estas argucias propagandísticas, la realidad va acumulando una serie de consecuencias que amenaza con producir cambios en el marco de un reacomodo imperialista.
Aquí nuevamente debemos recordar las orientaciones de Lenin, en su obra el Imperialismo fase superior del capitalismo advertía al proletariado y los pueblos sobre el fenómeno de la descomposición del imperialismo, del movimiento que sus agentes provocaban en búsqueda de concretar su dominio sobre las diversas esferas de la vida de millones de trabajadores.
Encontrar el carácter de clase de las guerras y sus manifestaciones en la actualidad nos dará a su vez orientación sobre hacia dónde dirigir nuestro mayor esfuerzo en la acción política que vamos a desarrollar.
Las fracciones más reaccionarias del capital van tomando control de la dirección política en espacios y países que, por su lugar en el escenario mundial, hacen que las afecciones de sus acciones logren producir los más violentos movimientos en el escenario económico y político.
Las medidas arancelarias asumidas por las potencias imperialistas son un frente de batalla más de esa disputa a muerte que desarrollan las potencias imperialistas en su lucha por posesionarse lo mejor posible en el marco del reparto del mundo.
Uno de los factores imperialistas en disputa, los EE.UU. en un momento adoptó movimientos de ida y vuelta aplicando máxima presión y chantaje directo para luego proponer alcanzar algunos acuerdos, esto como forma de obligar a negociaciones a sus adversarios e incluso a sus propios socios.
La fracción imperialista cuyos intereses expresa Trump se ha replanteado ejecutar diversas acciones en pujar por modificar convenios y acuerdos abiertamente favorables a sus intereses, para esto se ha apoyado en el arma de la imposición de aranceles, declarando una guerra en el terreno comercial que bien puede decantar en escenarios más violentos.
La imposición de aranceles como táctica de guerra no es algo inédito en el escenario capitalista, como sabemos, en el marco de la llamada gran depresión en 1929, el gobierno de los EE.UU quiso superar los impactos de la crisis con la aplicación de medidas similares, y los resultados fueron negativos para las mayorías explotadas y oprimidas.
Los impactos de la medida de aplicación de aranceles también afectan de una u otra forma a sectores de la economía de los EE.UU, Una muestra de los alcances de esta contradicción en el seno de la propia sociedad estadounidense, es la introducción de demanda impuesta por algunas autoridades de algunos estados de ese país. Las consecuencias de estas medidas arancelarias recaen sobre los trabajadores, los cuales tienen ven aumentos de hasta un 100% en el caso de algunos productos importados.
Ahora bien , también la inestabilidad económica se refleja en el comportamiento de las principales bolsas en el mundo, las cuales llegaron a experimentar impactos negativos por jornadas seguidas, importante advertir que lo que se presenta como un caos en el comportamiento de la economía, también indica el momento donde el capital financiero entra en escena con su comportamiento más voraz, ese 1% de los capitalistas que aprovechan el momento para quebrar a sus propios socios, devorarlos y generar grandes ganancias en el marco de la actividad especulativa.
Los llamados capitales buitres actúan en el marco de los movimientos generados por los llamados capitales basura, caracterizados estos por el alto riesgo alto riesgo y que en momentos de pánico económico muchos de sus poseedores quieren librarse de ellos y pocos o nadie en un intervalo de tiempo manifiesta interés en comprar, lo que conlleva a la caída de su precio a niveles muy bajo y aquí precisamente es aprovechado por los agentes de los llamados capitales “buitres”, quienes compran bonos a muy bajos precios, esperando una subida a través de movimientos especulativos , para entonces vender obteniendo grandes ganancias.
Ahora bien, los trabajadores y los pueblos, ajenos a las trampas triquiñuelas del capital financiero, pero acarreando el peso de todos los efectos negativos que esta va generado por las acciones que se va desarrollando de este lejos de obtener ninguna ganancia, van a experimentar una acelerada pauperización de sus condiciones de vida, sufriendo cada vez más el deterioro de sus condiciones de vida. En el marco de la actual confrontación interiimperialista las rutas comerciales se ven afectadas, y esto abre pasos al fenómeno del reacomodo imperialista asoma su cabeza, anunciando la intensificación de las actividades en los frentes de guerra existentes, a la vez que hacen todos los esfuerzos por abrir otros, Todas estas conmociones provocadas por los círculos imperialistas van a acarrear gran cantidad de problemas en el suministro de alimentos, medicinas, en fin bienes materiales, esto provoca grandes dificultades al el proletariado para poder obtener los bienes materiales, los cuales son colocados por la dinámica fuera del alcance de las mayorías explotadas y oprimidas, afectadas por fenómenos como el desempleo, aumento de precios de los bienes materiales y el fortalecimiento de los mecanismos de represión y control social por parte de los gobiernos capitalistas; todo esto con el propósito de someter cualquier acto de resistencia y lucha de los pueblos.
La llamada guerra comercial en la actualidad, es expresión las contradicciones entre las potencias imperialistas, por un lado, el bloque China Rusia busca generar cambios en la forma del dominio económico más no en su contenido, buscan que el dominio mundial cambie de manos, y por ende se proponen el dominio de las principales fuentes de recursos energéticos y minerales de los países dependientes.
Si nos fijamos bien, Trump y su equipo lo que intentan hacer entre otras cosas con los aranceles, entre otros objetivos es demarcar sus zonas de influencia. Por un lado, impuso bajos aranceles a la mayoría de los países de América Latina y a su vez impuso los más altos aranceles a contrincantes asiáticos como China y Vietnam. Luego da un “paso atrás” anunciando la suspensión de aranceles por 90 días, con la única excepción de China, el cual es el principal objetivo de estas acciones, pues es quien está disputando la hegemonía económica, y al que los EE.UU. necesita frenar en su exponencial ascenso.
Es importante tener en cuenta que en las acciones para el reparto del mundo los imperialistas pueden llegar a acuerdos, y en este sentido los EE. UU. parece interesado en recuperar terreno perdido en América Latina, y la aplicación de aranceles bajos en la región en los primeros anuncios, en comparación a los aplicados en otras partes del mundo parece ser un mensaje de invitación a la región concretar acuerdos con los EE.UU.
Sin embargo, debemos resaltar que los efectos generados por la aplicación de altas tarifas arancelarias, lo que han sido un catalizador de la crisis general del capitalismo, los cuales también se van manifestando en el contexto de económico, político y social del propio EE.UU. Decenas de protestas callejeras en diferentes partes del país, rechazando la política de Trump, son una muestra de que en el seno de los mismos EE. UU. la amenaza de que la crisis pueda expandirse y fortalecerse a su vez es una amenaza, de una guerra civil en el marco de la exacerbación de las contradicciones propias de la época imperialista. También es de resaltar que las contradicciones entre algunas instituciones gubernamentales se han exacerbado, una expresión de esto es el enfrentamiento mediático entre Trump y el actual jefe de la reserva federal, motivado esto por desacuerdos de cómo llevar a cabo la concreción de las políticas anunciadas.
Toda esta situación se va desarrollando con un ascenso importante de las fuerzas políticas identificadas con la ultraderecha y el fascismo en el mundo. Cabe mencionar que en varios escenarios electorales los factores identificados con la ultraderecha y el fascismo han logrado el respaldo de una parte importante de la población, lo que se convierte en una alerta para las fuerzas revolucionarias y democráticas en general.
Reorganizar y fortalecer a las fuerzas revolucionarias es una tarea urgente, aquí los marxistas leninistas tenemos una responsabilidad histórica, en cuanto a determinar en la realidad actual cuál es el enemigo y la amenaza principal, para poder coordinar todas las fuerzas en contra de este. En este sentido el fascismo y sus apologistas son el enemigo y amenaza principal en estos momentos, los triunfos en países de Europa de grupos políticos que resaltan las propuestas de extrema derecha y a figuras históricas del fascismo demuestran que este fenómeno ha logrado nuevamente construirse un espacio importante y en ascenso en la atención y aceptación de las amplias masas.
El fascismo es hábil para engañar a las masas, aprovechando la decepción de estas con la inconsecuencia y el engaño de la social democracia, ante la profundización de la pauperización del proletariado, producto de la crisis general del capitalismo y los efectos particulares de su crisis cíclica, los laboratorios de propaganda imperialista utilizan diversas artimañas para distraer al proletariado, confundirlo.
Entre estas artimañas está la de construir un enemigo culpable de todas las penurias vividas por el proletariado fuera del capitalismo. Es decir, la crisis es por los inmigrantes, por ejemplo, por ellos es el desempleo, la delincuencia, la falta de seguridad social etc. Hoy los inmigrantes concentran la campaña de odio en diferentes países, la xenofobia se ha exacerbado y la razón ha perdido espacio con la exacerbación de las emociones.
La afinación de la estrategia mediática, utilizada como poderoso instrumento para tergiversar verdades y construir otras apegadas a los intereses del capital financiero es una realidad que nos demuestra la gran amenaza que se cierne sobre la humanidad. Los factores fascistas avanzan con determinación, mientras los factores de la social democracia fiel a su tradición, vacila, duda que actitudes tomar en las acciones concretas contra el fenómeno del fascismo y sus exponentes.
Las instituciones de la democracia burguesa hacen aguas, se muestra incapaz de frenar al fascismo, pero al mismo tiempo parece mostrar miedo a las acciones radicales de los pueblos y organizaciones revolucionarias. Ya ejemplos de estas vacilaciones y sus resultados hemos tenido en la historia, es por esto que se hace urgentemente necesario trabajar en el fortalecimiento de un frente anti fascista nacional e internacional, es parte de nuestra tarea hoy.
En América cabe destacar el proceso electoral en Ecuador, la cual estuvo caracterizada por numerosos señalamientos de irregularidades por parte de la organización política alianza país, cuya candidata Luisa González expresó no reconocer los resaltados anunciados por el CNE. Aquí la presidencia de la República fue disputada entre la social democracia encabezada por Luisa, y un representante directo del capital financiero, abiertamente defensor de las posiciones más reaccionarias del capital como es Noboa. Algunas organizaciones ligadas a la ultraderecha de Venezuela mostraron su beneplácito por el triunfo de Noboa resaltando que ha sido un triunfo de la “libertad” sobre el socialismo del siglo 21 en América Latina, María Corina Machado y el partido voluntad popular de Venezuela, abiertamente identificados estos personajes con posiciones fascistas no perdieron la oportunidad para señalar la connotación que tiene este hecho en favor de la derecha internacional.
En el escenario latinoamericano, otro fenómeno a analizar son las posiciones vacilantes de la social democracia particularmente las expresadas por Petro frente al gobierno de Colombia. Los vaivenes de Petro, cuyo comportamiento vacilante lo hace ser inestable en la expresión de la política internacional es una muestra muy clara de esa actitud vacilante de la social democracia que va desgastando sus niveles a medida que las fuerzas contra revolucionarias van ejerciendo más y más presión sobre el gobierno para obligarlo a seguir cediendo posiciones.
América Latina está en el ojo del huracán de la lucha por el reparto del mundo. Los bloques imperialistas mueven de manera constante sus fichas en el tablero político y económico, de una parte, los EE-UU intenta recuperar terreno perdido de la mano de sus socios en la región, aprovecha además las posturas vacilantes de personajes como Petro, Lula, Boric, que van moviéndose en el escenario político con pragmatismo y oportunismo, en ocasiones expresan algunas reivindicaciones identificadas con políticas de izquierda, pero se ocupan con mayor dedicación de generar declaraciones que los aleje de los “radicales” o “cuestionados” por el orden mundial.
Es importante precisar que en la actualidad la fascistización de la sociedad va de la mano con las vacilaciones de sectores de izquierda y progresistas, estos pretenden frenar al fascismo con las herramientas de la democracia burguesa, la cual ha demostrado en diversas ocasiones su ineficacia ante fenómenos como el fascismo.
Vivimos momentos donde orientados por los centros imperialistas la ofensiva de grandes medios de comunicación se ha concentrado en tergiversar la realidad, utilizan sofisticados instrumentos y recursos para la manipulación de las masas. Promueven como política la “la despolitización” de las masas, la trivialidad, el contenido superfluo, vago, desprovisto de conciencia de clase es lo común, tratan de “normalizar” la xenofobia, el genocidio, la explotación, y en contraposición criminalizan la lucha de los pueblos por mejores condiciones de vida, por la liberación nacional y el socialismo.
Con su maquinaria de propaganda los imperialistas ahora promueven como modelos a sus operadores, sus cachorros con sus programas de represión anti popular, caso Bukele, que ahora mismo es la vedette, el “ejemplo” a seguir con sus mega cárceles, campos de concentración de carácter internacional, al fiel estilo de los fascistas, promocionado al mundo como modelo de lucha contra la delincuencia, que ellos mismos han contribuido crear. Los migrantes ahora se convierten en el principal mercado del que extraen los conejillos de indias de este experimento social.
La aplicación de esta táctica ha servido a los sectores de derecha para imponer su táctica. La burguesía promueve y sustenta a través de diversos medios la delincuencia, la concreta como una empresa, las grandes mafias son expresión de esto. Luego desarrolla toda una campaña propagandística señalando este fenómeno como táctica que le sirve para lograr el apoyo de las amplias masas, en el marco de lo electoral esto ha dado buenos resultados a la derecha.
El movimiento revolucionario tiene la tarea de orientar sus acciones tácticas, leyendo de manera adecuada el ánimo de las amplias masas. Construir experiencia concreta, que se convierta en referente, una bandera de lucha, un ejemplo que emular por su impacto en la realidad concreta, es una tarea hoy.
Venezuela
Donald Trump apenas al comenzar la ejecución de su mandato puso en marcha la artillería para librar una ofensiva económica y política contra diversos países, entre ellos Venezuela. La aplicación de aranceles, que en lo concreto es una forma de librar guerra comercial, son parte de esta ofensiva que busca golpear, por una parte, el corazón económico del país, lo que a su vez busca alcanzar otros objetivos como generar una mayor afección entre las masas, en el marco de concretar espacios bases que sirvan de trinchera política y militar para las acciones contra revolucionarias.
Nuevamente, la devaluación acelerada de la moneda, expresado en el aumento constante y sostenido del dólar, en cualquiera de sus expresiones, es el fenómeno sobre el que se sustenta buena parte de la ofensiva económica contra los sectores populares en la actualidad, que, en lo concreto, el capital logra arrancar a los trabajadores parte de sus ingresos, ya disminuido de por sí mediante diversas tácticas y procedimientos. Este fenómeno además es la expresión del movimiento del capital financiero, en el marco de la crisis del capitalismo expresado en la realidad en la realidad nacional. Es un mecanismo donde la burguesía tradicional y la burguesía emergente concretan niveles de complicidad en una situación donde ambos obtienen particulares ganancias, y el proletariado queda aún más pauperizado.
En el marco de estos acontecimientos crece el descontento en el seno de los sectores populares, pero hasta el momento no ha pasado del terreno de la catarsis, de la queja, o bien de movilizaciones pequeñas y medianas que no han logrado aún la suficiente fuerza para imponer una línea de acción política sostenida y capaz de encontrar un respaldo beligerante lo que ha tenido hasta el momento poco impacto en el desarrollo de los fenómenos de la realidad concreta.
La política del gobierno se ha limitado a establecer diversas maniobras, muchas veces en el marco oportunista para tratar de frenar las respuestas de los sectores de derecha y del movimiento popular revolucionario, en el desarrollo de esta dinámica se va reduciendo peligrosamente los espacios para la crítica y autocrítica revolucionaria, la intención de ciertos sectores gubernamentales de generalizar el apoyo incondicional bajo la cubierta de que esa es la acción leal que requieren los actuales momentos ha generado la exacerbación de la lucha política e ideológica, la aplicación de mecanismos organizativos que ha contribuido con el debilitamiento de la participación popular en los territorios, básicamente al concentrarse estos es privilegiar el cumplimiento de objetivos sin importar los medios, en una especie de maquiavelismo que va sirviendo a fortalecer el pragmatismo en la ejecución de las acciones políticas.
La extrema derecha en el país intenta retomar con fuerza una agenda de acciones, aunque han quedado limitados por los momentos a la acción propagandística, tratando de levantar la imagen de una de sus fichas, María Corina Machado. Han vuelto con la ya trillada frase de que ahora si es el momento, poniendo su acento en las consecuencias que esperan de la retirada de las empresas petroleras en el país, de la profundización de acciones coercitivas en lo económico.
Es importante también resaltar que en el marco del movimiento económico que se está generando a nivel mundial el comportamiento a la baja de los precios del petróleo va a ser otro punto de inflexión que va a afectar de manera relevante en la realidad de nuestro país. Es claro que escenarios de comportamiento negativo en lo económico y sus afecciones en el campo político y social establecen la posibilidad de una conflictividad social en ascenso, y que este será un terreno donde se dirimirán las contradicciones de clase en un corto o mediano plazo.
El tema de la pauperización del trabajo es un tema que impacta de manera importante el ánimo de las masas y la disposición de las mismas para la lucha, Entendiendo la concatenación de las formas de luchas, el comportamiento dialéctico en la relación que comportan los tipos de lucha, es necesario siempre tener en cuenta propuestas concretas, en este sentido. Es claro que la política salarial del gobierno es errada, al orientarse por premisas incorrectas, como por ejemplo que el aumento del salario genera inflación. Esta política errada ha sido abrazada por la burguesía y sus organizaciones para profundizar la pauperización de los trabajadores.
El gobierno ha anunciado que la economía ha venido experimentando comportamientos positivos de manera sostenida. Ahora bien, esta recuperación de la actividad económica hubiese sido imposible sin la acción de la clase obrera, pero las principales ganancias y beneficios se lo llevan sectores de la burguesía, que incluso han destacado por mantener una actividad conspirativa, y plegarse a los intereses de los sectores imperialistas que agreden directamente a nuestro pueblo, he ahí una incongruencia que debe ser observada y proponemos la revisión de este mecanismo.
Es claro que esta situación implica un gran obstáculo para la aplicación de una correcta y consecuente política revolucionaria, reto que debemos prestar la mayor atención para encontrar en el análisis de este fenómeno, las conclusiones que orienten a que eslabón o eslabones debemos asirnos en los actuales momentos el movimiento revolucionario.
En estos momentos debemos tomar en cuenta que estamos en pleno desarrollo de una coyuntura electoral la misma manifiesta particularidades que deben ser analizadas con cuidado, con precisión. Las posiciones oportunistas de derecha y de izquierda se exacerba y estas entran en contradicción abierta o solapada en el campo de batalla con las posiciones populares y proletarias revolucionarias dándose así la exacerbación de la lucha política ideológica.
Los marxistas leninistas entre las tareas que aquí tenemos, debemos enfrentar con decisión y de manera precisa las posiciones oportunistas, que ayuda a generar confusión y decepciones en el seno de pueblo, además de estimular comportamientos clientelares, que en nada contribuyen a forjar una cultura de lucha antiimperialista y antifascista. Precisamente teniendo en cuenta quien es el enemigo común y cuál es la amenaza principal, otro aspecto de la lucha que hoy tenemos que garantizar los marxistas leninistas, es evitar que las contradicciones contra los oportunistas ocupen el lugar de las contradicciones contra el imperialismo y el fascismo, pues esto lejos de ayudar al movimiento revolucionario, lo debilita peligrosamente ante un poderoso y peligroso enemigo como lo es el fascismo, el cual en la actualidad viene experimentando un comportamiento ascendente que debe ser frenado y derrotado de manera urgente.
Aquí la actividad de la propaganda revolucionaria definida con objetivos claros, debe estar acompañada de una mayor movilización orgánica de parte de los sectores revolucionarios, lo que requiere que se ejecute de manera pertinente, en momentos en los cuales las desviaciones ideológicas, el diversionismo ideológico hacen mella contribuyendo a la dispersión, por una parte, de las masas y a cierta parálisis por otra.
La propaganda tiene entre su contenido la consigna o consignas que expresan las orientaciones precisas, la dirección al cual se debe orientar el movimiento revolucionario en estos momentos. La justeza de la misma se va a expresar en los niveles de impacto y aceptación que esta provoque en las amplias masas en general y en el movimiento popular revolucionario en particular.
En este sentido la propaganda hoy debe orientar la fuerza de su énfasis en la lucha antiimperialista y fascista, pues de la victoria o derrota del movimiento revolucionario en esta lucha se decidirá el rumbo y la posibilidad de victorias en el marco de la liberación nacional y el socialismo.
La asertividad de la propaganda revolucionaria, también es directamente proporcional a la cualidad de su ligazón con la clase obrera y a la efectividad y eficacia de sus cadenas de transmisión, por lo cual el funcionamiento adecuado de las estructuras internas del partido debe experimentar óptimos niveles.
Debemos trabajar, concentrando los mayores y mejores esfuerzos para garantizar el fortalecimiento y consolidación de los organismos internos del partido, su funcionalidad pertinente para lograr organismos capaces de dirigir el trabajo revolucionario en diferentes áreas y territorios.
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