martes, 25 de mayo de 2021

EDITORIAL MAYO 2021

La resistencia popular del pueblo palestino contra la agresión militar del ente sionista de Israel y sus aliados, la lucha abierta del pueblo colombiano contra la extrema derecha paramilitar, los movimientos populares de Haití contra un gobierno pro yanqui, las movilizaciones en Asia, África y Europa, el movimiento de migrantes desde los países dependientes hacia los imperialistas, las pugnas cada día más evidentes entre los dos bloques imperialistas dominantes; son todos signos actuales de las contradicciones principales de esta época que se agudizan en medio de la peligrosa pandemia.

En esta realidad que va pasando progresivamente de una ingenua defensa de derechos a la ofensiva política, con formas de lucha de masas y el involucramiento de una nueva dirigencia, es necesario resaltar el papel protagónico que va asumiendo la clase obrera, los campesinos y comunidades contra los opresores, contra los gobiernos de la burguesía y terratenientes, en especial contra las políticas neoliberales y fascistas impuestas por los imperialistas.

Las contradicciones se expresan también entre los intereses nacionales de pueblos con elevada conciencia de clase, entre sus sectores más avanzados por una parte, contra los representantes de los monopolios y el imperialismo que quieren mantener el "estatus quo" de dominación.

De igual forma es innegable la confrontación entre los dos bloques imperialistas: tradicionales versus emergentes, entre las cuales China y Rusia, los EE.UU. y la U.E. juegan un papel dominante.

A pesar que el discurso generacional, étnico, religioso o de género ha estado al frente en la escena comunicacional y que las reivindicaciones de estos sectores sociales juegan un importante papel en la movilización, en muchos casos aupados y promovidos por los grandes medios, es evidente que la confrontación que vivimos tiene un inocultable componente de clase, colocando en lugar privilegiado la lucha entre los dueños de la riqueza; la burguesía, y los que no somos propietarios de medios de producción; la clase obrera, que junto con los campesinos pobres y comunidades nos encontramos frente a frente.

Otras capas como la pequeña burguesía, los campesinos medios y la intelectualidad reformista pretenden ubicarse en un punto intermedio, estando una veces a favor de un discurso y otras veces movilizándose en otro, atacando las políticas neoliberales y la hegemonía de los grandes monopolios tradicionales en algunos momentos y promoviendo la misma explotación pero con nombres nuevos en otro.

Producto de la actual situación mundial y de la lucha concreta, en muchos países las capas medias toman para sí reivindicaciones populares y asumen en algunas coyunturas un papel de dirección llevando adelante su propuesta mediadora, pacifista y de conciliación que se sustenta en cultivar ilusiones de salidas democráticas y en el marco del Estado burgués sin alterar las bases de explotación e injusticias capitalistas.

Más allá de esas ilusiones de búsqueda de la armonía entre explotadores y explotados cada vez es más claro que el mundo está dividido entre los que son propietarios de grandes medios de producción y los que apenas poseemos nuestra fuerza de trabajo. Este es el centro de las actuales luchas, aunque pretendan ocultarlo: La exigencia de quienes estamos obligados a vendernos cada día para poder comer y alimentar nuestros hijos, la cual choca con los intereses de clase de quienes acumulan riquezas inmensas gracias a la explotación de las mayorías populares.

Cómo hemos evidenciado la confrontación va en aumento por lo que se auguran tiempos de enfrentamiento por los 4 puntos cardinales y en todos los continentes.

Para las fuerzas revolucionarias y en especial para los marxista-leninistas esta situación plantea un reto inmenso en el sentido teórico y práctico: Fortalecer nuestra organización a nivel internacional y colocar el programa del proletariado como referencia de lucha entre las amplias masas apoyando las iniciativas populares mientras en cada país se amplía nuestro campo de influencia entre la clase obrera, el campesinado y las comunas para generar un avance hacia sectores democráticos, patrióticos y revolucionarios de la sociedad.

Marx, Engels, Lenin y Stalin, la Internacional Comunista así como Dimitrov y otros consecuentes marxista leninistas del mundo nos han enseñado, en la teoría y en la práctica que en momentos como estos el sectarismo, el oportunismo de derecha y el infantilismo de izquierda son puntos de vista nocivos para los avances del proletariado en su conjunto.

La necesidad de valorar la situación concreta, la correlación de fuerzas y las potencialidades revolucionarias son la base para definir la táctica en cada período de flujo o reflujo.

De igual forma nos orientan a valorar las fuerzas propias, las auxiliares y de reserva, así como las del enemigo para determinar el sentido del golpe principal así como los objetivos en cada coyuntura.

Definir la táctica a seguir es un elemento fundamental para el partido Marxista Leninista y allí se juega el futuro. Por eso manejar la información precisa y objetiva, valorar las condiciones de vida de los explotados como el estado de ánimo de las masas, no desesperar, acumular fuerzas para avanzar hacia el objetivo estratégico son recomendaciones que en especial Lenin y Stalin han puesto en nuestras manos al analizar los sucesos que llevaron al triunfo de los bolcheviques durante la gran revolución socialista de1917.

Valorar siempre las posibilidades de acumulación de fuerzas y la política de Unidad, Alianzas y Acuerdos es muy importante, a nivel nacional e internacional para avanzar en el sentido progresivo y revolucionario de las luchas consolidando la conciencia proletaria entre la militancia y otras capas sociales susceptibles de nuestra influencia.

De igual forma para aplicar el internacionalismo proletario es necesario valorar el movimiento mundial en su conjunto definiendo igualmente el sentido avanzado y revolucionario para impulsar la política de Frente Popular Antiimperialista y Antifascista junto a las fuerzas más avanzadas de otros países.

Nos encontramos en momentos de lucha intensa en algunos países y regiones del mundo, el proletariado está moviéndose aceleradamente dentro de unas masas que incluyen otros sectores sociales de la pequeña burguesía, en algunos casos de la burguesía media que por diversas motivaciones se oponen a las políticas aplicadas desde los centros monopolistas dominantes que empujan acciones de corte fascista y de extrema derecha ante lo cual las personas con algún nivel de conciencia democrática se oponen. Seremos los marxistas capaces de colocarnos a la cabeza de estas luchas y aprovechar las condiciones para demostrar nuestra disposición de combate al frente de lo más avanzado de la sociedad?.

Esta es una pregunta a la que debemos responder afirmativamente y actuar en consonancia ajustando la táctica y dirigiendo las masas en un sentido transformador y revolucionario.

Audacia, Audacia y más Audacia dijo Lenin recordando a Robespier.

Nosotros ratificamos que "El socialismo sólo se construye con la alianza obrero campesina en el poder y el pueblo en armas".

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