martes, 1 de febrero de 2022

EDITORIAL ENERO 2022

Los análisis van señalando un proceso de recuperación económica lo que genera expectativas de crecimiento a nivel mundial para el año 2022.

Las potencias imperialistas, principalmente el bloque imperialista tradicional se propone aprovechar esa posibilidad para salir de la depresión y recuperar la economía tratando de avanzar hacia el auge económico, por lo que requiere aumentar el control en áreas estratégicas y frenar al bloque imperialista emergente, el camino que les queda es la guerra, pues allí es donde considera tiene una ventaja amplia sobre sus competidores. Vistos de tú a tú, país a país es cierta la ventaja militar de EE.UU, pero si se entiende la posibilidad de consolidación del bloque China-Rusia la cosa cambia, ya que juntas, estas dos potencias más sus aliados del bloque tienen capacidades que igualan, y en algunos puntos lo superan.

Tampoco es real que todos los miembros del bloque imperialista EEUU-UE están dispuestos a embarcarse en una nueva guerra mundial que termine destruyendo sus propios territorios y diezmando su población, porque a diferencia de las guerras de agresión imperialista en África, Asia o América latina esta guerra se libraría principalmente en Europa y es de esperar la oposición a una matanza que pueda afectar sus ciudades, aquí el papel de los revolucionarios será importante al movilizar las masas en contra de esa posibilidad sangrienta.

Latinoamérica no escapa a esta realidad y se encuentra en medio de la pugna por un nuevo reparto del mundo como hemos dicho reiteradamente.

En el caso de Venezuela, a pesar del bloqueo, sanciones y amenazas ha podido elevar las exportaciones e ingresos por remesas.

Cómo en otras épocas anteriores las guerras en medio oriente y países de África ha jugado a favor de los países exportadores de crudo, ya que acompañado del frío invierno en el norte, y la consecuente elevación de la demanda de combustibles permitió el aumento de los precios del petróleo a fines de 2021; con ello la obtención de ingresos para el gobierno venezolano invertir en pozos paralizados.

Como dijimos muchas veces; el cambio de esquema energético a formas "verdes", aunado al bloqueo, impediría la recuperación de la industria por vía de inversión extranjera, lo que obligó al Estado venezolano a hacer inversiones con sus propios recursos, que fueron obtenidos de la disminución de beneficios laborales y la elevación de la plusvalía al llevar los salarios a niveles de subsistencia para producir un "ahorro" que ha sido invertido en la recuperación de la industria petrolera con recursos propios, mientras las condiciones de vida de las mayorías populares llegaban a niveles de subsistencia, esto ha tenido como principal causa la agresión del bloque imperialista EEUU-UE y las debilidades de las políticas gubernamentales.

El precio ha sido alto: destrucción de fuerzas productivas, un costo social incalculable. Venezuela tardará años en recuperarse, pero podemos decir que ese inmenso sacrificio logró el objetivo de evitar caer de nuevo en las garras del imperialismo yanqui, eso es inocultable, lo mismo que el impacto en el pueblo.

Las reivindicaciones programáticas planteadas históricamente por la izquierda han tenido un nivel de desarrollo, medidas vinculadas a la lucha antiimperialista y de independencia nacional están en proceso, como hemos dicho en anteriores ocasiones, eso no es socialismo, pero nadie puede negar de forma objetiva que el imperialismo yanqui ha sido excluido de la toma de decisiones en las áreas estratégicas del país.

Esta lucha, que expresa las contradicciones fundamentales de la época, implica el entrecruzamiento de la lucha de los bloques imperialistas por el control de mercados, territorios, materias primas, rutas comerciales ante las cuales Cuba, Venezuela y Nicaragua quedan vinculadas al bloque imperialista China-Rusia, pero allí también hay contradicciones, internas y externas, además está la contradicción capital - trabajo que implica la lucha del proletariado en todos los países y a todo nivel por mejores condiciones de vida.

El proceso político venezolano ha pasado de un proceso de descomposición del Estado, que se fue estancando producto de la bancarrota de Guaidó como títere del bloque imperialista EEUU-UE y que fue derrotado, principalmente por la resistencia y lucha del pueblo venezolano contra la agresión imperialista, ahora se ha pasado al proceso de recomposición del Estado, sin duda sobre bases capitalistas, lo que coloca el escenario de negociación entre fracciones burguesas en el centro de la lucha por apropiarse de las riquezas a través del control del Estado.

La agudización de las contradicciones fundamentales de la época es algo indiscutible, ante esto los marxistas-leninistas tenemos que fijar posición clara y concisa para explicar a las masas populares la posición correcta de los comunistas ante una compleja realidad.

El apoyo incondicional es incorrecto, es pasarse a la socialdemocracia.

Asumir la oposición, colocar a Maduro como enemigo principal, plegarse a la política de la derecha, como lo hizo antes la dirección desviada de BR, que es el camino de la actual dirección revisionista del PCV es confundir al pueblo, dividir las fuerzas democráticas y promover la derrota ante la agresión imperialista.

La posición de Apoyo Crítico con Exigencias que planteamos los Marxista leninistas de Venezuela es la verdadera opción en las condiciones de nuestro país y de un mundo agitado. 

Evidentemente desde la teoría y práctica marxista leninista esta última es la posición correcta en un país dependiente, bloqueado y agredido conservando la autonomía de clase y aprovechando los espacios democráticos para organizar las masas populares para la liberación nacional rumbo al socialismo. 

Muchas veces las posiciones individualistas y egocéntricas de actores llevan a las organizaciones por el camino del desastre político, ideológico y moral, demostrando su carácter revisionista, aunque se den golpes de pecho hablando de la "izquierda" pero sin duda jamás han defendido de forma consecuente los verdaderos planteamientos de Marx, Engels, Lenin y Stalin, ni de la Internacional Comunista en relación a la lucha de los comunistas en los países oprimidos y menos las tesis de Lenin sobre el infantilismo de izquierda. Estos señores son presa de unas desviaciones que repiten el mismo papel denunciado muchas veces por los verdaderos marxistas-leninistas de Venezuela.

Las bases de esos partidos deben marcar distancia de tales desviaciones y sumarse a la política de Apoyo crítico con exigencias. Verdadera política revolucionaria para una situación como la actual donde la unidad construida en las bases pueblo es indispensable para enfrentar al enemigo común de toda la humanidad que es el imperialismo y al peligro principal que son las actitudes guerreristas del imperialismo yanqui.

El problema de hoy para los revolucionarios es como avanzar en la organización del proletariado a nivel nacional e internacional para frenar las amenazas violentas del fascismo, las apetencias de ambos bloques imperialistas y consolidar el movimiento revolucionario para avanzar en la senda de la liberación nacional rumbo al socialismo.



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