sábado, 5 de junio de 2021

PELIGRO PRINCIPAL, ENEMIGO COMÚN Y LA POLÍTICA DE APOYO CRÍTICO CON EXIGENCIAS


El proletariado venezolano se enfrenta a una de las etapas más difíciles en todo lo que va del proceso bolivariano y uno de los elementos más importantes para la evaluación es tener claro con suficientes razones y argumentos objetivos del por qué y las causas de toda la situación económica, social y política del país y qué relación tienen ante los otros países del mundo, esto sin duda definirá nuestra posición ideológica y política según cada perspectiva.

Como parte de la lucha ideológica además de combatir permanentemente las ideas del imperialismo y la burguesía que se han encargado por décadas de menospreciar y difamar sobre los proceso democráticos o revolucionarios en el mundo; así como también tergiversar el socialismo y el comunismo invirtiendo grandes cantidades de millones de dólares en su propaganda de guerra por medio de las corporaciones mediáticas para afianzar su objetivo ya que los intereses de los grupos monopólicos imperialistas necesitan definir el control de los inmensos recursos naturales, la posición estratégica, el mercado y la fuerza de trabajo con que cuenta el país.

Es necesario identificarnos como clase proletaria, tener independencia tanto en lo político como en lo ideológico; debemos estar conscientes de que somos una clase fundamental en esta sociedad, que va en ascenso y debemos trabajar en concretar nuestro programa de lucha para liberación de la explotación.

Desde nuestra posición de clase y con una concepción verdaderamente revolucionaria debemos caracterizar la situación en el marco de una ofensiva imperialista internacional, así como la situación nacional, las clases sociales, sus organizaciones y cuadros, la oposición y el gobierno como también la posición actual de nuestra clase, sus aliados y enemigos.

La oposición representa los intereses del bloque imperialista EEUU-UE, son sus lacayos históricos, el proletariado es su contrario principal y la pequeña burguesía, en especial la fracción en el gobierno representa como es y será siempre la actitud vacilante de las capas medias.

Siendo un gobierno que en alto porcentaje está conformado por cuadros de la pequeña burguesía nacional-revolucionaria la dirigencia del gobierno bolivariano, como ya lo hemos identificado en momentos anteriores es heterogénea, con visiones que unen detrás del discurso nacional patriótico a capas medias entre las cuales unas aspiran a sustituir a la burguesía tradicional proyanqui, otras a ser agentes de las potencias imperialistas emergentes como China y Rusia mientras una tercera fracción se debate entre estas y la posibilidad de la liberación nacional junto al proletariado revolucionario.

Este proceso lo hemos caracterizado como democrático burgués donde identificamos elementos nacional revolucionarios que se mueven dirigidos por la socialdemocracia con evidentes y características concepciones pequeño burguesas, con las limitaciones propias para profundizar el proceso de construcción del socialismo científico.

Por su naturaleza reformista y conciliadora, más aún en tiempo de crisis, bloqueo y pandemia, la pequeña burguesía se mueve de un extremo a otro, pasando de la radicalidad anti yanqui a la conciliación con sus voceros sin ningún rubor.

A pesar de sus debilidades y errores en la toma de decisiones una parte del gobierno se mantiene firme para enfrentar de manera contundente a la derecha y los diferentes ataques del bloque imperialista EEUU-UE, nos encontramos así con una serie de medidas que si bien es cierto no resuelven a fondo los problemas económicos y sociales, han sido un apoyo a una parte de la población que ha mantenido el respaldo al proceso sin obviar las sanas y necesarias críticas y exigencias.

Por otra parte ha generado también descontento entre las masas populares más exigentes, oportunidad que debemos aprovechar las organizaciones revolucionarias para darle dirección a las luchas venideras en esta etapa del proceso bolivariano donde una parte de la dirección del gobierno pretende avanzar con el apoyo del bloque chino y ruso y por otro lado los que todavía sueñan con reconstruir las viejas condiciones de sometimiento y coquetean con los intereses del bloque EEUU y EU.

Cada día la clase obrera y el campesinado pobre vienen expresando reclamos salariales, mejoras de las condiciones mínimas de vida y trabajo para lograr enfrentar los embates de la dura situación económica y social que han impulsado por medio de una intromisión destructiva en el país, con parálisis de la producción, falta de repuestos y materias primas, escasez, y a su vez promoviendo la hiperinflación, devaluación de la moneda; mientras diversas organizaciones se van poniendo de acuerdo para la acción coordinada de sabotaje, en muchas partes en ocasiones aparecen expresiones de protesta comunitarias por problemas de servicios públicos, por gas, agua, electricidad entre otras que son naturales pero en muchas oportunidades manipuladas por una dirección de derecha.

Las actuales condiciones materiales de los venezolanos como consecuencias de los ataques de los enemigos, más los errores del gobierno en ciertas medidas económicas, han tratado de desmoralizar a una parte del pueblo creando decepción del proceso bolivariano; para nosotros los revolucionarios está siendo un escenario perfecto para poner a prueba nuestra convicción y compromiso en la organización en cada sector donde hacemos vida política y para plantear el programa del proletariado como única alternativa viable para solventar los problemas de las mayorías populares.

Debemos ver los actuales momentos con optimismo, entendiendo que es parte de la agudización de las contradicciones de clase, las que pueden ofrecer las condiciones para la transformación revolucionaria dependiendo de nuestros niveles de organización, por esto debemos actualizarnos y adecuarnos a las nuevas formas de organización y de lucha en esta difícil etapa.

Nos corresponde seguir combatiendo las ideas tanto del imperialismo, la burguesía como del reformismo, el anarquismo y las concepciones pequeño burguesas y cualquiera que desvíe la lucha revolucionaria, para así seguir lograr consolidando nuestras propuestas verdaderamente revolucionarias entre las masas y por medio de la organización tener mayor capacidad de organización, protesta y exigencias.

Entre nuestras propuesta se mantiene la política de Apoyo crítico con exigencia en el marco de la táctica de acumulación de fuerzas: 

Dejar en claro nuestra política de apoyo crítico en este aspecto para ganar la solidaridad de las personas conscientes y antiimperialistas, es decir con acciones de movilización contra el enemigo común, el bloque imperialista EEUU-UE y sus representantes, promover el debate ideológico en cada espacio de lucha, desengañando a las masas sobre la esperanza de salidas negociadas y conciliadoras mientras consolidamos la única forma de triunfo revolucionario que no es ni conservadurismo ni vanguardismo, tampoco quedarnos atrás ni alejarnos de las masas, ni lentitud ni aventurerismo, ni foquismo ni guerra prolongada a priori, la táctica es ir con el pueblo, salir del reflujo como lo vamos haciendo, reanimar las luchas, impulsar el flujo de masas, orientando a golpear al imperialismo yanqui en primer lugar y también a otras expresiones del imperialismo y sus lacayos, que lo defienden o protegen, no podemos en esta complicada acción dejarnos arrastrar por los timoratos que temen al pueblo y frenan las luchas justas, tampoco por los aventureros que en su visceralidad pierden el rumbo de las mismas, ni los economicistas que solo ven el dinero como único movilizador, es tiempo de la avanzada proletaria y el programa marxista-leninista.

En este aspecto prevalecerá la fortaleza ideológica para esclarecer el escenario de lucha: 

Contra quienes nos enfrentamos y cuáles son nuestros aliados, donde debemos colocar nuestra mayor fuerza, si es combatiendo al enemigo común y a la amenaza principal como el imperialismo EEUU y la UE y a su vez a los que pretenden desviar los objetivos de la construcción del socialismo como la socialdemocracia y reformistas que en medio del bloqueo y sanciones pretenden justificar cualquier conciliación con la burguesía para garantizar sus intereses tanto de clase, como políticos y económicos.

En medio de la agudización de las contradicciones de clases es oportuno citar a J. Stalin en fundamentos del leninismo:

"Una de dos: u os entregáis a merced del capital, vegetais a la antigua y os hundís cada vez más, o empuñáis un arma nueva: así plantea la cuestión el imperialismo a las masas de millones de proletarios

El imperialismo lleva a la clase obrera al umbral de la revolución." Nos toca valorar acertadamente con métodos proletarios la situación y seguir avanzando rumbo al socialismo.

1 comentario:

achep dijo...

el presente es de lucha con el pueblo organizado en las calles presionando ante las medidas anti populares y el liberalismo económico del gobierno.