A pesar de las dificultades el proceso revolucionario
venezolano va rompiendo el sometimiento al imperialismo yanqui, lo que genera
grandes perturbaciones e inmensos retos para culminar la primera etapa del
proceso de liberación nacional: la ruptura con el bloque imperialista
tradicional (EEUU-UE), e iniciar otra etapa que tiene dos opciones, la total
liberación nacional y el socialismo, si se imponen las ideas populares, o La
renegociación de la dependencia con el bloque imperialista emergente (China-Rusia) si se consolida la visión de la
llamada burguesía "revolucionaria".
Debido al alto nivel de complejidad y el carácter heterogéneo del gobierno, la Política económica se desplaza entre keynesianismo, neoliberalismo, anarquismo y socialismo utópico, con una base de reivindicaciones nacionales, anti yanquis, lo que ha llevado a acciones, muchas veces contradictorias, marcadas principalmente por el pragmatismo y la necesidad de no dejarse aplastar por el empuje de la derecha y el imperialismo yanqui, asumiendo prácticas que en su mayoría terminan siendo soportadas por los trabajadores:
Los salarios se encuentran deprimidos, la mayoría de la
población no logra satisfacer sus necesidades con ellos, ante lo cual, bonos,
racionamiento de alimentos y subsidios gubernamentales, tanto como las remesas
enviadas por familiares en el exterior, permiten la sobrevivencia en
condiciones, pero la población en general soporta y se va adaptando a una nueva
realidad, que para algunos es intolerable, por lo tanto salen del país o dan
pasos reactivos, se pliegan a la reacción, a la derecha. Para otros son
expresión del "socialismo", forma típica de derecha para denigrar de
algo que aún no existe en Venezuela.
Para las mayorías populares es el efecto esperado de una
agresión ante la inmensidad de la cual la soberanía nacional y la
autodeterminación son un valor a defender a cualquier costo, lo que permite la
subsistencia del proceso bolivariano, de su gobierno, la consolidación del
espíritu de resistencia y el avance en acciones de lucha contra el imperialismo
yanqui, resistencia que por su naturaleza compleja puede debilitar a quienes no
tienen una solidez ideológica teórico - práctica que les permita ver la
importancia de la unidad popular para triunfar en la lucha contra nuestro
enemigo común.
Nadie puede ocultar la difícil situación y todas las
limitaciones que se viven, por eso se critica la corrupción, ineficiencia,
improvisación, como en general los errores del gobierno generados por su raíz
pequeño burguesa, así como las debilidades del propio movimiento popular y
revolucionario, que también son debatidas, pero estando conscientes del
determinante impacto destructor del bloqueo imperialista en la economía
nacional, como del carácter antinacional de los que colaboran con la agresión o
asumen la división del movimiento popular siendo rechazados, criticados y
denunciados de forma directa por las masas populares más conscientes.
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