¿Qué exige la situación en Venezuela de los revolucionarios?

El pueblo de Venezuela ha sido sometido a un ataque que se expresa en diferentes formas y con diferentes tácticas con el fin de doblegar su capacidad de combate. Sabe los halcones imperialistas que este es un pueblo que resiste y lucha desde diferentes trincheras políticas, organizativas y económicas, que en gran medida ha identificado a su enemigo principal que no es otro que los EE.UU y la UE en contra de quienes debe dirigir los golpes centrales evitando las distracciones que intentan imponer la pequeña burguesía vacilante, sectores de la burguesía quienes intentan ubicar la atención central en otros fenómenos, tratando de disminuir la disposición de lucha y combate necesaria para estos momentos.

Las consecuencias de la agresión imperialista encabezada por los EE.UU y con apoyo de sus aliados de la UE además de algunos gobiernos lacayos de América Latina entre los que destacan Brasil, Colombia se han venido acentuando progresivamente, manifestándose esto en el aumento de las penurias que día a día debe sufrir los explotados y oprimidos que son el centro del ataque de los especuladores, de los mercenarios de las bandas paramilitares financiadas por la derecha. A esto se suma la ineficacia de las instituciones gubernamentales que le corresponde el control de precios, garantizar los servicios públicos, abastecimiento de alimentos elementos que se han venido deteriorando de manera acelerada en detrimento de importante parte de la población.

Es claro que para superar la actual situación no se hará a través de las marionetas pro imperialista de la oposición, para superar la actual situación se requiere entre otras cosas elevar la producción, lo que puede ser garantizado precisamente por quienes producen, es decir los obreros y campesinos. Así mismo es necesario el combate a los actos de corrupción en las cadenas de comercialización, distribución y consumo. Pero para esto también se hace necesario el fortalecimiento organizativo del movimiento popular revolucionario, el cual debe seguir trabajando de manera intensa por consolidar los acuerdos y alianza entre los hombres y mujeres que expresan su firme voluntad de enfrentar hasta las últimas consecuencias la agresión imperialista. Para esto es necesario a su vez que los espacios de encuentro para el debate, análisis de la situación y concreción de propuestas que sean impulsadas de manera coordinada, consecuente y al unísono puedan ser multiplicados y acelerados.

Estamos en una carrera contra el tiempo lo cual nos imponen una circunstancias complejas, que a su vez requiere de una disciplina militante, consciente que sea instrumento para la cualificación nuestra como hombres y mujeres anti imperialistas y anti fascistas. El enemigo multiplicara sus acciones, expresadas en guerra psicológica, en sabotajes, agudización del cerco económico y en su intento de concretar una intervención militar apoyados en ejércitos mercenarios de la región.

Todo esto devela la hipocresía de los sectores de la derecha nacional e internacional que tratan de utilizar en su favor las difíciles situaciones que vive el pueblo venezolano y que ellos han contribuido a crear en importante medida.

No nos dejemos confundir por el mensaje que la maquinaria de propaganda imperialista difunde por sus medios, la solución a la actual situación pasa porque las mayorías explotadas y oprimidas tomen en sus manos el desarrollo de la tarea histórica que corresponde en la producción, en la lucha anti imperialista, es decir en la dirección económica y política del país. La historia demuestra que solo la disposición de combate, fortaleza en la organización y la claridad en los objetivos políticos en el desarrollo de la lucha de clases pueden significar la diferencia entre la catástrofe o la posibilidad de triunfo contra la miseria capitalista.

Además de nuestra disposición para el combate es importante consolidar el apoyo internacional revolucionario como expresión del internacionalismo proletario; que los pueblos del mundo se movilicen, que no deje respiro al enemigo imperialista en ningún lugar, que haya disposición de lucha hasta las últimas consecuencias, consientes que la victoria sobre los ejércitos imperialistas es posible con la acertada dirección política revolucionaria.