Con estas declaraciones queda asentada la clara intención de los imperialistas del bloque EE.UU-UE-OTAN de continuar la expansión a gran escala de la guerra, propiciando su prolongación en el tiempo construyendo así una vía para un mayor fortalecimiento del complejo industrial militar que va tomando así connotaciones de agente determinante en la ruta económica, política y militar a ser desarrollada a nivel mundial por diferentes gobiernos.
En este sentido es importante tener en cuenta los escenarios que se van desarrollando en torno a las contradicciones de los bloques imperialistas (China-Rusia y EE.UU-UE- con su brazo armado La OTAN) en torno a Taiwán, donde la elevación de los niveles de contradicción está configurando el escenario para expandir la guerra a este escenario.
¿Qué significa la adopción de una economía de guerra impuesta por las potencias imperialistas sobre los pueblos? Significa que los esfuerzos de los imperialistas se concentrarán en favorecer la actividad de la producción de la industrial militar, relegando aún más la atención a los pueblos, sometiendo a estos, a condiciones de vida terrible y signada por una gran miseria en contraposición con las grandes ganancias económicas que obtienen los capitalistas que controlan la cadena de producción vinculada al área militar.
Desde los mismos voceros de los bloques imperialistas se hace énfasis a privilegiar el desarrollo de la actividad militar, cada uno justificando su acción, señalando el "enorme peligro" que significa su adversario.
La burguesía imperialista, en su afán de repartirse el mundo, sumerge al proletariado en terribles condiciones de vida, multiplica los mecanismos para fortalecer la explotación de los pueblos, extrayendo enormes cantidades de plusvalía a través de la imposición de la guerra donde a su vez se modifican o reafirman las rutas comerciales que pueden cambiar el dominio de un bloque imperialista por otro.
Los bloques imperialistas llevan a cabo un conjunto de acciones para que diferentes países modifiquen y coordinen sus aparatos económicos con el objetivo de supeditarlos a las dinámicas de la guerra que ellos mismos han impuesto e impulsado de diferentes maneras. Para lograr este objetivo, entre otras cosas los imperialistas utilizan su maquinaria propagandística para promover la guerra bajo consignas como “defensa de la libertad”, “defensa de la patria” “defensa de la democracia”, "defensa de los derechos de un pueblo" al que al mismo tiempo utiliza como conejillos de indias para experimentar la efectividad de sus tácticas de guerra y la letalidad de sus armas, es decir al final de todo habrá los enormes sacrificios y penurias de los pueblos en contraposición de las enormes cantidades de ganancias y beneficios que obtienen los bloque imperialistas gracias a los horrores de la guerra.
La destrucción de las fuerzas productivas del bando contrario es uno de los objetivos centrales de cada uno de los bloques imperialistas, el ganador obtendrá el dominio sobre las principales rutas económicas, las materias primas, recursos y territorios y se adjudicará por fuerza el derecho de reorganizar el mapa económico político internacional para ejercer la explotación de la fuerza de trabajo en su favor.
Para fortalecer su ofensiva rapaz y voraz, los imperialistas promueven e impulsan a las organizaciones y expresiones fascistas, fenómeno que podemos ver con mayor fuerza en algunos países de Europa donde partidos identificados con estas posiciones políticas de extrema derecha aumentan su despliegue y logran la aceptación de parte de la población, incluso se promueve la censura prohibiendo canales de información, y promoviendo acciones reaccionarias como la quema de material bibliográfico, situación que hace recordar los tiempos de la Alemania Nazi, y en caso de América Latina la dictadura de Pinochet en Chile.
El escenario está marcado a su vez por la debilidad de partidos y organizaciones revolucionarias que no logran captar un amplio y efectivo apoyo de las masas para poderlas orientar hacia salidas revolucionarias que permitan superar los límites impuestos a sangre y fuego por los capitalistas. Sin embargo, los partidos y organizaciones revolucionarias, así como los pueblos, no desisten en sus acciones, entre las que están las permanentes movilizaciones para pelear por sus condiciones de vida y además denunciar y rechazar las medidas impuestas por los capitalistas que solo conducen a mayores sufrimientos y depauperación de las condiciones de vida. Estas movilizaciones de los trabajadores se multiplican, catalizadas a su vez por las consecuencias de la guerra imperialista en Ucrania, cuyos efectos golpean con mayor fuerza y por diferentes flancos las economías de los países involucrados en la guerra.
América Latina
En el desarrollo de las acciones de los bloques imperialistas por repartirse el mundo; estos se despliegan en diferentes formas y tácticas para tratar de avanzar en sus objetivos de dominar los mercados, territorios y los recursos que en estos se encuentran. Una de estas formas utilizadas por los imperialistas para asegurar la efectividad de su despliegue son los mecanismos empleados a través de las instituciones políticas y económicas internacionales. Estas son instrumentos que sirven para ejercer presión sobre diferentes gobiernos con el objetivo de obligarlos a adoptar medidas que favorezcan la actividad de uno u otro bloque imperialista. En este sentido, es importante estar atentos al anunciado encuentro entre el presidente de Brasil, Lula Da Silva, y de los EE.UU, Joe Biden.
Seguramente uno de los objetivos de este encuentro es obligar acuerdos para tratar de alinear al gobierno de Brasil en el marco de una política favorable a Washington.
Siendo Brasil la primera potencia en América Latina e integrante del BRICS, es claro que los EE.UU buscan “clavar” una cuña en el seno de las iniciativas encabezadas por sus rivales del bloque imperialista China-Rusia, alianza que experimenta un comportamiento ascendente en los escenarios mundiales incluyendo nuestro continente, en el cual han dado significativos avances en acuerdos económicos y militares.
Los diferentes bloques imperialistas en el marco de seguir la ruta trazada para el reparto del mundo hacen lobby para intentar concretar alianzas y acuerdos mediante los cuales intentan hacer “socios” que les ayuden a concretar sus objetivos en el marco de la expansión de la guerra imperialista que tiene como escenario central por los momentos a Ucrania.
Para los marxistas leninistas, los actuales momentos no hacen más que confirmar los postulados sostenidos y comprobados en diversos escenarios donde se desarrollan situaciones las cuales nuevamente la contradicción capital trabajo toma cuerpo en la puja de los trabajadores contra el yugo impuesto sobre ellos por los capitalistas y sus lacayos. En este sentido, es claro que se seguirán multiplicando las batallas en diversos escenarios y las diferentes formas de lucha estarán a la orden del día, y si estas son desarrolladas de manera consecuente y bajo la orientación revolucionaria de clase, pueden obtener el éxito que encienda la llama para una nueva ola de revoluciones.
Debemos siempre recordar, que han sido en momentos en que las contradicciones inter imperialistas han llegado a niveles de provocar guerras, y han sometido a la humanidad a las más terribles condiciones cuando los pueblos guiados por organizaciones consecuentemente revolucionarias, entre estas los Partidos Marxistas Leninistas, se han asegurado victorias que han salvado a gran parte de la humanidad de la catástrofe a que la sometieron los imperialistas a través de la guerra.
En el caso de América Latina los marxistas leninistas tenemos entre otras cosas que resolver de manera acertada, apegados a las enseñanzas de la internacional Comunista las contradicciones con los movimientos y partidos socialdemócratas que experimentan un avance y se fortalecen con el triunfo de Lula, y Petro, el primero, triunfante en el país con la primera economía de América Latina, sumado al bloque económico de los BRICS, el segundo, encabeza una propuesta que ha logrado romper con años de dominio de los sectores de la derecha en el gobierno de ese país al encabezar y llevar a la victoria una fórmula de izquierda que ha cambiado el contexto de las relaciones políticas en la región.
Perú
El pueblo de Perú resiste y lucha, entre el silencio mediático de las grandes cadenas de información sujetas a los monopolios y la fuerza limitada con que se desarrollan las movilizaciones populares que se han mantenido en la calle enfrentando una terrible represión que ha costado decenas de muertos. Los organismos internacionales juegan un papel contemplativo, prácticamente, actuando al ritmo de las órdenes de sus amos imperialistas para poder operar según los requerimientos que estos les exijan.
Las peticiones de las fuerzas populares en la calle de una constituyente ha sido negada reiteradamente y en contraposición a esto el gobierno de Boluarte responde con una despiadada represión utilizando para esto a los organismos policiales que con saña han actuado en la calle en contra de las movilizaciones de los sectores populares que exigen una salida que pase por una participación decisiva y vinculante de las mayorías explotadas y oprimidas.
Expresamos nuestra solidaridad son el pueblo de Perú que se moviliza en defensa de sus condiciones de vida, en rechazo a las imposiciones de un peón del imperialismo a la cabeza del gobierno y en particular expresamos solidaridad con las organizaciones marxistas leninistas que tienen el deber de bregar con disciplina revolucionaria para superar las debilidades y aportar las orientaciones necesarias para que las amplias masas puedan conseguir una victoria.
Venezuela
El gobierno de Venezuela ha llevado a cabo unas conversaciones en el marco de una mesa de diálogo tripartita, a los voceros del gobierno se han sumado los sectores empresariales y representación de las centrales de los trabajadores.
Es necesario alertar a los trabajadores sobre el peligro que implica la restauración de una mesa tripartita que había sido abolida como medida revolucionaria adoptada en su momento por el comandante Chávez al reconocer este la exigencia de los sectores revolucionarios, entendiendo además que los derechos de los trabajadores no pueden ser sometidos a la óptica de sus enemigos históricos. Cabe resaltar que este mecanismo de acuerdos tripartitos ha sido impuesto entre otros organismos por la OIT (Organización Internacional del Trabajo) y lo que se busca con esto es limitar la acción de los trabajadores a acuerdos con la burguesía. Estos son mecanismos ordenados por los burgueses, quienes, como mencionábamos en líneas anteriores, utilizan sus organismos internacionales para presionar y obligar acuerdos para favorecer sus intereses, lo que termina golpeando aún más las condiciones de vida de los explotados y oprimidos.
Como Partido Proletario reivindicamos que la construcción de salidas a las exigencias de las mayorías explotadas y oprimidas no debe pasar por la voluntad de diálogo de los patrones ni de sus organizaciones como FEDECAMARAS, el diálogo es directo con los trabajadores.
El contexto económico, político y social en lo nacional es de alta conflictividad social, las diversas manifestaciones por el justo reclamo de los trabajadores para mejorar los salarios y las condiciones de vida se han multiplicado y han sobrevivido a los intentos de sectores de la derecha de aprovechar de manera oportunista la situación para lavarse la cara y tomar nuevos aires que la fortalezcan en el panorama político, así mismo como a señalamientos sesgados de sectores de gobierno que intentan etiquetarlas y generalizarlas como movilizaciones conspirativas de la derecha en su totalidad.
La falta de respuesta oportuna, de aplicar mecanismos acorde con el contexto y la realidad social, solo ha agudizado el rechazo de gran parte de los trabajadores a las propuestas del gobierno para superar la actual situación. En este sentido, asumimos que el gobierno tiene que revisar con profundo sentido autocrítico esta política que termina perjudicando a las mayorías explotadas y oprimidas, y a su vez, entender que el enemigo no son la generalidad de los manifestantes que se movilizan para exigir las justas reivindicaciones a las que además no pueden renunciar, sino aquellos factores que pujan porque se adopte una política que aleja cada vez más al gobierno de identificarse con los intereses de los trabajadores.
La realidad general impone que los factores revolucionarios actuemos con mucho cuidado y prudencia, en el escenario agitado es necesario estar atentos para defender con acierto los intereses del proletariado a la vez que enfrentamos con determinación al enemigo principal de los pueblos, el imperialismo, además de aprovechar la acumulación de fuerzas para lograr victorias que ayuden a alcanzar objetivos tácticos y estratégicos en el marco de la lucha de clase.
Es necesario evitar generar expectativas falsas entre el proletariado, también hay que hacer centrales esfuerzos para orientar con sentido práctico e ímpetu revolucionario las acciones de calle que gran parte de las masas están desarrollando para pelear en defensa de sus condiciones de vida.
La realidad económica, política y social nos sigue impactando de manera contundente como trabajadores. Hemos evidenciado en la realidad práctica como a través de múltiples mecanismos, la burguesía nos ha reducido exponencialmente el salario real, situación que nos ha llevado a niveles desastrosos en nuestras condiciones de vida.
Las organizaciones revolucionarias nos hemos planteado una vez más ante esta situación diversos debates para tratar de dilucidar las respuestas adecuadas que permitan avanzar con asertividad en la justa lucha por las reivindicaciones histórica de los trabajadores, sin que esto pueda ser aprovechado por los elementos oportunistas de derecha en favor de los propósitos de desestabilización, ni por los oportunistas de izquierda que pretenden sumir al movimiento de los trabajadores en aventuras, obviando en los hechos concretos la lucha contra el enemigo principal, el imperialismo.
Entre estos dos polos están con una visión dialéctica, en defensa de nuestros intereses como explotados y oprimidos los verdaderos marxistas leninistas, quienes asumimos la tarea que impone el momento de desenmascarar a los revisionistas del PCV, quienes son inconsecuentes con los postulados del marxismo leninismo, el cual nos orientan, entre otros elementos concentrar las fuerzas en contra del enemigo principal de los pueblos, el imperialismo, manteniendo una posición de defensa de los intereses del proletariado, evitando fortalecer a los enemigos del proletariado y a sus lacayos.
Al ignorar en la práctica estos elementos, los revisionistas del PCV se han fusionado en las calles con los enemigos históricos del pueblo y del movimiento revolucionario para reducir a términos economicista la lucha de los trabajadores.
Por otro lado, están los que desde el gobierno pretenden confundir la lealtad a los principios revolucionarios con el silencio e inacción, situación que por supuesto es peligrosamente inconsecuente para los intereses de las mayorías explotadas y oprimidas, ya que deja en un desamparo a las amplias masas que necesitan unas respuestas urgentes y efectivas ante la precaria situación que están viviendo.
Los verdaderos marxistas leninistas debemos exigir la implementación de una política eficaz y efectiva en defensa de las condiciones de vida de las mayorías explotadas y oprimidas, al mismo tiempo que rechazamos las pretensiones descaradas de las organizaciones empresariales como FEDECAMARAS y los partidos de oposición en presentarse como “salvadores” de la clase obrera, cuando son ellos los que han contribuido mediante un plan sistemático a llevar las condiciones de vida del pueblo a niveles miserables, ejecutando cuáles serviles peones, las órdenes de sus amos imperialistas.
Estamos en momentos de definiciones, los hechos acelerados en lo económico, político y social, en el plano nacional e internacional, caracterizan un contexto en los cuales se agudiza la lucha de clases, conformándose así escenarios donde las acciones de la burguesía para imponer su dominio a sangre y fuego se multiplican, para esto reviven la propuesta fascista.
Ante esto, los marxistas leninistas reivindicamos la necesidad de redoblar esfuerzos para poder asegurar los avances requeridos por el proletariado en su lucha por la liberación nacional y el socialismo. La mejor respuesta, desde el proletariado ante las situaciones complejas, es fortalecer y movilizarse con mayor fuerza para lograr el objetivo en el marco de la lucha por la liberación nacional y el socialismo.
El socialismo solo se construye con la alianza obrero campesina en el poder y el pueblo en armas.
Febrero 2023
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