En este mes histórico, en el cual con la unidad de las fuerzas populares logramos en 2002 destruir el plan fascista del bloque imperialista EE.UU.-U.E. saliendo a la calle y presionando a los militares para pronunciarse en defensa de la constitución, generando después un levantamiento cívico - militar que el 11, 12 y 13 de abril permitió demostrar la fuerza del pueblo movilizado contra su enemigo de clase, dando una formidable lección de una acción revolucionaria que pudo permitir aplastar totalmente a los fascistas con un gran triunfo de masas, que después del éxito popular volvió a la vía de la conciliación típica de las direcciones pequeño burguesas y del idealismo que cree en la burguesía como aliada en la construcción de una sociedad de justicia, cuando la injusticia es la razón de ser del que roba la plusvalía al asalariado.
Este nuevo abril tendremos, además de la conmemoración de tan importantes fechas, otras dos nuevas agresiones que se sumarán en la historia de la ofensiva antipopular de la burguesía nativa e internacional aglutinadas bajo el bloque imperialista EE.UU.-U.E:
1) La decisión de la Corte Internacional de Justicia sobre el reclamo de Guyana sobre el Esequibo y 2) La votación del senado de los EE.UU. sobre las licencias económicas aplicadas al Venezuela.
Estas dos decisiones a ser tomadas son instrumentos de sometimiento del bloque imperialista EE.UU.-U.E, por eso seguramente van a implicar una agudización de las contradicciones en un país dependiente como Venezuela por causa de unas decisiones que tienen como fin empeorar la situación material del pueblo venezolano para tratar de "torcernos el brazo" y obligarnos a dar marcha atrás en el proceso democrático que con altas y bajas ha venido manteniéndose desde 1999, en una etapa de gran auge de masas y expectativas revolucionarias con Chávez y en otra etapa de repliegue y resistencia ante una inmensa ofensiva imperialista, bajo la conducción de Maduro.
En la primera etapa las conquistas populares fueron aceleradas e incluso los derechos de los trabajadores, las instituciones sindicales, los contratos colectivos y el salario eran respetados, las tomas de empresas, el control obrero y las expropiaciones estaban en la mente y en la realidad de la clase obrera, los campesinos rescataban tierras apropiadas por los terratenientes, había financiamiento, asesoría técnica y apoyo a la producción. Los consejos comunales y las comunas eran el centro de un gran movimiento económico, político y social, los movimientos de mujeres, jóvenes, tercera edad, los círculos bolivarianos, colectivos y en general el movimiento popular tenía espacios en los medios de comunicación.
Las cosas han cambiado bastante estos años, pero lo que no cambia es el plan de los imperialistas más reaccionarios por defenestrar el gobierno legítimo de la República Bolivariana de Venezuela e imponer un gobierno de extrema derecha títere de Estados Unidos.
En su afán por tomar directamente el control de las riquezas energéticas y auríferas de nuestro país los gringos han usado todo tipo de acciones, desde el intento de magnicidio, amenazas, suplantación del presidente, asesinatos, invasiones, negociaciones manipuladas, compra de altos funcionarios, infiltración, golpes de Estado, bloqueo, sanciones, sabotajes, pero no han podido, principalmente por la decisión de las mayorías populares a defender la independencia y soberanía.
A pesar de las dificultades y carencias experimentadas el pueblo de Venezuela que resiste y lucha contra la agresión imperialista se mantiene firme y no va a bajar la cabeza ante ésta nueva arremetida del bloque imperialista EE.UU.-U.E por lo que corresponde seguir organizándonos y movilizándonos para mantener la soberanía nacional y la independencia como paso importante para avanzar en la línea de construcción de la democracia popular rumbo al socialismo.
R.Marin
No hay comentarios.:
Publicar un comentario