El carácter irreconciliable de esta lucha, se va a reflejar en sus partes integrantes, por lo tanto al abordar la lucha ideológica como expresión particular de la lucha de clases estamos librando la pelea contra el enemigo de clase en un terreno en el que la burguesía empleará diversas armas para tratar de confundir y desviar al proletariado de sus objetivos centrales.
En la historia de lucha política ideológica de los partidos marxistas leninistas han quedado plasmadas diversas experiencias en las cuales se ha librado dura batalla para defender las posiciones consecuentes, revolucionarias.
Duras han sido las batallas contra las posiciones burguesas y entre estas las vacilantes, nocivas, del revisionismo moderno, posiciones incorrectas que al fin de cuentas atentan contra los intereses del proletariado.
No
es esta la primera, ni será la última vez que los consecuentes marxistas
leninistas deban emprender una batalla feroz contra los ataques del
revisionismo ya que es necesario enfrentar los muy negativos efectos de las
ideas burguesas en el movimiento revolucionario.
La
historia ha demostrado que el movimiento revolucionario en general y los marxistas
leninistas en particular se han forjado en distintos escenarios y tiempos en la
lucha contra la reacción y el revisionismo en sus diversas manifestaciones.
El revisionismo como expresión de un degenerado oportunismo ha contribuido a debilitar las iniciativas populares revolucionarias de unidad, de conformación de espacios de acción conjunta para enfrentar al imperialismo. Al contribuir a debilitar a las organizaciones revolucionarias entre ellas al partido del proletariado el revisionismo contribuye a su vez a una mayor dispersión y confusión en la lucha contra el capitalismo y el imperialismo, ejemplo claro de esto es el trotskismo.
Uno de los capítulos más significativos en la ofensiva del revisionismo moderno contra en marxismo leninismo la tenemos en el desarrollo y conclusiones del XX Congreso del PCUS donde con Krushev a la cabeza tuvo lugar un ataque abierto contra el legado y la figura del camarada Stalin, se adoptaron tesis que desconocían elementos de principios, se abrían así las puertas para socavar las bases fundamentales del marxismo leninismo y los ejecutores de esta ofensiva (entre ellos elementos trostkistas) para disimular sus intenciones dijeron que lo hacían (valga la ironía) apegados al marxismo leninismo.
Muchos
partidos comunistas en el mundo se apegaron sin mayores problemas a la línea
del revisionismo encabezado por Nikita Krushev. Privilegiaron así mantener los
beneficios que se derivaban de las relaciones con el PCUS, se convirtieron en
cómplices, entre varios elementos por la comodidad de guardar silencio ante la
ofensiva del revisionismo moderno, una manera de huir a la lucha por defender
los principios del marxismo leninismo y el legado del camarada Stalin.
El
ataque contra Stalin y contra la dictadura del proletariado fue una de armas
utilizadas por la camarilla revisionista a nivel mundial la cual desarrolló
diferentes tácticas para tratar de imponer sus tesis tergiversadoras del
marxismo leninismo convirtiéndose así en peones de las fuerzas contra
revolucionarias de toda índole a nivel mundial.
La
degeneración de los revisionistas los llevó a adoptar diversas formas de
claudicación. Si con Krushev la ofensiva del revisionismo se caracterizó por
asumirse marxistas leninistas de palabra y negarlo contundentemente en los
hechos, asumiendo además una negación del legado de Stalin, con fenómenos
posteriores como el llamado eurocomunismo de manera abierta se renegaba no
solamente de la obra de Stalin, sino también de la obra y pensamiento de Lenin.
Entre las tareas de los marxistas leninistas en la actualidad está la de defender en situaciones muy complejas la vigencia del marxismo leninismo y su importancia central para el movimiento revolucionario internacional y para la humanidad misma. Con las orientaciones acertadas, empleando el análisis concreto de la realidad concreta debemos disponer de nuestros mejores esfuerzos y recursos para avanzar y ocupar la primera fila en la dirección de la lucha del proletariado contra el capitalismo y el imperialismo, encabezando nuevos triunfos que contribuyan a dar el salto dialéctico para nuevas experiencias de revoluciones proletarias.
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