domingo, 9 de octubre de 2022

EDITORIAL OCTUBRE 2022

Las enseñanzas de la Gran Revolución Socialista de Octubre y de la Internacional Comunista, más los aportes de las experiencias revolucionarias con Marx, Engels, Lenin y Stalin a la cabeza, son un faro que alumbra para analizar y definir el accionar en los complejos momentos que atraviesa la humanidad.

La etapa que vivimos es la fase superior del capitalismo, la cual se define por sus rasgos fundamentales estudiados a profundidad por los más avanzados dirigentes marxista-leninistas.

Durante esta fase se exacerba la pugna por un nuevo reparto del mundo ya repartido, generando luchas interimperialistas, guerras, crisis y depresión económica, sometimiento a los pueblos oprimidos, robo descarado de recursos a los países dependientes, pérdida de derechos de la clase obrera y el pueblo, fascistización y distorsión de la realidad a través de la propaganda reaccionaria, lo que obliga a los revolucionarios a analizar los hechos, y lo más importante: a actuar con prontitud y entereza promoviendo la organización ante los escenarios cada día más convulsos que llevan, sin duda, a guerras y revoluciones.

Quedarse mirando cómo avanza la derecha y el revisionismo confunde al pueblo, ver los acontecimientos y no involucrarse es una postura muy alejada de la teoría y práctica de los marxista-leninistas.

Los cambios que se están produciendo exigen pronunciarse e intervenir, ya que son situaciones que pueden crear gran confusión y llevar a las masas o partidos a actuar de una forma que contradice en los hechos su origen de clase y su pretendida base ideológica, aumentando la apatía en la población y de esta forma haciendo el juego al enemigo imperialista y fascista.

Por razones ideológicas y prácticas ha existido siempre lucha contra el revisionismo y las prácticas incorrectas de algunas tendencias del movimiento comunista, eso es parte de la realidad que se sustenta en la dialéctica.

Mientras unos consideramos correcto el apoyo crítico con exigencias a los procesos democráticos que confrontan con los yanquis, que permiten la educación y organización de los pueblos combativos, otros consideran que se debe pasar a la oposición y denunciar las debilidades antes que apoyar las reivindicaciones populares que pueden hacer avanzar la potencialidad de acumulación para el movimiento revolucionario a nivel nacional e internacional, por supuesto, es una premisa: jamás crear falsas expectativas ni colocarse a la cola de la socialdemocracia, denunciando su carácter vacilante mientras se acumula fuerza en el Frente Popular para enfrentar las amenazas reaccionarias.

Es una obligación de los marxista-leninistas luchar por aclarar al pueblo el papel que debemos jugar los comunistas como los combatientes más firmes contra el imperialismo y el fascismo, con una estrategia y táctica probada para enfrentar al enemigo común y el peligro principal, esta forma de aclarar nuestra posición va a potenciar la organización proletaria que orienta a los sectores confundidos de la izquierda sobre la necesidad de sumar fuerzas en la lucha antiimperialista y Antifascista dando nuestros aportes para consolidar el movimiento democrático popular, principalmente en tiempos de ofensiva reaccionaria y fascistización, donde el proletariado y las masas populares pierden espacio ante la violenta arremetida de la derecha.

Las contradicciones entre tendencias de izquierda que constituyen el Frente Popular se van a presentar, y se han presentado siempre, pero nuestro objetivo estratégico nos lleva a cultivar las relaciones con otras tendencias de izquierda, manteniendo el derecho a la crítica y debate franco.

Las acciones políticas de cara a la agudización de las contradicciones en curso deben desarrollarse con premura y basarse en la unificación de las diversas tendencias revolucionarias honestas y las fuerzas populares en el Frente Popular Antiimperialista y Antifascista, en respaldar los procesos democráticos y confrontar las posiciones erróneas de las tendencias reformistas y revisionistas, asumiendo con más ahínco el papel de desmontaje ideológico de las prácticas nocivas al movimiento en su conjunto.

Consideramos que una parte de la izquierda venezolana hoy está confundida y que se está dejando atrapar por la ideología pequeño burguesa, economicista e inmediatismo, de la pretendida neutralidad, creada desde el revisionismo y muy atractiva a las capas medias, esta concepción puede construir una base de movilización en el corto plazo, pero con su visión oportunista termina conciliando con la derecha y siendo permeada por el discurso estructurado desde la ideología burguesa.

Estamos seguros que algunas de esas tendencias confundidas pueden ser atraídas de nuevo al campo de la izquierda, pero se requiere una propuesta que tenga tradición de lucha, con base obrera, campesina y comunal de vieja data, con verdaderos dirigentes comunistas marxista leninistas que puedan, desde la teoría y práctica, desde la lucha de clases, desmontar las políticas desviadas y construir una opción de lucha con verdadero perfil proletario.

Una historia de lucha y base teórica debe sustentar el proyecto de rearme ideológico del movimiento popular revolucionario, lo que nos llaman a actuar para estructurar un frente de lucha como alternativa ante los coqueteos con la derecha por parte de sectores del movimiento revolucionario y en especial de grupos de trabajadores que se están dejando atraer al discurso de la supuesta "neutralidad política" planteado por una tendencia de derecha metida en el movimiento sindical que ahora se plantea la "despolitización" de la organización de los trabajadores escudándose en el discurso economicista de los revisionistas que pretenden atraer una parte de la izquierda que está confundida y afectada por políticas desacertadas en materia laboral, que ciertamente lesionan los intereses de la clase obrera, pero ante la cual el apoyo crítico con exigencias es la alternativa ante la sumisión o la "despolitización".

La presencia de militantes y amigos del PCMLV en diversos sectores sociales y en varios estados del país es una base para el aglutinamiento de sectores de izquierda descontentos o desmoralizados, algunos incluso influenciados por la reacción o por el revisionismo, como hemos comprobado, esta batalla la hemos librado siempre y la seguiremos dando desde concepciones comunistas marxista leninistas.

En la teoría y práctica hemos podido plantar batalla defendiendo los intereses del pueblo de Venezuela que resiste y lucha contra la agresión imperialista.

Los verdaderos ML tenemos la obligación de asumir el reto de derrotar las tendencias ideológicas reaccionarias, reformistas y revisionistas, las cuales contribuyen a frenar el avance del movimiento popular, además de crear divisionismo y confusión en las masas.

1 comentario:

achep dijo...

o sea segun uds hay que seguir apoyando a quienes aplican políticas antiobreras y autoritarias incluso, para que sigan usufructuando el poder y se mantenga el poder de la vieja y nueva burguesía