viernes, 10 de junio de 2022

El Fascismo, un peligro que no debemos dejar levantar cabeza

Autor: E. Prieto
Al finalizar la primera  guerra mundial, las potencias imperialistas promovieron el fortalecimiento y la consolidación de un fenómeno cuya criminales acciones lo hacen distinguirse como gran amenaza para los intereses de la clase obrera. Nos referimos al fascismo, fenómeno que surgió como respuesta de la burguesía al creciente espíritu de lucha revolucionaria que el proletariado experimentaba en la escena política, llevando a cabo iniciativas de construcción revolucionaria inspiradas en la victoria de los bolcheviques. 

Las acciones impulsadas por las organizaciones revolucionarias tuvieron un innegable un punto de inflexión a partir del triunfo de la revolución bolchevique, hecho que dejó en claro la posibilidad de triunfo de las mayorías explotadas y oprimidas sobre el poder de la burguesía, triunfo que era posible además por la existencia de la organización proletaria cualificada a los niveles más altos, el  Partido  de esencia y contenido proletario, en este caso el Partido Bolchevique.

El triunfo revolucionario de los bolcheviques disparó las alarmas en el seno de la burguesía internacional que vio crecer el ímpetu revolucionario de los pueblos como respuesta a la imposición de la guerra imperialista y sus posteriores consecuencias. Parte de estas respuestas se expresaron en actos revolucionarios, que en algunos casos quisieron emular la gesta de los bolcheviques. 

Para detener este ímpetu de los explotados y oprimidos no bastaban ya las artimañas y mecanismos utilizados por el aparato estatal burgués hasta ese momento, ante el despertar de los pueblos la burguesía necesitaba un instrumento para aniquilar a las fuerzas revolucionarias, y engendró entonces al fascismo.

El fascismo surge con capacidad ofensiva en el marco de la crisis general del capitalismo, con particularidad resurge en las crisis cíclicas que obligan al proletariado a movilizarse  y luchar para evitar sucumbir en el pantano de la miseria impuesta por el capitalismo.

En la lucha contra el fascismo el camarada Georgi Dimitrov destacó una serie de obras que hoy conservan una vigencia excepcional. En su obra, El Fascismo y la clase obrera Dimitrov expone lo siguiente: “Los círculos imperialistas intentan descargar todo el peso de la crisis sobre las espaldas de los trabajadores. Para esto necesitan el fascismo.”

Más adelante en la misma obra refiriéndose a estos círculos imperialistas, Dimitrov destaca: “Tratan de resolver el problema de los mercados mediante la esclavización de los pueblos débiles. Mediante el aumento de la presión colonial y un nuevo reparto del mundo por la vía de la guerra. Para esto necesitan el fascismo”.

Dice Dimitrov: “El fascismo, en política exterior, es el chovinismo en su forma más brutal que cultiva un odio bestial contra los demás pueblos. El fascismo es la sustitución de una forma estatal de dominación de la burguesía, la democracia burguesa por otras, la dictadura terrorista abierta”

Sin embargo, advierte Dimitrov sobre un peligro que debe tenerse muy en cuenta, este es que el fascismo logra atraer a las masas porque especula con sus necesidades más candentes… Especula incluso con las tradiciones revolucionarias  de los pueblos.

La crisis del sistema liberal burgués profundizada por la revolución bolchevique luego de la primera guerra mundial, acelero el desarrollo de este fenómeno (el fascismo) en el seno de una burguesía “asustada” con la posibilidad de la revolución proletaria.

Ante el avance de los partidos revolucionarios y su influencia entre las masas. Los diferentes gobiernos de la burguesía adoptaron medidas para tratar de frenar el ímpetu de las masas en sus acciones. Entonces el fascismo encontró asidero, terreno fértil donde crecer.

La estrategia y la táctica de la lucha contra el fascismo y las fuerzas de la guerra.

Hoy los efectos de la crisis cíclica del capitalismo se vieron profundizadas por la pandemia, las consecuencias de pauperización de las masas se hicieron sentir con fuerza particular, por lo tanto, las mayorías explotadas y oprimidas se han movilizado en rechazo a los mecanismos de dominación aplicados por la burguesía en el contexto de la pandemia, además de rechazar la imposición de la guerra imperialista desatada en territorio de Ucrania con sus fatales consecuencias para el mundo. 

En el contexto de esta guerra y de los mencionados efectos de la crisis capitalista y la pandemia del covid 19, el fenómeno del fascismo ha asomado nuevamente la cabeza, con una fuerza particular que como movimiento revolucionario nos pone en alerta. 

En este sentido, los frentes populares, instrumentos que asumieron los partidos obreros para impulsar la lucha contra el fascismo siguen siendo de gran utilidad a la hora de enfrentar este fenómeno en diversos lugares y momentos en el marco del ascenso experimenta en la actualidad.

En 1931 el XI Pleno del Comité ejecutivo de la internacional Comunista, señaló que la burguesía reforzaba la ofensiva no solo contra la clase obrera, sino contra otros vastos sectores de trabajadores de la ciudad y en campo.

En el XI Pleno del CEI concluyó que el desarrollo de la lucha de clases en el clima del despliegue progresivo de la crisis económica mundial coloca a las grandes masas trabajadoras ante una opción decisiva: “o dictadura de la burguesía o la dictadura del proletariado”.

En este sentido, la táctica de conformación, fortalecimiento y consolidación del Frente Popular es un elemento central a la hora de fortalecer la acción revolucionaria de forma unitaria,  para combatir al fascismo y al imperialismo en sus diversas expresiones económicas y políticas.  

Características del Frente Popular. 

Alianza de diferentes fuerzas sociales como movimiento de masa combativo, espacio en el cual se suma las fuerzas de la clase obrera, los campesinos, los comuneros (en nuestro caso), en Venezuela, además de los intelectuales, la juventud.

El frente popular requiere de un programa de movilización que atraiga y active a estas fuerzas, teniendo como enemigo principal al imperialismo y la amenaza principal de este momento, al fascismo.

En la fase imperialista, el capitalismo tiene entre sus objetivos extraer la máxima cuota de plusvalía al proletariado, promueve la guerra para asegurarse el dominio de las riquezas y territorios que consideran estratégicos para sus propósitos e intereses, pero el proletariado responde y se organiza para enfrentar los efectos de estas medidas. 

El proletariado con sus aliados se convierte así en un enemigo acérrimo, un obstáculo que hay que apartar a como dé lugar, con cualquier método, se proponen así los imperialistas a emplear mecanismos para exterminar la capacidad de lucha y resistencia del proletariado, y cuando fallan los mecanismos de la democracia burguesa, entonces recurren al fascismo. Por eso una tarea de primer orden en estos momentos es trabajar por la acción unificada de las fuerzas revolucionarias, en este sentido el frente popular es una iniciativa que hay que promover, fortalecer y consolidar en teoría y práctica.

“El impedir la victoria del fascismo depende ante todo de la actitud combativa de la propia clase obrera, de la cohesión de sus fuerzas en un ejército combatiente que luche unido contra la ofensiva del capital y del fascismo”. 

Dimitrov.

No hay comentarios.: