Igualmente en ciudades de Europa como París, en Francia las movilizaciones de los trabajadores manifestándose en defensa de sus condiciones laborales se multiplican, llegando muchas de estas a decantar en fuertes enfrentamientos con las fuerzas represivas.
En varios países imperialistas se experimentan índices de inflación que superan los 2 dígitos, lo que además se suma a la crisis energética catalizada por la guerra, como en Ucrania. Las medidas de los capitalistas para expoliar aún más a los trabajadores; una serie de acciones que afecta a las mayorías explotadas y oprimidas que sufren así una mayor pauperización de sus condiciones de vida.
La crisis general del capitalismo es un fenómeno mundial, los efectos particulares de sus crisis cíclicas dejan una serie de consecuencias que contribuyen a ver que el capitalismo es un modo de producción que basado en la explotación de las mayorías para beneficiar a una ínfima minoría genera toda una serie de situaciones como el hambre, la miseria, la guerra, entre otros elementos que solo pueden ser combatidos y superados efectivamente al destruir al sistema capitalista y construir un nuevo sistema, el Estado de nuevo tipo.
Los burgueses fieles a la defensa de sus intereses al observar la agudización de las contradicciones actuales, enmarcadas en la época del imperialismo las cuales se evidencian en fenómenos como el aumento de las movilizaciones y acciones del proletariado en defensa de sus intereses, las crecientes contradicciones entre los bloques imperialistas, que en la actualidad tiene su punto más agudo en la guerra en Ucrania, la contradicción entre el imperialismo y los pueblos que tiene expresiones en el mismo escenario de Ucrania, así como escenarios en África, y América Latina, adoptan medidas como promover, y fortalecer las organizaciones fascistas, como instrumentos que se ofrecen al gran capital como brazo ejecutor de las políticas más terribles y sanguinarias en contra del proletariado.
El fenómeno del fascismo manifestado en diversos escenarios no puede ser ignorado por el proletariado en particular, ni los sectores populares en general. Sus características de extrema violencia y servilismo al capital se hacen acompañar de una política de demagogia.
El camarada G. Dimitrov quien en vida fue miembro de la tercera Internacional Comunista y consecuente luchador antifascista, expone lo siguiente: “Los círculos imperialistas intentan descargar todo el peso de la crisis sobre las espaldas de los trabajadores. Para esto necesitan el fascismo.”
Continúa destacando Dimitrov refiriéndose a la ofensiva de los círculos imperialistas, apoyándose en el fascismo “Tratan de resolver el problema de los mercados mediante la esclavización de los pueblos débiles. Mediante el aumento de la presión colonial y un nuevo reparto del mundo por la vía de la guerra. Para esto necesitan el fascismo”.
Reparto del mundo, sometimiento de los pueblos por vía de la fuerza a vivir una dinámica de guerra y la amenaza de seguir expandiendo la misma a otros territorios, esta es la realidad actual.
Ante esta realidad, el proletariado se moviliza, y se ve obligado a fortalecer y consolidar su organización, su capacidad de movilización. Parafraseando a Dimitrov decimos: que impedir la victoria del imperialismo y el fascismo sobre los pueblos depende ante todo de la actitud combativa de la propia clase obrera, de la cohesión de sus fuerzas en un ejército combatiente que luche unido contra la ofensiva del capital y del fascismo.
Lo ante expuesto nos llama a redoblar esfuerzos por construir, fortalecer y consolidar espacios de unidad revolucionaria para avanzar con determinación en la lucha antifascista y antiimperialista, por la liberación nacional y el socialismo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario