miércoles, 22 de junio de 2022

BURÓ POLÍTICO DEL PCMLV

TIEMPO DE GUERRAS Y REVOLUCIONES

Para analizar la realidad del mundo actual debemos tomar en cuenta el avance en la agudización de las contradicciones fundamentales de la época, las cuales se expresan en tres niveles:

1. La lucha entre dos bloques imperialistas, uno tradicional, que vive un estancamiento económico, dirigido por EE.UU. y la U.E. Otro emergente liderado por China y Rusia, con un proceso de crecimiento económico que le ha permitido posicionarse y arrastrar a otros países en su política, siendo percibido como amenaza por el bloque tradicional, lo que genera pugnas permanente.

2. Va en ascenso la contradicción entre las potencias imperialistas y los países dependientes que quieren labrar un camino propio.

3. La lucha entre la burguesía y el proletariado aflora y se expresa en movilizaciones, huelgas, conflictos, reclamos de la clase obrera para defender derechos que están siendo escamoteados o liquidados por los capitalistas, para aumentar la plusvalía robada a los asalariados y aumentar la concentración y centralización de capitales, mientras los trabajadores vamos viviendo en peores condiciones cada día.

Estas contradicciones han ido escalando al punto de llevar a la guerra abierta. Las confrontaciones que aún persisten en Palestina, Irak, Libia, Siria, Afganistán, Yemen, son solo escalones que han arrastrado el enfrentamiento hacia la propia Europa, son guerras con causas económicas que enfrentan a los dos bloques imperialistas en la lucha por un nuevo reparto de mercados, fuentes de materias primas, mano de obra barata, puntos estratégicos para los grandes monopolios y la burguesía dominante, que en la forma se expresa como un enfrentamiento entre Rusia y Ucrania por razones nacionalistas, confundiendo incautos, pero realmente es otro paso del choque entre ambos bloques imperialistas, ya que el bloque emergente necesita un nuevo reparto del mundo para ampliar su parte del pastel, a lo que trata de oponerse el bloque imperialista tradicional por diversos métodos, sin lograr hasta ahora su objetivo.

China, Rusia y sus socios buscan un mayor espacio para sus capitales y mercancías, mientras EE.UU. y la U.E. quieren cerrarles el paso y mantener el control hegemónico de antaño.

La guerra es la respuesta para los imperialistas porque es el instrumento adecuado para resolver el control de las riquezas, superar las crisis económicas, ya que le permite activar su aparato industrial, producir armas, vehículos, logística, declarar el estado de excepción, limitar los derechos de los trabajadores y aumentar la explotación, con ella la plusvalía y ganancias de los grandes monopolios imperialistas mientras aprovechan los recursos del Estado para financiar sus proyectos a costa del hambre de los pueblos.

Para la clase obrera, los campesinos y las mayorías explotadas, la guerra imperialista solo es destrucción, muerte, heridos y dramas sociales, mientras para los grandes monopolios es la vía para reanimar sus economías.

El proletariado también busca una respuesta ante la situación, es claro que la fase superior del capitalismo es tiempo de guerras y revoluciones. Para los oprimidos del mundo no es una opción ser carne de cañón en una guerra imperialista por un nuevo reparto del mundo, por eso debemos rechazar las guerras imperialistas y preparar las condiciones, en medio de las mismas para avanzar hacia la revolución.

En la guerra entre la OTAN y Rusia se hace evidente la presencia de referencias históricas y prácticas fascistas, esto es inocultable. Para los revolucionarios es algo muy grave que expresa en un nivel más elevado el proceso de fascistización que aplica el capital y que hemos venido denunciando.

Ya no es solo un grupo de cabezas rapadas que amenazan a personas por las calles. En Ucrania son grupos armados y entrenados que se reivindican abiertamente nazis y que ha logrado controlar un país, el gobierno y el Estado, llevando las acciones fascistas hacia la limpieza étnica y la estructuración de un programa totalmente nazi con grupos de choque y consignas de segregación.

La CIPOML y cada uno de los partidos integrantes tenemos la responsabilidad de ajustar nuestros mecanismos de funcionamiento y acelerar los procesos de coordinación para dar respuesta eficiente a los retos actuales y futuros.

Duras luchas se avecinan producto de la agudización de las contradicciones fundamentales, estará a la orden del día la confrontación.

Hoy, ya se ven las formas principales de la lucha y es de esperar que estas se sigan desarrollando hacia niveles más altos en los cuales el proletariado, y en general los oprimidos del mundo, estaremos involucrados de forma directa, ante esto debemos preguntarnos: ¿Cómo abordarán nuestras organizaciones los retos del futuro?

Nuestro partido se ha hecho esta pregunta y considera que es urgente elevar los niveles organizativos, la capacidad de respuesta, la propaganda y movilización para poder orientar a las masas populares en los próximos combates. Las principales guías están en los análisis y políticas elaboradas por la Internacional Comunista en su momento, y si bien es cierto que en lo particular las condiciones son diferentes, seguimos en la fase imperialista del capitalismo, con el control de los monopolios, el capital financiero y las luchas por un nuevo reparto del mundo.

Como en el pasado, los capitalistas recurren a métodos extremos, a la liquidación de derechos, imposición de gobiernos, persecución de los revolucionarios, destrucción de fuerzas productivas, concentración y centralización de capitales por métodos violentos, intento de aplicar formas coloniales, invasión y guerras imperialistas, colocando sobre los hombros de la clase obrera y los campesinos el peso de las crisis, mientras los grandes capitalistas aumentan de forma grosera sus riquezas.

La confrontación es inevitable, lo tenemos muy claro. El fascismo es un arma del capitalismo para avanzar en la revancha contra la clase obrera y los pueblos, especialmente contra la vanguardia; contra los comunistas marxista leninistas se ensaña de forma especial porque históricamente hemos logrado organizar los pueblos y llevarlos a la lucha hasta derrotar al sangriento monstruo.

Las tácticas implementadas por los Partidos marxista leninistas han dado éxito y han puesto a la cabeza de las luchas y del sacrificio a nuestros camaradas, el Frente Popular Antifascista ha sido línea de acción para llevar al combate a los proletarios junto a las diferentes capas democráticas y populares bajo la bandera roja con la hoz y el martillo, que con la conducción del gran Stalin logró movilizar las fuerzas más sanas de la humanidad hasta llegar a colocarla sobre los escombros del imperio nazi fascista.

El peligro fascista no desapareció, y hoy, con el patrocinio del gran capital intenta tomar auge de nuevo, ante lo cual la lucha ideológica, política y militar cobra protagonismo y nos obliga a dar pasos firmes para enfrentar a tan peligroso monstruo.

EL SOCIALISMO SOLO SE CONSTRUYE CON LA ALIANZA OBRERO CAMPESINA EN EL PODER Y EL PUEBLO EN ARMAS.

BP del PCMLV.

Caracas, marzo 2022

 



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