martes, 2 de diciembre de 2025

RESOLUCIÓN POLÍTICA DE COMITÉ CENTRAL DEL PCMLV, Diciembre 2025

El movimiento de los centros imperialistas en el marco de su reacomodo.

Acelerados acontecimientos se desarrollan en el contexto económico, político, social, militar a nivel mundial.  Los mismos se caracterizan por dejar de manifiesto un ascendente proceso de fascistización de la sociedad, como respuesta de las élites del capital financiero ante la multiplicación de escenarios de movilización de los pueblos en defensa de sus intereses.

El proceso de fascistización que vive el mundo tiene en el genocidio contra el pueblo de Palestina un capítulo muy particular.  Las instituciones internacionales han demostrado su inutilidad  y, en cierta manera, su complicidad disimulada tras resoluciones que se quedan sin efecto alguno en la realidad concreta, atrapadas en el marco de una democracia burguesa que es a todas luces ineficiente al enredarse en sus marañas legales, que solo sirven para emitir declaraciones, y que finalmente terminan sirviendo la escena para que los criminales imperialistas ganen tribuna y hagan declaraciones, llegando al atrevimiento de priorizar la exaltación personalista,  mientras continúan las masacres contra el pueblo de Palestina. Ejemplo de esto lo tuvimos recientemente con el anunciado acuerdo de “paz” en el Medio Oriente, que sirvió de espacio a Trump y Netanyahu para que estos aprovecharan los servicios de muchos medios de comunicación, a los que utilizaron como pista de competencia para ver quién hacía mejor lobby con el objetivo de ganar el mal llamado premio Nobel de la “paz”. En este marco se alcanzaron unos acuerdos, los cuales se anunciaron con bombos y platillos al mundo, pero, sin embargo, los mismos han sido violados constantemente desde su implementación por el ejército sionista de Israel, bajo cualquier excusa.

Así mismo, podemos observar el escenario de la guerra en Ucrania en su desarrollo, con múltiples intentos fracasados de lograr la paz, pues las altas sumas de dinero y ganancia material en juego para los imperialistas que controlan las actividades del complejo industrial militar, por los momentos, han impedido que se implementen iniciativas que contribuyan a detener el conflicto. Las posiciones de los diferentes agentes del imperialismo involucrados han puesto de manifiesto cómo la capacidad militar de los EEUU y sus socios de la OTAN, aunque mantiene un poderío muy alto, tiene que lidiar en terrenos donde particularmente tiene desventajas, como en el caso de la tecnología hipersónica.

La capacidad del ejército de Rusia de desplegar tecnología militar hipersónica, superando en este terreno particular a EEUU, al mismo tiempo que China, por los momentos socio estratégicos de Rusia, también avanza con su poderío económico como bandera que le permite colocar tras de sí a una cantidad de países que otrora eran socios de primera línea de los EE.UU. Ha estado modificando el mapa geoestratégico internacional, con sus expresiones particulares en el terreno de las contradicciones propias de la época imperialista; nos expone en la actualidad el carácter del reacomodo imperialista.

En este sentido, EEUU ha dado giros tácticos buscando lograr el mejor posicionamiento en el marco del reacomodo imperialista, cambiando en su actitud ante sus socios europeos, imponiendo a Europa y Ucrania la “tarea” de ser más beligerantes y colocar más recursos para su defensa, mientras EEUU privilegia su papel de proveedor de armas. Esto además es un punto central de la política gringa; ellos ponen dinero y recursos para llevar el pulso de los negocios y sus aliados y socios ponen los muertos mientras ellos se concentran en asegurar el incremento de las ventas de tecnología militar, cualificar la extracción de recursos de los territorios ocupados y seguir obteniendo grandes ganancias.

EE.UU. a lo interno también vive una agitación; el reacomodo no es solamente en el plano de la lucha interimperialista, sino en los choques internos con otros grupos del capital financiero en los EE.UU, al mismo tiempo que también factores del pueblo de los EE.UU se movilizan contra algunas políticas de la administración Trump. Entre estas ha tenido particular rechazo las actividades de EE-UU contra el pueblo de Palestina; igualmente ha producido rechazo la política antiinmigrante, que ha mostrado la visión racista y fascista de la administración Trump.

Los resultados de las últimas elecciones significaron un revés para los republicanos en estados importantes como New York, y esto se suma a las contradicciones acumuladas con gobernadores y alcaldes de otros estados del país, que, defendiendo sus intereses particulares, hacen frente a las políticas de Trump.

La administración del gobierno de Trump afronta además un alto índice de conflictividad institucional y en otros aspectos; por ejemplo, le costó mucho poder concretar un pacto entre demócratas y republicanos que terminara con el cierre del gobierno, situación que en este periodo en particular se prolongó más que en otros años y cada día iba sumando más y más trabajadores afectados por la pérdida temporal de sus empleos y, por ende, de sus salarios. Es la agudización de la contradicción capital-trabajo en uno de los centros imperialistas, que además es protagonista en situaciones de exacerbación de las contradicciones interimperialistas y en las contradicciones entre el imperialismo y los pueblos.

Al no llegar a un acuerdo para evitar el cierre del gobierno en los EE.UU millones de empleados de operar. Según algunos analistas, este cierre implicó pérdidas de hasta 7 mil millones de dólares por   semana. Una cifra muy significativa, sobre todo en momentos donde libra una batalla en el plano económico con los aranceles, donde, lejos de ganar apoyo, ha obtenido como resultado que más países se van sumando a las iniciativas económicas promovidas por sus competidores (Bloque China-Rusia).  En este sentido, hay que destacar también el encuentro entre Xi Jinping y Donal Trump, un escenario donde se iban a enfrentar las dos principales potencias económicas en la actualidad, con una agenda que contemplaba abordar el tema sobre las tierras raras, que comportan elementos esenciales para la tecnología militar en la actualidad, y en la que China es el mayor tenedor en la actualidad. El encuentro fue relativamente corto y, al igual que la cumbre entre Putin y Trump, una cantidad de acuerdos se desconocen, lo que deja en el terreno de la incertidumbre y la especulación parte de los posibles impactos que las conclusiones de este encuentro tendrán sobre lo económico, político y militar a nivel mundial.

Es decir, a lo interno y externo, el imperialismo yankee experimenta resultados negativos significativos, lo que afecta y trastoca su poder y dominio sobre los países, no pudiendo ejercer su dominio de la misma forma que solía hacerlo hace algunos años atrás. Sin embargo, aunque decadente, el poderío económico y militar de los EE.UU sigue siendo inmenso, por lo que no se puede bajar la guardia.

La ofensiva en el Mar Caribe un paso peligroso para los pueblos de América Latina.

Los EE.UU han desarrollado un despliegue militar en el Mar Caribe, de importantes proporciones. Una movilización de tropas y arsenal militar que incluye el portaviones Gerald Ford, el más sofisticado y equipado del aparato militar de los EE.UU y que ha cumplido múltiples funciones en las guerras libradas en diferentes partes del mundo, se ha posicionado en aguas del Mar Caribe y se encuentra listo para operar en cualquier acción militar de gran envergadura.

La amenaza es directa a los pueblos de América Latina, en un momento donde la retórica guerrerista de Trump ha experimentado un giro estratégico a América Latina. La excusa para desarrollar esta operación militar ha sido una vez más la llamada “guerra” contra las drogas. En algunos episodios de esta ofensiva se han perpetrado ataques contra embarcaciones, aniquilando a todos sus tripulantes, acto que por demás abre suspicacias al no procederse de una manera que permita la captura de los supuestos criminales, situación que parece lógico, al poder así recabar más informaciones acerca de las actividades de estos supuestos carteles.

Sin embargo, no es difícil adivinar que lo que menos interesa a los gringos es la información, que en realidad el centro de las operaciones tiene el objetivo de afectar el tránsito comercial con países como Venezuela, lo que a su vez es una forma de profundizar el bloqueo, provocar mayores penurias al pueblo de Venezuela, en una apuesta por seguir su agenda de cambio de gobierno.

Pero los ataques también han afectado a pescadores colombianos, en el marco del aumento de las agresiones del imperialismo de los EE.UU contra Colombia, caracterizada esta reciente ofensiva además por ataques directos de Trump contra el presidente Gustavo Petro, quien ha denunciado en diversos escenarios y ocasiones recientes el genocidio  contra el pueblo de Palestina, el peligro que comporta para los pueblos la agresión contra Venezuela, además de exponer que la operación en el Mar Caribe no es más que una artimaña para seguir agrediendo a los pueblos. Trump además quiere proyectarse como el personaje que siga dando impulsos a las organizaciones de ultraderecha en el continente; su apoyo a Miley, Bolsonaro, Uribe y a la maltrecha ultraderecha de Venezuela así lo demuestra.

Por otro lado, si hemos hablado del reacomodo imperialista y asumimos además que una de las actividades que más dividendos da a los círculos del capital financiero es el narcotráfico y el contrabando, no es difícil darse cuenta de que esta operación también ha servido para reacomodar sus fuerzas y sus socios del crimen y del narcotráfico en el continente. Es por eso que ubica a factores ligados a este negocio al frente de esta operación: el cartel de los carteles, la DEA y como jefe temporal de esta operación, Marco Rubio, cuyos vínculos con la actividad narcótica han sido denunciados en varias ocasiones. En resumen, el imperialismo reorganiza sus actividades financieras y la “operación en el Caribe” es parte de su reacomodo.

América Latina:

Tal como hemos dicho, el imperialismo se reacomoda, y para esto reorganiza sus fichas, agentes lacayos que se ofrecen a cumplir su agenda de fascistización. En este sentido, en Latinoamérica se ha sumado oficialmente un nuevo gobierno lacayo y servil del imperialismo yankee, el gobierno de Paz Zamora, que apenas tomó posesión de su cargo, anunció un viaje a los EE.UU para recibir las instrucciones a ejecutar en su gobierno.

El caso de Bolivia es particular; aquí la izquierda encabezada por el MAS perdió la jefatura de gobierno, al dividirse y distraerse en peleas internas que permitieron a las fuerzas más reaccionarias escalar en la preferencia de parte de las masas, hasta lograr un triunfo que en general sirve al fortalecimiento del avance de la agenda contrarrevolucionaria, no solamente en Bolivia, sino también en el continente.

Mientras en Argentina los altibajos de las fuerzas de ultraderecha en las elecciones demuestran un panorama donde parte de la población fluctúa entre opciones políticas de centro y derecha. Con personajes tan nefastos como Miley a la cabeza, parte del pueblo argentino sigue apostando a la agenda neoliberal. El chantaje de Trump, al amenazar antes de las elecciones que si no votaban por Miley no prestaría 20 mil millones de dólares al gobierno de Argentina, por el momento dio resultado, situación que expresa los actuales niveles de conciencia de una parte del pueblo que sigue apostando por sus verdugos, fieles exponentes de los lacayos que sirven sin mayores inconvenientes al imperialismo.

Pero es importante resaltar que buena parte del pueblo de Argentina no se pliega a la agenda proimperialista de Miley, sino que está desde diferentes trincheras peleando y dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias para evitar que la ofensiva de los factores ultraconservadores y fascistas destruyan y desconozcan los logros de los trabajadores. Se preparan nuevas jornadas de lucha de una parte de los trabajadores y los pueblos que no están dispuestos a someterse a ninguna clase de chantaje y rechazan la sumisión ante la imposición del paquetazo económico al que los intentan someter el imperialismo yankee y Miley como fiel lacayo servil. Ya en otros años el pueblo y los trabajadores que resisten y luchan propinaron derrotas a los gobiernos lacayos del imperialismo. Esperamos que en las próximas semanas y meses se escriban nuevas páginas victoriosas en la lucha popular contra el fascismo y el imperialismo.

En Perú, el espurio y servil gobierno de Digna Boluarte llegó a su fin. El contexto de estos acontecimientos está caracterizado por activaciones de protestas de parte de la población que exige cambios, que ha salido a la calle de algunas ciudades a formar barricadas y a enfrentarse a las fuerzas de seguridad, algunos retomando la consigna “que se vayan todos”. Denuncia contra los actos de corrupción, como bandera; han logrado importantes movilizaciones con participación popular, pero sin embargo no han pasado de alterar el orden público, sin mayores consecuencias.

El nuevo jefe de gobierno es un personaje sombrío, con una carrera política poco conocida, pero sin duda una ficha del imperialismo que pretende lavar la cara a la corte política servil a los intereses del imperialismo.

En Colombia, las fuerzas del paramilitarismo y la ultraderecha han logrado la liberación de una de sus fichas aún útil, Álvaro Uribe Vélez.  El cual por los momentos logra esquivar la cárcel, en un país donde lo inédito es pagar condena por crímenes relacionados con el paramilitarismo y el narcotráfico. Sin embargo, es interesante la movilización de parte del pueblo de Colombia que ha enfrentado al paramilitarismo por décadas, pagando un alto precio. Este pueblo sabe que Álvaro Uribe Vélez es enemigo jurado de las fuerzas populares, que él defiende la agenda de fascistización en el continente, que es aún una ficha de los EE.UU para agredir no solamente al pueblo de Colombia, sino que se presta como base para agredir a otros pueblos del mundo y del continente, tal como en el 2019, donde fue la cabeza de playa donde se intentó una acción de agresión contra nuestro pueblo desde la frontera.

Es importante destacar que en Colombia las fuerzas populares revolucionarias, con décadas de experiencia en combate contra las fuerzas imperialistas, tienen buenas bases y respaldo popular; aquí buena parte del pueblo ha ratificado su disposición de seguir luchando contra los agentes imperialistas y fascistas. Las experiencias de las fuerzas guerrilleras en Colombia hoy son parte de las herramientas de resistencia y lucha del pueblo de América Latina, ante la amenaza militar gringa que se ha posicionado en el Mar Caribe.

Mientras en Ecuador continúa la movilización y la lucha de las organizaciones populares contra algunas medidas tomadas por el gobierno progringo de Noboa, este gobierno intenta consolidarse como una base de operaciones del narcotráfico internacional, asumiendo en parte el papel que los gringos y sus lacayos impusieron en Colombia. Parte de esas fuerzas han ido emigrando a Ecuador, donde la organización de pandillas se ha multiplicado, la movilización construyendo bases que sirven a la actividad paramilitar, como parte de las fuerzas que sostienen al gobierno de Noboa. Si esto fuera poco, se ha ofrecido el territorio para que se asienten bases militares del imperialismo yankee en el país. A propósito, esto era parte de la propuesta de la constituyente de Noboa, que el territorio de Ecuador pudiera ser utilizado por las fuerzas gringas para sus propósitos imperialistas. Sin embargo, el pueblo de Ecuador que resiste y lucha le propinó una contundente derrota a Noboa y su gabinete votando abiertamente en contra de estas pretensiones.

Esta dinámica corrupta, y propia del capitalismo, es rechazada con contundencia por parte del pueblo de Ecuador. Las movilizaciones se han mantenido, a pesar de la represión brutal que se ha desplegado para contener la movilización popular.

Así mismo, gobiernos como Trinidad y Tobago, Guyana, El Salvador, Puerto Rico han firmado su compromiso con el imperialismo yankee ofreciendo su territorio para operaciones, experimentos represivos   y de control de las fuerzas reaccionarias en la región que van posicionándose con la mira puesta en confrontaciones militares a corto o mediano plazo.

Venezuela:

El ejército imperialista de los EE.UU ha lanzado una ofensiva empleando elementos de la llamada guerra híbrida. Operaciones psicológicas, sabotajes, infiltración de fuerzas para operaciones en el territorio; al mismo tiempo ha desarrollado procesos en los que pretende acondicionar el terreno para ablandar la voluntad de parte del pueblo y hacerlo más susceptible a la compra de conciencia, utilizando el soborno para ganar el favor de personas que pueden ser claves en operaciones contra el pueblo y el gobierno de Venezuela.  Sin embargo, hasta el momento no ha conseguido sus objetivos, pues a pesar de las duras circunstancias, buena parte de los trabajadores y el pueblo no se doblega, y esto, combinado con la disposición de los organismos de inteligencia institucional e inteligencia popular, sigue asestando derrotas al enemigo imperialista.

Las fuerzas populares y revolucionarias  son parte de los objetivos militares  del ejército gringo; por lo tanto, es necesario cualificar aún más las capacidades organizativas en cada territorio y sector de los trabajadores para poder enfrentar con éxito a un enemigo  como el imperialismo y sus lacayos que trabajan las 24 horas del día,  cuentan con alta capacidad tecnológica, sus organismos de inteligencia siguen empleando diferentes formas de lograr la  infiltración,  recurren al soborno y emplean ataques y sabotajes con el propósito de golpear la fortaleza del pueblo, los trabajadores y el gobierno de Venezuela.

Paralelamente a esta situación, y podemos decir que como parte de estas operaciones, sigue utilizándose el mecanismo de estímulo de inflación inducida tanto en bolívares como el dólar para aumentar la pauperización de las condiciones de vida de los trabajadores y el pueblo en general.  Los mecanismos gubernamentales empleados para tratar de frenar este fenómeno han sido ineficientes hasta el momento; los precios de los principales artículos de primera necesidad siguen experimentando aumentos de manera constante, y aunque los trabajadores lograron a través de su lucha que se implementara la indexación de los ingresos a los trabajadores, el aumento de precios de los artículos, también en dólares,  ha sido  de manera tal que se ha reducido en buena medida importante el salario real de los trabajadores en los últimos  meses. La ineficiencia de los mecanismos gubernamentales para frenar la ofensiva en lo económico del imperialismo y la burguesía contra nuestro pueblo se traduce en malestar de buena parte de la población ante el gobierno. Pero, sin embargo, la contradicción capital trabajo no ha alcanzado niveles que se traduzcan en movilización popular violenta, a pesar de que cada día se agudizan más las condiciones de vida de las mayorías explotadas y oprimidas. De una parte, hay un nivel de conciencia antiimperialista que incide en que las respuestas del movimiento popular ante las duras condiciones de vida se lleven a cabo sin perder de vista al enemigo común y peligro principal para Venezuela en los actuales momentos, el imperialismo de los EE.UU y el fascismo.

Las acciones y despliegue militar en el Mar Caribe son parte de una táctica de máxima presión que se ejerce contra nuestro pueblo; para esto, el ejército imperialista ha ejecutado movilizaciones de sus recursos, concretando un cerco a nuestro país por varios puntos. La operación en el Caribe es el mayor movimiento naval   desde la operación de invasión que se llevó a cabo contra el pueblo de Panamá en 1989.  Se han desplegado destructores, un portaaviones, drones, aviones espías y de combate, y se ha hablado de tropas que podrían llegar hasta los 10 mil efectivos militares.

Sin embargo, durante el desarrollo de las operaciones han quedado de manifiesto contradicciones a lo interno de las fuerzas militares imperialistas. La renuncia del comandante de la flota en el Caribe es un hecho que confirma lo antes expuesto. Igualmente, se han expuesto noticias que indican que informes del propio Pentágono advertirían a la administración Trump sobre una serie de consecuencias negativas de invadir a Venezuela. Por supuesto, cuando dicen consecuencias negativas, se refieren a situaciones donde sus intereses económicos y políticos no están asegurados, pues saben que los trabajadores y los pueblos los rechazan y están dispuestos a combatirlos en diferentes terrenos y condiciones por el tiempo que sea hasta derrotarlos.

En el plano internacional, los gobiernos de Rusia y China han manifestado el rechazo a las operaciones de los EE.UU en el Caribe y, particularmente, el gobierno de Rusia ha concretado acuerdos de cooperación estratégica con Venezuela que incluyen lo militar, un elemento que suma complicaciones en el plano convencional para los gringos.

Si nos fijamos bien, podemos decir que los movimientos del ejército imperialista han conseguido en lo inmediato acercarse significativamente a nuestras costas; además de concretar avances con aliados como Trinidad y Tobago y Guyana, logra posicionar aviones de última generación en Puerto Rico, a una distancia que los habilitaría para una operación contra Venezuela. Hay que sumar a esto que, a pesar de las recientes contradicciones con el gobierno de Petro, aún están operativas las bases militares de EE.UU en territorio colombiano, de donde se pueden lanzar ataques a diversos puntos de Sudamérica.

En esta dinámica, el gobierno nacional ha llamado a la movilización popular; importantes sectores del pueblo en general han acatado el llamado, sumándose a las iniciativas promovidas por el gobierno, y en general se ha reafirmado la disposición popular para la lucha antiimperialista. Igualmente, en el plano de las organizaciones populares revolucionarias, se ha multiplicado la movilización y actividad en torno a la preparación y organización de la resistencia y lucha antiimperialistas, conscientes de que estamos en momentos decisivos y que las condiciones exigen lograr la máxima capacidad operativa posible.

En este sentido, tarea de los marxistas leninistas aprovechar el momento para avanzar en la cualificación de las capacidades del movimiento popular en la resistencia antiimperialista y antifascista, además de promover espacios de unidad revolucionaria que ayuden a cohesionar las fuerzas, apoyados en el legado de los pueblos que han luchado y vencido al imperialismo y al fascismo.

Es importante tomar en cuenta los escenarios que en otros momentos hemos analizado, a saber

1) Agudización del bloqueo: Esto en la actualidad está en marcha; la misma flota posicionada en el Caribe comporta una barrera y disuasión para la actividad   comercial de compra y venta de mercancías.  La misma actividad de exportación de petróleo puede ser blanco de estas operaciones con el mismo pretexto de la “lucha” contra el narcotráfico. Ya van decenas de lanchas atacadas bajo este pretexto.

2)  Salida negociada: Se ubica también en pleno desarrollo; el momentáneo y aparente desplazamiento de Grenel en las relaciones con Venezuela no significa la ausencia de conversaciones; lo que significa es que las mismas pueden estar desarrollándose en escenarios y vías modificadas. De hecho, en últimas declaraciones, el mismo Donald Trump manifestó querer desarrollar conversaciones con el gobierno de Venezuela.

3) Golpe de Estado: También en el desarrollo de los acontecimientos, el mismo gobierno ha detenido a algunos funcionarios vinculados con actividades conspirativas; según declaraciones oficiales, esto es un claro indicio de que este escenario está en pleno desarrollo.

4) Invasión militar: Con las operaciones en el Caribe, este escenario ha tomado mucha importancia. Este es un momento donde incluso analistas internacionales con posiciones revolucionarias han ubicado que este escenario ya es parte de una operación en marcha. Los mismos voceros imperialistas de los EE.UU han declarado su intención de intervenir por aire y por tierra sobre el territorio de Venezuela.

5) Situación de conflicto interno: Este escenario está latente, más aún luego de la declaración del mismo Trump de que factores como la CIA tienen carta blanca para operar en Venezuela. Es claro que parte de los esfuerzos del enemigo imperialista será promover actividades de sabotaje, atentados, entre otros elementos que creen las condiciones para que se puedan generar situaciones de alta conflictividad.

A esto hay que sumar que también la continuidad de la pauperización de las condiciones de vida de las mayorías explotadas y oprimidas, sin que haya un planteamiento efectivo y eficaz, que vaya más allá de las promesas de bienestar futuro, es en sí un fenómeno que se presenta con la posibilidad de transcender a un conflicto interno, no con intención de conspiración por parte de las masas que lo puedan protagonizar, sino en el marco de la lucha por la defensa de las condiciones materiales de vida de los trabajadores y las masas populares.


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