lunes, 1 de marzo de 2021

ASALTO AL CAPITOLIO IMPERIALISTA


En ningún país del mundo es posible que una multitud exaltada pueda entrar a las instalaciones del poder sin ser enfrentada por el aparato represivo del Estado. Los edificios símbolos de poder son protegidos de manera especial porque albergan información, personal e historia que sustenta el control real y simbólico basado en la opresión de clase. Sólo cuando el régimen político se encuentra en proceso de descomposición; debido a las luchas internas o a la emergencia de una fuerza revolucionaria con suficiente capacidad eso puede ocurrir.

Ha ocurrido en el capitolio de EE.UU, ese edificio, símbolo del poder capitalista - imperialista, ubicado en Washington se ha visto asaltado por extremistas de derecha, aupados por el propio presidente de ese país, en rechazo a los acuerdos parlamentarios que ratifican su derrota. La única forma posible para que se haya podido producir ese asalto es la complicidad de elementos de poder y de seguridad del Estado, que permitieron el avance de los fascistas y no utilizaron los medios a su cargo para repelerlos, lo que termina de ratificar el proceso de descomposición que vive el régimen político de los EE.UU llevando las contradicciones a extremos que ya inician choques violentos como forma de dirimir esa contradicción.

¿Qué fracciones militares apoyan ese tipo de acciones? ¿Quiénes desde el alto mando militar y político de EE.UU estaban comprometidos en este intento de golpe de Estado?. 

Este modelo fue el aplicado por los Bonaparte el 18 brumario y persigue, ayer como hoy, neutralizar el parlamento para imponer un poder despótico que garantice a una fracción de la burguesía el control omnímodo del poder.

Lo complicado de ese fenómeno es que no sólo se expresa en la política interna, sino que ha sido consolidado como doctrina a nivel internacional, por eso las guerras y revoluciones estarán a la orden del día en el futuro a nivel mundial así como una gran agitación a lo interno de EE.UU, principalmente por el aceleramiento de las pugnas interimperialistas y la acción de diversas contradicciones que pretenden ocultar como luchas raciales, étnicas o de género, pero que sin duda alguna son expresión de la lucha de clases.

Los núcleos supremacistas blancos que representan la burguesía más reaccionaria, fascista, y las acciones que llevaron a protestas de la población oprimida, especialmente no blanca, en meses anteriores, donde; se ubican negros, asiáticos y latinoamericanos son expresión de la intensa polarización de esa sociedad que vive una ascendente crisis política, social y económica que llevará a más enfrentamientos en el futuro.

Los Marxistas Leninistas de Venezuela enviamos un saludos a las masas explotadas de los EE.UU esperando que esta crisis pueda permitir su mayor  organización y avance preparando las condiciones para elevar los niveles de combatividad de la izquierda revolucionaria, de las masas oprimidas, en especial de los comunistas marxista leninistas que allí existen.

El desespero de la extrema derecha y su decisión de asumir el camino de la violencia reaccionaria para impedir su desplazamiento, auguran un futuro de movilizaciones, luchas de la clase obrera y el pueblo, sometidos a una creciente  explotación y segregación por la aplicación de políticas malthusianas de eliminación de una parte de la población  que ha sido dejada a su suerte para morir de mengua  durante la pandemia del Covid, gracias a un modelo de salud y asistencia social privado, excluyente, impagable, aplicado principalmente por el gobierno de EE.UU y los seguidores de su modelo racista, que coloca en la picota el modo de producción capitalista.

Los hechos promovidos por el loco Trump demuestran el nivel de desesperación del fascismo y su disposición, aún embrionaria de usar todos los medios para organizar la revancha contra la clase obrera por parte del capital financiero.

Es necesario prepararse ideológica y organizativamente para aprovechar la confusión y crisis que se expande a nivel mundial para  avanzar


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