El imperialismo asignó a Venezuela, en el marco de la división internacional del trabajo, el papel de abastecedor de petróleo. Al descubrir grandes yacimientos de petróleo, y ante las deficiencias de producción de los propios países imperialistas, las potencias dominantes asignaron a Venezuela el papel de garantizar el petróleo para los requerimientos de la economía capitalista, en estos momentos de EEUU y China, responsabilidad que ha cumplido eficientemente y que reafirma su condición de país dependiente, llevando a configurar una política de destrucción de otras ramas productivas de la economía en aras del rol de productor de petróleo e importador de otros rubros.
En las condiciones actuales de dominación la dependencia sólo puede romperse por la vía revolucionaria, desplazando del poder a la burguesía y pequeña burguesía para implantar un modelo de planificación centralizada de la producción sobre la base del control obrero revolucionario. La dependencia parte de la subordinación económica, por tal razón impulsar el desarrollo de las fuerzas productivas y el logro la soberanía nacional en los rubros básicos es el centro de un programa para acabar con la dependencia. La clase obrera y el campesinado son el único motor que puede sustentar este tipo de proyecto, que conecta directamente soberanía, liberación nacional y socialismo. Para resolver la actual situación por la vía revolucionaria es urgente y necesario desarrollar las fuerzas productivas a todo nivel, lo que sólo se podrá lograr concentrando en manos del estado obrero y popular la propiedad de los principales medios de producción, avanzando progresivamente al control total por el Estado de toda la producción y distribución, lo demás es demagogia y populismo.
Por esta razón:
La alianza entre obreros y campesinos para llevar adelante la táctica revolucionaria en la etapa democrática burguesa es fundamental. Esta alianza estratégica está determinada por la necesidad de crear las condiciones materiales necesarias para el triunfo contra el sabotaje de la reacción y el inicio de la construcción del socialismo. La producción de alimentos, ocupación de espacios rurales, control territorial, tecnificación del campo y abordaje de la contradicción campo-ciudad son razones determinantes para valorar la importancia de esta alianza durante la etapa democrático – burguesa y también durante la etapa socialista. En esta coyuntura nuestro país la política de bloque se pronuncia en lo económico, político y militar y se continuara agudizando ya que nuestro país es botín de guerra para las potencias imperialista en el marco de esto el campesinado jugara un papel importante en la producción de alimentos para abastecer a la vanguardia y a las masas populares.
Solo la clase obrera, el campesinado pobre y el pueblo revolucionario podrán crear las condiciones para la producción suficiente de bienes. Lograr el abastecimiento pleno y la soberanía, requiere de los verdaderos productores, quienes con su trabajo, esfuerzo y conocimientos pueden crear la organización centralizada, la evaluación y el seguimiento para que, bajo un plan coordinado, se produzcan los bienes que requiere la sociedad para satisfacer las necesidades de las mayorías. La burguesía y pequeña burguesía sólo buscan su provecho personal o grupal y en realidad sabotean las capacidades productivas permitiendo la consolidación de prácticas burguesas, corrupción e ineficiencia, que le sirven a sus intereses de enriquecimiento y vida fácil, en nuestro país la burguesía agraria con sus cómplices en el estado desvían los alimentos fuera del país, ya que las mercancías se realizan donde se generan mayor ganancia para nada le interesa a la burguesía los intereses de las grandes masas populares.
Por esta razón y Por su aporte estratégico y por el déficit alimentario nacional, el campesino y obrero agrícola, aunque constituyen una baja proporción de la población, juegan un papel fundamental. La revolución proletaria sólo podrá lograr su desarrollo y consolidación de la mano con este sector, por eso trabajar allí y consolidar su conciencia es fundamental para lograr las bases del triunfo y materializar la soberanía alimentaria, es necesario consolidar los lazos con el campesinado pobre para la producción de alimentos en lo escenarios que se aproximan, también es necesario al campesinado medio juega un importante papel en el apoyo de las luchas revolucionarias y en la producción. Al sufrir las consecuencias de las políticas reaccionarias y reformistas, que lo empobrecen, el campesinado medio, es hoy susceptible para una política revolucionaria sobre la base de asociaciones estadales de pequeños y medianos productores que trabajen por mejorar sus condiciones de producción y de vida enfrentando los intereses de la gran burguesía.
Por último lugar:
La
industrialización del campo venezolano, será una tarea impostergable para el
gobierno revolucionario. Debe llevarse no solo los
adelantos tecnológicos a la zona rural, sino un proyecto integral para el
desarrollo de las comunidades campesinas, mejora en las condiciones de vida
para atraer contingentes de la población a este trabajo, que junto con la
tecnificación e industrialización permitirán el aumento rápido de la producción
de alimentos, esta será llevado por un gobierno socialista ya que a la
burguesía nativa y la vieja burguesía criolla le interesa la industrialización
del país ya que son solo simple títeres de los bloques imperialista en pugna.
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