EDITORIAL FEBRERO 2022

En medio de una crisis mundial, depresión económica, pandemia, bloqueo, enfrentamientos violentos, agresiones de todo tipo, con dolorosas bajas incluso, se ha demostrado durante este período que el marxismo-leninismo de Venezuela cuenta con verdaderos cuadros revolucionarios, que a pesar de las duras condiciones mantienen la cabeza fría y el corazón ardiente, no se dejan llevar por la desesperanza, cumplen con las responsabilidades militantes, derrotan la deserción, el boicot, intentos de fracción y el espíritu liquidacionista y de grupos, fundamentalmente porque han mantenido la línea estratégica y táctica propuesta por Marx, Engels, Lenin y Stalin que se diferencia claramente de la socialdemocracia, del infantilismo de izquierda, del revisionismo moderno, siendo capaces de desnudar las desviaciones del trotskismo degenerado, del oportunismo y el divisionismo manteniendo los principios revolucionarios y formándose en el estudio de las contradicciones fundamentales, el enemigo común y el peligro principal, como nos enseña la teoría y práctica del marxismo leninismo.

Nuestro partido ha sido capaz de llevar adelante, en duras condiciones el planteamiento táctico de nuestro IV Congreso realizado en 2017, donde se llamó a "Consolidar el partido para la dirección de las amplias masas", consigna que surgió como producto de intensos debates y la visión de los escenarios futuros que preveían una nueva crisis cíclica del capitalismo, aumento de la agresión imperialista contra nuestro pueblo y empeoramiento de las condiciones de vida de las mayorías populares para lo cual era necesario prepararse. Tal visión se correspondía con la realidad del momento, y después de los múltiples problemas sufridos, aún sigue vigente ese planteamiento, que conjuga la lucha antiimperialista y la autonomía de clase como lo recomienda la Internacional Comunista en sus tesis sobre el problema nacional y colonial.

Habiéndose avanzado en el terreno de la vinculación a nivel nacional van surgiendo aportes y definiciones más claras sobre los niveles de dirección, entre los que entendemos: presencia, incidencia y control, los cuales hemos ido asimilando con la utilización de diferentes métodos de trabajo presenciales y virtuales.

En medio de las impredecibles condiciones, de una pandemia, que agravó los escenarios previstos, el PCMLV demuestra, en la teoría y en la práctica, la vigencia del marxismo leninismo y de sus planteamientos, lo que se termina de ratificar con nuestra campaña, iniciada en el 2018, denominada "El pueblo de Venezuela resiste y lucha contra la agresión imperialista", campaña justa y adecuada a la realidad del momento y a las condiciones de una etapa de la vida nacional y su contexto internacional.

Nuestro partido y los camaradas de otros países respaldaron la iniciativa de la campaña internacional de apoyo al pueblo de Venezuela, en especial nuestros camaradas de la CIPOML, así como otras plataformas de lucha, que facilitaron durante 2018 y 2019 una presencia internacional y nacional, esto lo agradecemos ya que permitió difundir la realidad de Venezuela, desde una visión proletaria; opuesta a la intensa ofensiva de la derecha pro yanqui, diferenciándose también del discurso oficial y del revisionismo lo que permitió, sin duda alguna, consolidar la autonomía de clase y los planteamientos revolucionarios a través de nuestra política en momentos de un agudo ataque, que tenía como objetivo sacar al gobierno, pero en el fondo el blanco de ese ataque era crear unas condiciones extremas en el pueblo que lo llevara a hacer el juego al imperialismo, reponer a la reacción en el gobierno y recibir a los imperialistas del bloque EEUU-UE como los salvadores, lo que nuestro modesto aporte y la cooperación internacionalista del movimiento marxista leninista ayudó a evitar, quedando el plan gringo totalmente descubierto junto con su títere Juan Guaidó, sus guarimbas, amenazas fronterizas, terrorismo y agresión imperialista, que a pesar de las derrotas parciales aún continúa por lo que no podemos bajar la guardia en ningún momento.

Desde años atrás las medidas aplicadas por el bloque imperialista EEUU-UE venían generando la progresiva destrucción de fuerzas productivas lo que aunado a políticas de corte pequeño burgués hacían previsible, que además del impacto del bloqueo y sanciones, la indolencia, corrupción y falta de un verdadero compromiso de clase, llevaran al colapso de una economía, que durante más de 100 años había dependido de la exportación de crudo generando una visión limitada, heredada de ideas de una izquierda pequeño burguesa que no es capaz de entender las bases del marxismo, sus análisis económicos; y que la esencia de la acumulación capitalista en países imperialistas tanto como en los dependientes, está en la apropiación de la plusvalía robada a la clase obrera por parte de los propietarios de medios de producción y que el valor de una mercancía está determinado por el trabajo socialmente necesario acumulado en ella. 

El planteamiento erróneo esgrimido por teóricos pequeño burgueses como Mommer, Baptista y Ramírez llevaron a una visión idealista sobre el origen de los ingresos de la economía venezolana lo que condujo al menosprecio del papel de la fuerza de trabajo: de la clase obrera y el campesinado como ejes de la producción, ubicando en la "distribución de la renta" y no en la producción y diversificación de la economía el centro del esfuerzo económico.

En algún momento hubo algún atisbo de comprensión del problema económico en un país dependiente como Venezuela y se lanzó la consigna del "desarrollo endógeno", pero pudo más la influencia nefasta de las teorías burguesas que menosprecian las capacidades del pueblo y siguieron estimulando la mono exportación unida a la importación de todo tipo de rubros, incluyendo los alimentos básicos; porque es una forma fácil para la acumulación de riquezas para la burguesía emergente, llamada "burguesía revolucionaria" por algunos beneficiarios de esa política de transferencia de recursos del Estado a sus propios bolsillos como forma de acumulación de capital. 

Esos grupos mantienen el planteamiento equivocado de que la lucha en Venezuela es por la "renta" y no ven las relaciones de producción, en una visión de base socialdemócrata que lleva al proceso bolivariano a cometer errores estratégicos, que estamos pagando, pero que han enseñado a las mayorías populares lo que significa ser un país dependiente y lo que debe ser la lucha por la liberación nacional y el socialismo, con su máxima: "A cada cual de acuerdo a su trabajo"

Nuestro partido ha sido impactado junto al pueblo y también ha sufrido los efectos de esas situaciones, pero el haber analizado los posibles escenarios, aplicando las categorías dialécticas, nos permitió un mínimo de preparación por medio de una explicación científica de los fenómenos, cierta anticipación con la distribución de tareas y la territorialidad. 

Algunos militantes fueron impactados, al punto de abandonar responsabilidades, pero los verdaderos cuadros mantuvieron la entereza, consolidaron las estructuras, dieron al partido la posibilidad de capear el temporal y llevar, con el ejemplo de nuestros mártires y una práctica consecuente basada en la teoría marxista leninista, su estudio y aplicación para superar esa prueba, saliendo airosos de momentos complejos, cantando: "Arriba parias de la tierra, en pie famélica legión, atruena la razón en marcha, es el fin de la opresión..." ratificando nuestra consigna estratégica y demostrando así al mundo que los verdaderos comunistas marxista leninistas de Venezuela vamos hacia adelante abriendo un nuevo período de desarrollo, para lo cual estamos realizando todos los preparativos y ajustando las capacidades, contando para ello con los verdaderos cuadros marxista-leninistas que con sus análisis, debates y la aplicación de los métodos y tiempos del partido ratifican que "La unidad del Partido se expresa en sus principios; en los aciertos y no en los errores; alrededor de la organización y no de las personas."