Desde mediados de marzo de 2021 la coyuntura política en Venezuela nos indica un nuevo desarrollo hacia los caminos de la violencia, situación que puede tomar ribetes generalizados e internacionales, a diferencia de las llamadas guarimbas que a pesar de contar con apoyo externo fueron un intento frustrado de la derecha que estaba en el país para tratar de defenestrar el gobierno por la vía violenta de levantamientos en las zonas bajo control de la burguesía, focos que fueron encapsulados y disueltos. En un segundo momento trataron de entrar por Colombia y Brasil con la llamada “ayuda humanitaria” donde también fueron repelidos, para después hacer el desembarco de mercenarios con la llamada operación “gedeón”, y ahora parece que recurrirán a una fuerza externa en una zona altamente sensible de la frontera con Colombia. Como se puede ver los intentos de retomar el control del aparato de Estado usando las armas siempre ha estado allí, pero parece que ahora se abre una coyuntura donde seguirán la ruta de la agresión imperialista directa tomando como excusa los hechos de la frontera porque ya han dicho claramente que no pueden contar con los ineptos representantes de la burguesía tradicional pro yanqui.
Cuando algunas de las bandas armadas que hacen vida en los barrios de la ciudad de Caracas se desplazan hacia la comandancia de la Guardia Nacional y tratan de asaltarla para apropiarse de armamento como hicieron hace pocos días, no estamos hablando de acciones normales de delincuencia. Así mismo en la zona alta del estado Apure en la frontera con Colombia, grupos armados se proponen defender una zona, colocando minas anti personales, volando la sede de organismos del Estado venezolano y llegando a importantes enfrentamientos con la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, contradiciendo los métodos tradicionales de la lucha guerrillera, lo que plantea también serias interrogantes.
Para desentrañar esta delicada situación consideramos necesario hacer un esfuerzo en la aplicación de las bases del método marxista-leninista tratando así de dilucidar los elementos centrales de esta situación. Lo haremos respondiendo algunas preguntas básicas:
Desde el punto de clase, ¿A que
clase pertenecen los atacantes o que intereses de clase defienden?
Es claro que no son burgueses, ni miembros de la oligarquía, pero tampoco es visible que su acción tenga como objeto defender a los campesinos de la zona, a los comuneros pobres o a los obreros agrícolas. Según lo expresado en algunos audios, el enfrentamiento se da por el ingreso del ejército venezolano a zonas que una fuerza militar considera como territorio bajo su dominio, espacio donde hay cobro de vacunas, impuestos al contrabando y vinculación con la industria de drogas ilícitas para exportación, principalmente el tráfico de estupefacientes. Más allá de cualquier especulación, nadie ha dicho que está luchando por defender los intereses de los explotados de la zona.
¿Cuál es su ideología? En ningún documento relacionado con el enfrentamiento, que hasta ahora se haya conocido, se habla nada de eso, y a lo sumo algún video de un frente de las Farc-ep de otra región dice que su primera tarea debe ser luchar a favor de los intereses del pueblo colombiano que tiene muchos problemas y requiere de su esfuerzo antes de irse a otro país.
¿A quién atacan? Siendo una fuerza ubicada en la línea fronteriza entre Colombia (Arauquita) y Venezuela (La Victoria) generan un enfrentamiento en Venezuela, a pesar que se supone es una fuerza colombiana, entonces ¿por qué no atacan al ejército ni las fuerzas policiales colombianas y a las bases militares de los EE.UU. Y sí al ejército de Venezuela?
¿Qué táctica aplican? No suena
lógico generar un enfrentamiento en lo que se supone su retaguardia, la cual
podría ser segura, ya que está en un país vecino y por lógica elemental el
ejército colombiano tendrá dificultades para ingresar. ¿Por qué en lugar de
rehuir combate, replegarse y moverse a otras zonas, se enfrascan en una lucha
por territorios?
Aparentemente aplican elementos de guerra de posiciones más bien propio de grandes ejércitos, algo que no se corresponde con su realidad.
Estos elementos parecen indicar que estamos en presencia de una fuerza que tiene la función de defender un territorio como base estable y centro de operaciones, en lo que de acuerdo a la lógica guerrillera debería ser su retaguardia. ¿Acaso esa fuerza no se plantea construir una retaguardia allí sino que más bien su retaguardia está del otro lado de la frontera?, ¿o su objetivo es una cabeza de playa allí?, Sea cual sea su intención está sirviendo para generar una provocación que va a justificar la intervención directa de fuerzas extranjeras.
Podríamos hacer muchas conjeturas, pero lo cierto es que el inicio de una intervención armada cobra fuerza debido al reconocimiento por parte de instituciones de los EE.UU. que el bloqueo y sanciones contra Venezuela, a pesar de afectar directamente a las mayorías populares, no han dado el resultado esperado por ellos de sacar al presidente Maduro, más bien han unificado al pueblo en los mecanismo de resistencia y lucha, como en la consciencia de su enemigo, y que Guaidó, según algunos senadores de EE.UU. Y Almagro, requiere ayuda directa porque “no puede sólo”, lo que explicaría las actuales acciones y haría suponer que estamos a las puertas de otra intervención violenta, la cual puede desarrollarse con la confluencia de acciones bélicas y no bélicas que ya están en ejecución, la cuales podrían avanzar en el siguiente curso de acción:
1- Inicio de acciones de provocación que generan respuesta por parte de la FANB con las consecuencias sociales, económicas, políticas, mediáticas, nacionales e internacionales, que obligatoriamente produce un enfrentamiento armado.
2- Desplazamiento de civiles hacia territorio colombiano, que sumando los ya existentes en ese territorio utilizarán para justificar “la intervención humanitaria” ahora del gobierno reaccionario de Colombia, ACNUR y la OEA, así como del grupo de Lima y directamente EE.UU.- U.E.
3- Consolidación de control territorial por parte de alguna de las fuerzas en pugna y el necesario repliegue de la otra llevando a una rápida “normalidad”, o desarrollo continuado de choques y aumento de la alerta con movilización militar es los países vecinos para completar el cerco contra Venezuela.
4- Denuncia por parte del gobierno reaccionario y narcotraficante de Duque de amenazas a la seguridad e integridad por acciones reales o ficticias, provocadas o accidentales justificada en que puedan atentan contra sus ciudadanos o territorio movilizando directamente el “auxilio” de la OTAN.
5- Construcción de un escenario montado (falso positivo) en territorio colombiano o de otro país vecino de una supuesta agresión relacionada con el punto anterior.
6- Inicio de choques armados entre militares de ambos países.
7- Activación del TIAR y la carta democrática para dar marco legal a la agresión armada.
8- Solicitud de aprobación de la ONU de una fuerza internacional “humanitaria” para ubicarla en la zona o intervenir directamente en territorio venezolano.
Ante esta situación de gran peligro y complejidad llamamos a los revolucionarios del mundo, a los demócratas y antiimperialistas a respaldar los esfuerzos del pueblo de Venezuela que resiste y lucha contra la agresión imperialista, con acciones prácticos para sumar aportes a una política internacional sustentada en las premisas del marxismo-leninismo, las decisiones de los congresos de la Internacional Comunista y la acertada política de apoyo a procesos de liberación nacional y antiimperialistas en países dependientes, llamando a rechazar cualquier guerra fratricida y a apuntar los cañones contra el imperialismo y la burguesía, siempre en defensa de los intereses de los explotados y oprimidos de ambos países.
El momento es muy delicado y peligroso, amerita permanecer en alerta roja por lo que llamamos a nuestros militantes, así como a los amigos y aliados a profundizar la campaña nacional e internacional de respaldo al pueblo de Venezuela que resiste y lucha contra la agresión imperialista, preparando las condiciones para desplegar la acción revolucionaria con todas las formas de lucha posibles, rechazando de forma clara el chovinismo y la xenofobia, construyendo puentes a la solidaridad internacional contra el enemigo común que no es otro que el imperialismo, y contra el peligro principal que puede desencadenar un escenario similar al de otros países y regiones donde han aprovechado, o provocado, situaciones para aplicar su política violenta y desintegradora como mecanismo para apropiarse de las riquezas y retrotraer los pueblos a la esclavitud o el feudalismo, ante esto se ratifica la consigna del Manifiesto del partido Comunista: “Proletarios del mundo, uníos”.
Los pueblos de Colombia y Venezuela estamos hermanados en la historia, así mismo para el resto de la región el enemigo es el mismo: el imperialismo que siempre nos ha dividido y sometido. La forma de derrotarlo es trabajar juntos para consolidar alternativas que permitan al movimiento popular, revolucionario, democrático y antiimperialista, construir una senda común para la liberación nacional y social.
EL SOCIALISMO SÓLO SE CONSTRUYE
CON LA ALIANZA OBRERO CAMPESINA EN EL PODER Y EL PUEBLO EN ARMAS.
BP del PCMLV.
Marzo de 2021.
1 comentario:
Preparemonos, para lo que se avecina con mucha conciencia y teson para que los proletariados de Venezuela y Colombia juntos logremos controlar vencer estas contrariedades
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