Esta aseveración nos debe llevar
a analizar en profundidad la verdadera causa de cualquier guerra de agresión:
Bien sea el genocidio israelí contra el pueblo palestino o la guerra que se
libra entre potencias imperialistas en Ucrania. Lo mismo se aplica en cada uno
de los conflictos "de baja intensidad", invasiones o amenazas
violentas que se viven en varias regiones del mundo.
A pesar del discurso burgués que
nos trata hacer creer que sus agresiones son una "lucha de
civilizaciones" o lucha de culturas; por la "democracia", contra
"el terrorismo", narcotráfico, o que es por diferencias religiosas;
de idioma, historia o por territorios ancestrales, tenemos que asumir un
análisis científico y dejar a un lado la basura idealista del capitalismo para
entender el fondo real de esas agresiones y prepararnos para enfrentarlas.
La lucha entre potencias
imperialistas por recursos minerales, tierras de cultivo, rutas comerciales,
vías estratégicas o fuentes de materias primas, mercados o la apropiación de
industrias, es la verdadera causa de esas guerras, pero siempre tratan de ocultarla
con discursos "humanistas". En el fondo cada agresión imperialista
tiene como motivación la lucha económica, los intereses del capital, y debemos
tenerlo claro para poder dar respuesta a la compleja situación que vivimos.
La lucha que EE.UU. lleva
adelante en varios territorios, por intermedio de sus lacayos, como Ucrania,
Israel, Siria. Las amenazas en Taiwán, Cuba, Nicaragua o Venezuela, no son
porque el pensamiento mítico mágico diga que el territorio de Palestina es la
tierra prometida a Israel, ni porque América sea para los americanos, tampoco
por diferencias del dios de judíos, cristianos o musulmanes, por defender la
democracia o por la "libertad", eso es simple y sencillamente una
mentira. Esas agresiones son por un gran negocio, por agrandar las ganancias
del capital, principalmente financiero, imperialista.
Comprender el fenómeno que está detrás de la propaganda burguesa que trata de manipular a las mayorías es una tarea importante para los revolucionarios, especialmente para los marxista leninistas, que debemos denunciar y atacar todas las prácticas que pretenden negar y ocultar la lucha de clases y sus expresiones, de igual forma aclarar que el camino de la liberación del proletariado es de lucha y enfrentamiento contra el imperialismo sumando a todos los que están dispuestos a avanzar en el camino de la liberación nacional y el socialismo.
En estos momentos de agudización
de las contradicciones es cuando debemos acelerar más el paso y consolidar el
verdadero proyecto revolucionario, las ideas del socialismo científico, para
poder hacer frente a la agresión imperialista, junto a un pueblo organizado,
con conciencia de clase, capacidad de lucha y alta disposición de combate.
Trabajar en cada territorio, empresa o comunidad, rural o urbana, organizarse en estados o regiones, fortalecer el trabajo nacional con el Partido Marxista Leninista, impulsar el internacionalismo proletario, el frente internacional y la solidaridad militante, son los mecanismos para enfrentar y derrotar al enemigo capitalista - imperialista que nos acecha.
Particularmente en Venezuela,
llamamos a mantenernos alerta ante el aumento de las posibles agresiones
imperialistas, en una posición de Apoyo a las acciones antiimperialistas,
Crítica a las desviaciones, corrupción e ineficiencia y Exigencias para
solventar los graves problemas que atraviesa nuestro pueblo producto del
bloqueo y agresión imperialista, tanto como de una gestión que ha descuidado a
la clase obrera y el campesinado para mirar a los grandes capitales, fuentes de
corrupción y especulación.
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