La confrontación entre las principales potencias imperialistas va a impactar a todos los países ya que en el mundo actual la economía se encuentra profundamente conectada. Esto significa a las claras que el conflicto que hoy vemos protagonizando entre los bloques imperialistas y a lo interno de estos, expandirá sus consecuencias en corto y mediano plazo a otros países, significando a su vez abonar el terreno para futuras confrontaciones en el plano militar, sirviendo el escenario para guerras de diferentes dimensiones y alcances.
Los imperialistas van abriendo el camino para afectar la vida de la humanidad de una forma que será más devastadora que lo experimentado en otras épocas. Muestra de la preparación para la guerra en un futuro cercano lo expone el presupuesto último aprobado por el gobierno de los EE.UU, el más grande de su historia, pero los EE.UU no son los únicos en esta carrera, preludio de guerras de rapiña imperialistas, se han unido China y Rusia, los cuales han realizado importantes gastos militares. En general el gasto militar actual ya supera a los efectuados para la guerra fría.
Las acciones se multiplican, adquieren diversas formas y protagonistas, con algo en común, el impulso y choque de las potencias imperialistas. La sed de sus monopolios en acumular grandes riquezas, en obtener inmensas ganancias por el sometimiento de las mayorías al terror de la violencia imperialista sólo podrá ser detenido si los explotados y oprimidos asumen la orientación y fuerza necesaria para infringirle una derrota, lo que la historia ha demostrado sólo es posible bajo la conducción de partidos marxista leninistas con “una táctica revolucionaria acertada, a base del análisis de sus propios errores…”
El proletariado, amante de la paz, pero dispuesto a librar la guerra para defender sus intereses con las armas en la mano, debe prepararse en todos los terrenos para enfrentar con éxito las pretensiones del imperialismo de someter por la fuerza a los pueblos del mundo; tal como ha demostrado la historia, es la organización de los explotados y oprimidos la que una vez más puede salvar a la humanidad de la catástrofe en que el capitalismo va sumergiendo al mundo.
El contexto latinoamericano
Los países de América Latina se encuentran hasta ahora moviéndose en un marco delimitado por las escaramuzas entre los dos grandes bloques imperialistas. De un lado los EE.UU y la UE intentan recuperar el control total de la economía regional, por el otro China y Rusia trabajan por consolidar y ampliar sus posiciones.
EEUU, recurriendo a una política proteccionista, decide imponer aranceles a los productos extranjeros, según sus voceros para impedir la competencia desleal de sus competidores, sabemos que la razón central de esta política es combatir a sus adversarios y afianzar sus ventajas en preparativos para un mayor nivel de confrontación con el bloque China – Rusia en América Latina particularmente, los cuales se han posicionado en los últimos años con fuerza en la región amenazando la hegemonía en un área estratégica para EEUU.
La respuesta a la política proteccionista no se hace esperar y los afectados responden con aranceles a los productos norteamericanos, China y Rusia tratan de diversificar los mercados, y trabajan en América Latina con el fin de consolidar sus posiciones en un terreno que fue dominado en el pasado de forma absoluta por los EE.UU y Europa, sobre el cual perdieron espacios en los últimos años, pero que ahora se proponen recuperar. Quien salga victorioso en esta acción crucial tendrá ventajas en la carrera por el reparto del mundo en curso, donde cada potencia inicia la construcción de nuevas alianzas presionando para frenar la acción hegemonista de los monopolios de EEUU vinculados a Donald Trump, por eso Alemania coquetea con Rusia llamando la atención sobre los efectos de la política errática del actual gobierno norteamericano.
Pero no solamente marca la pauta en el continente el reflejo de la disputa inter imperialista, sino que también hay que destacar puntos importantes en el desarrollo de las fuerzas populares y de izquierda en algunos países como expresión concreta de las otras contradicciones. Los fenómenos que se viven en Venezuela, Brasil, Argentina, Ecuador, Colombia, México, Nicaragua donde diversas fuerzas que se ubican en el espectro de la izquierda, desde las reformistas hasta las revolucionarias, están viviendo un proceso de reanimación y redefinición sobre la base de sus propias dinámicas internas, de denuncia, exigencias y luchas contra las políticas promovidas principalmente por el imperialismo de EEUU.
En estas luchas, que tienen un ingrediente de carácter nacional, aparecen tres actores delimitados con precisión dentro de un entramado de fuerzas que tienen sus propias características y contradicciones: 1- Las que representan los intereses de la burguesía tradicional bajo la égida del bloque imperialista EEUU-UE, 2- La burguesía emergente que se nutre de la pequeña burguesía de izquierda reformista y de fracciones de la burguesía tradicional desplazadas, bajo el cobijo del Bloque China – Rusia, y 3- Las fuerzas populares, verdaderamente revolucionarias, que se enfrentan a ambos bloques en la búsqueda de posicionar el proyecto de liberación nacional como alternativa para romper la dominación del yugo imperialista.
La acción ofensiva de los imperialistas del bloque EEUU-UE se manifiesta en estos momentos de manera más agresiva en Venezuela y Nicaragua, donde han lanzado acciones violentas para salir de los gobiernos reformistas que se encuentran cada día más subordinados a la política del bloque China –Rusia. En el caso de Venezuela es evidente para todo analista objetivo el nivel de bloqueo económico y las acciones de aislamiento, incluso elementos que pueden anunciar el inicio de una etapa de agresión directa.
En el caso de Nicaragua hemos valorado con los partidos hermanos la situación, entendiendo que la confrontación que se está desarrollando tiene un componente de reclamos sociales contra algunas medidas tomadas, y luego recogidas, por el gobierno de Daniel Ortega, pero sostenemos que las expresiones de la pugna inter imperialista cobran una dimensión determinante ya que entre las fuerzas opositoras se mueven quienes trabajan por un objetivo de mayor alcance como es impedir la construcción del canal interoceánico que está contratado con empresas Chinas y que daría a este país imperialista una ruta marítima propia, con capacidad para navíos de mayor calado y sin la limitación del control por parte de los EEUU.
Este canal además forma parte de un proyecto de mayor envergadura que se une al puerto de aguas profundas de Mariel en Cuba, que serviría como plataforma de distribución de las mercancías chinas en América y de traslado de materias primas a sus empresas.
Por esta razón nuestro BP incorpora en este informe elementos para ampliar el alcance de nuestra resolución del IX pleno del CC, tomando en cuenta las discusiones y declaración de la reunión de partidos de América Latina de la CIPOML, ya que creemos que el problema de las manifestaciones violentas en Nicaragua tienen un ingrediente, como expresión concreta de la contradicción inter imperialista y la agresión del bloque EEUU - UE, donde los caídos de parte del gobierno de Daniel Ortega, reformista y conciliador, que no representa los intereses de las mayorías nicaragüenses, o los caídos de parte de la oposición, que en gran parte actúan con un plan preconcebido y con fuerte expresión de derecha, representan bajas en la refriega inter-imperialista; unos a favor de los intereses de EEUU, otros a favor de los intereses de China, debido a que en este país el proletariado no tiene una verdadera representación que permita expresar de manera independiente las fuerzas que luchan por la liberación nacional y social.
Es importante ratificar que “América latina, a pesar de la intensidad de la disputa entre las grandes potencias imperialistas…continúa en lo fundamental como el patio trasero del imperialismo yanqui” por eso analizar las fuerzas que expresan componentes antiimperialistas en la región, donde se suma un entramado de factores, diversos en cada país, que incluye en primer lugar a los marxistas leninistas, a diversas corrientes de reformistas, patriotas, sindicalistas, indígenas, ecologistas, juveniles, feministas, movimientos por la diversidad de género, entre muchos otros que se mueven en un vaivén, con diverso grado de solidez en sus propuestas, y que tienen dos expresiones internacionales: los marxistas leninistas la CIPOML, los reformistas el Foro de Sao Paulo.
En este año 2018 la izquierda reformista ha asumido un nuevo brío partiendo del triunfo de López Obrador en México y la realización del Foro de Sao Paulo en Cuba, así como sacando provecho de las luchas que se libran en varios países que le han permitido al reformismo volver a presentarse como una opción de masas, denunciando a Temer en Brasil y a Macri en Argentina, haciéndose solidarios con Venezuela y Nicaragua. A pesar de vivir varias derrotas, esta situación ha reanimado algunas fuerzas vinculadas a sectores de izquierda motivados por la posibilidad de avances en algunos países.
Por otra parte las fuerzas verdaderamente revolucionarias, proletarias, con los marxista leninistas a la cabeza también hemos visto un proceso de consolidación con la presencia en las luchas antiimperialistas, sobre la base de movilizaciones obreras y populares, además en lo interno con la realización de las reuniones regionales de partidos, en América latina y el Caribe, el análisis de la situación y la publicación de una declaración conjunta donde se expresan las posiciones generales de la CIPOML para la región.
Es necesario decir que además de la presencia en cada país, los partidos marxista leninista jugamos un importante papel en la lucha ideológica, aunque se requiere más fortaleza para lograr tener la contundencia necesaria para orientar y dirigir a las amplias masas, hoy podemos ver puntos de reanimación del movimiento revolucionario en algunos países, lo cual a su vez influirá en toda la región impulsando la posibilidad de una ofensiva de la izquierda latinoamericana en general. Sin embargo si la direccionalidad de estos procesos de lucha no logra superar la dirección del reformismo, si la social democracia mantiene el control, si las posiciones consecuentemente revolucionarias no logran captar el apoyo de las grandes mayorías, convenciendo con la movilización, las propuestas, el discurso y el ejemplo, tendremos a la puerta la posibilidad de una nueva decepción de las masas como resultado de las vacilaciones e inconsecuencias de la social democracia y la posibilidad de instauración de regímenes reaccionarios.
Por tal motivo las expectativas que hoy son generadas en millones de hombres y mujeres, en una región acosada por múltiples secuelas de la crisis, deben ser aprovechadas para expandir la propuesta revolucionaria marxista leninista y posicionarla con una fuerza nunca antes vista en la calle, que prenda en la conciencia de los explotados y oprimidos como una alternativa real, verdaderamente antiimperialista, que los mueva a luchar contra las expresiones capitalistas, manteniéndose firmes en la militancia y cumplimiento de las tareas, teniendo siempre claro el enemigo principal y una correcta política de alianzas y acuerdos en base a los principios, con una sana lucha ideológica para resolver las posiciones políticas diferenciadas sin dobles caras.
En Colombia el nuevo presidente Iván Duque ratifica su intención de seguir fortaleciendo el estado narco paramilitar y la presencia del capital financiero de los monopolios estadounidenses, lo que ratifica su voluntad de enfrentar a los factores revolucionarios, consolidando los mecanismos de represión y ofensiva violenta contra el movimiento popular.
La burguesía colombiana está clara en su ruta ofensiva en contra del movimiento revolucionario, sigue asesinando a dirigentes populares, aprovecha al máximo las condiciones de debilidad generada por la desmovilización de parte del movimiento guerrillero para precisarlos, aniquilarlos y posicionar sus paramilitares en esas zonas con esto la derecha ratifica con descaro su burla hacia cualquier iniciativa de paz.
En Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Estados Unidos, Martinica, Perú, República Dominicana, Uruguay, Venezuela, y otros países de la región los revolucionarios proletarios luchamos por consolidar las ideas más avanzadas y los principios organizativos marxista-leninistas, luchando contra las desviaciones e ideas pragmáticas y oportunistas, buscando en el análisis concreto de la realidad concreta la orientación más clara sobre la base de los clásicos.
SE INICIA OTRO PERÍODO DE AUGE EN LAS LUCHAS.
Tres hechos marcan por ahora la coyuntura política de Venezuela: 1- El atentado con drones contra el presidente y la alta cúpula político – militar con sus secuelas. 2- Las medidas económicas anunciadas e iniciada la puesta en práctica por el ejecutivo nacional. 3- las protestas y acciones que desde las diversas capas populares y especialmente de la clase obrera y el campesinado se vienen expresando en las calles.
La primera acción proviene del bloque imperialista EEUU –UE y los serviles nativos de la burguesía tradicional que trabajan con el respaldo de la oligarquía criolla de la región. El segundo hecho tiene factura del bloque imperialista China –Rusia y de sus “socios” de la pequeña burguesía “de izquierda” que tratan de convertirse en la burguesía emergente, tratando de imponer sus ideas medio keynesianas y medio liberales adosándoles un discurso revolucionario pero, como le es propio, sin tocar los grandes capitales, ni tomar medidas que corten de tajo el problema. El tercero, más que un hecho es un proceso, que está signado por el ascenso de las luchas populares, de acciones de la clase obrera, del campesinado y las comunidades, que van rompiendo el límite de la pasividad y ha generado múltiples acciones de calle motivadas por las difíciles condiciones de vida, que no están dirigidas por la derecha, y en las que nos vamos sumando los revolucionarios conscientes para terminar de derrotar a los núcleos reaccionarios que allí quieren anidar y sacar provecho demagógico del real descontento.
La acción violenta de la burguesía tradicional se va profundizando con un atentado directo y los viajes de altos funcionarios del gobierno ultra reaccionario de Trump a la región para afinar los preparativos de su acción que por ahora se expresa en el bloqueo económico – financiero y la “ayuda humanitaria” que ya incorpora una nave de gran capacidad en Colombia, además de “ejercicios” y el movimiento de tropas a la frontera con Venezuela, esto puede terminar en un golpe de Estado, de verdad, una agresión internacional o una acción de algún país vecino.
El nuevo plan económico del gobierno no va al fondo del problema que vive la economía de Venezuela, por lo tanto no va a resolver la aguda crisis que atraviesan las masas populares porque no aborda la producción y por tanto no toca el problema de la propiedad de los medios de producción estratégicos para este momento siquiera, se sustenta en medidas de tipo monetarista, que si pudieran solventar la escasez de billetes y resolver algún problema de circulación, deja intacta en manos de sus enemigos la estructura de producción y distribución, incluso al liberar el cambio de las divisas, y en particular del dólar les da otra herramienta para la especulación con el dinero que tienen en bancos en el exterior.
Colocándose de nuevo en las manos de la burguesía que trabaja para derrocarlos el gobierno lanza unas medidas que se prestan para generar gran confusión; por los cambios de precios, el nuevo cono monetario, los nuevos salarios, que serán pagados por el gobierno a la pequeña y mediana empresa, esto va a ser aprovechado por los capitalistas que ante una demanda aumentada, por temores y tal vez, por una mejora de ingresos, van a elevar los precios creando un nuevo salto inflacionario.
Todos estos fenómenos, más las acciones de las fuerzas revolucionarias para movilizar al movimiento popular, han permitido el inicio progresivo de un nuevo auge de masas, que definitivamente ya rompió el reflujo de otros momentos y se apresta a avanzar, no tiene aún discurso unificado y cohesionador, ni una dirección estructurada, ni sólido respaldo internacional, pero avanza veloz en la conciencia y en las calles del país sin subordinarse a la derecha reaccionaria, más bien quitándole también el espacio de la protesta y con más dudas cada día sobre las cualidades del gobierno para enfrentar acertadamente la realidad actual.
Tenemos entonces a tres actores fundamentales de esta coyuntura, con su carácter de clase bien definido, que además puede estar poniendo en marcha una serie de acciones para todo el período, lo que significa que trascienden hacia la táctica y el rumbo estratégico. Cada contendiente expresa su visión, con su programa, su discurso y sus campos de acción que han elevado los métodos de lucha para tratar de imponerse y dominar el escenario, o impedir ser eliminados del tablero, el posicionamiento de estas propuestas, de su dirigentes y estructuras marcará los destinos de este país para los próximos años por lo que debemos explicar de manera paciente y meticulosa a las masas el carácter de la burguesía con su fracción tradicional, sometida al bloque imperialista EEUU-UE, la burguesía emergente y pequeña burguesía al bloque China Rusia y el proletariado con los elementos de izquierda revolucionaria pugnando por posicionar socialismo científico, sobre la base de este análisis trabajamos para hacer entender a las masas que no habrá solución estructural mientras se mantengan las relaciones capitalistas y no exista un nuevo Estado de carácter proletario.
Buró Político del Comité Central del
Partido Comunista Marxista Leninista de Venezuela
Agosto 2018
Agosto 2018
No hay comentarios.:
Publicar un comentario