Este mecanismo no es nuevo, se vivió antes, en especial en los años 60 y 70, operando principalmente en el terreno ideológico, llevando a una parte de la población y en especial de la pequeña burguesía a acoplarse a los "nuevos paradigmas" que cambian las palabras, pero no tocan la esencia de la explotación capitalista que se mantiene intacta, incluso se amplía sobre la base de su propio ciclo, que en los últimos años ha seguido descargando sobre la clase obrera, los mecanismos explotadores para la sobrevivencia de su modo de producción que vive de la opresión y desigualdades sociales, que van siempre acompañadas de crisis económicas, las cuales han aumentado las ganancias de los monopolios, junto a la centralización y concentración de capitales a niveles nunca antes vistos, mientras la clase obrera se empobrece y muchos dirigentes o partidos influenciados por esas "modas" miran hacia otro lado: hacia los "cambios de la sociedad pos moderna" olvidándose de lo que se mantiene y sustenta el sistema: La explotación del trabajo asalariado y la apropiación de la plusvalía por medio de la explotación del proletariado, incluso ya a nivel mundial.
En estos 15 años también hemos visto como las potencias imperialistas han ido coordinando su accionar mundial para consolidar sus bloques imperialistas, lo que va haciendo más clara su acción conjunta y nivel de enfrentamientos. Así mismo vemos como los derechos de la clase obrera van perdiéndose, junto con sus salarios, mientras los grandes monopolios aumentan la plusvalía obtenida en ambos bloques imperialistas por medio de profundos nexos del capital y el Estado, que cada día expresa más claramente su papel de instrumento de opresión de clase, que tratan de enmascarar con sus avances tecnológicos, pretendiendo decir que los aumentos de capitales no son dados por la explotación de la clase obrera, sino por la alta tecnología.
Venezuela y América latina también van viviendo cambios, uno de ellos es que mientras el mundo avanza en un proceso de fascistización podemos ver como las ideas democráticas van avanzando en medio de la mezcla con un discurso de izquierda y lucha revolucionaria en que no aborda la esencia del fenómeno, pero que permite derrotar gobiernos de extrema derecha como los de Duque o Bolsonaro, mientras se mantiene en los gobiernos procesos que reivindican una historia de luchas y aplican medidas que no atacan de forma directa al capital, pero si favorecen ciertos aspectos sociales.
La lucha de clases se expresa a nivel internacional, nacional e incluso entre las diversas tendencias de izquierda, donde la lucha entre Marxista Leninista y revisionistas se agudiza también al valorar la táctica a aplicar en un escenario determinado. Existen escenarios desconocidos, las luchas por la liberación nacional y el socialismo tienen trayectoria de casi un siglo en nuestro país, si lo valoramos en sentido histórico hemos avanzado, pero esos gobiernos apenas representan avances democráticos.
Por eso, la mayoría de los pueblos que hoy pueden ver la presencia de gobiernos democráticos, lo que nunca antes había existido, perciben cierto avance, sabemos que no es suficiente, que debemos seguir en el proceso de liberación nacional, la democracia popular y el socialismo, para ello tenemos que consolidar la vanguardia y avanzar en la dirección de las amplias masas.
Enfrentar esa realidad, que se presenta en varios países de América Latina, nos lleva a valorar un espacio que difiere de lo que ocurre en otras regiones, eso es un reto para todos los Marxista-Leninistas. No es lo mismo un partido Marxista Leninista ante un ambiente de participación democrática, que ante un gobierno represivo de derecha, en estos años ese tipo de modificación dentro del modo de producción capitalista ha ocurrido ¿Cómo deben los partidos enfrentar esta realidad?.
Debemos asumir que los propios partidos van sufriendo cambios: la realidad económica, la crisis, la pandemia, los cambios en la población, los fenómenos de migración, el impacto de los medios de comunicación ¿Cómo enfrentar estas situaciones?.
Se espera que la actual crisis se transforme en una gran depresión, lo cual va a acelerar las contradicciones fundamentales y con estas los conflictos acelerando las guerras y revoluciones, ante esto los Marxistas Leninistas debemos acumular fuerzas para dirigir esos conflictos por la vía revolucionaria.
Nuestro partido en sus 15 años ha vivido tiempos de crecimiento rápido, de importantes movilizaciones de calle, también de estancamiento, de retroceso, de reanimación, en todo este tiempo hemos ratificado que el centro de nuestro trabajo es con la clase obrera, los campesinos y comuneros revolucionarios, que esos son los actores fundamentales, que la formación en las bases del Marxismo Leninismo es esencial y que debemos consolidar los principios valorando la realidad y usando las diferentes formas de lucha de acuerdo con el momento político.
¡Hoy seguimos ratificando que, el socialismo sólo se construye solo con alianza obrero campesina en el poder y el pueblo en armas!
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