Informe Politico (Enero-Febrero)
Caracas, Febrero 2018
El año 2018 ha llegado acompañado de situaciones que demuestran el frágil equilibrio político y económico que se vive en la actualidad mundial. El año ha comenzado muy agitado por las tempestades de la guerra, con la amenaza de grandes hambrunas que demuestran las consecuencias del sistema capitalista en forma general.
Como partido del proletariado estamos obligados a tener un análisis acertado y pertinente en lo económico, político y social, análisis que debe estar lo más cercano posible al acelerado ritmo con el cual se desarrollan los hechos. Esta tarea nada sencilla pero necesaria es posible cumplirla alterando en cierta medida en nuestra acción política los tiempos y espacios que el común toma para desarrollar las actividades tradicionales y cotidianas; significa esto que mientras la mayoría se ocupa de la llamada rutina social y familiar, los revolucionarios tenemos la obligación además de esto, de atender la construcción urgente de alternativas revolucionarias que puedan dar eficiente respuestas ante las situaciones de acciones imperialistas.
Las contradicciones entre los imperialistas y los pueblos se han agudizado, de una parte los imperialistas pretenden imponer a los pueblos decisiones que puedan favorecer las pretensiones de avanzar en su dominio político territorial que finalmente se expresa en súper beneficios económicos para los grupos monopólicos de un determinado bloque imperialista. Estas acciones las podemos identificar con acciones como el anuncio de Donald Trump de reconocer a Jerusalén como la capital de Israel, decisión que despierta la ira y reacción del pueblo palestino, situación que significa también la desestabilización en la zona, lo que exige la activación de las fuerzas militares y mercenarias gringas e israelí y con esto la maquinaria de propaganda para justificar mayor presencia en la zona por parte de estos ejércitos criminales.
Es interesante llevar con atención el desarrollo del papel de Turquía en la política mundial en la actualidad. Luego del golpe de Estado perpetrado por Erdogan, en apariencia las relaciones entre este país y EE.UU han sufrido cambios, lo que no es algo menor, tomando en cuenta que Turquía significaba un aliado a nivel de incondicional antes del mencionado golpe de Estado. Las contradicciones interburguesas también son parte del escenario político y económico a nivel mundial, y esta se presenta como una de ellas. Erdogan ha acusado en recientes declaraciones a EE.UU de querer imponer un ejército terrorista en sus límites fronterizos. Claro está aquí también interviene el interés particular del gobierno turco de golpear a las milicias del partido de los trabajadores del Kurdistán. En este sentido ven que el despliegue del ejército estadounidense en la zona puede estropear momentáneamente sus planes. Como vemos las contradicciones inter burguesas se hacen presentes en una zona donde los principales países imperialistas intentan garantizar su dominio, agravado por la intervención descarada del ejercito de los EE.UU en Siria, para proteger los restos del Estado Islámico, el cual patrocinan.
El panorama en América Latina se complica también para los bloque imperialistas, por una parte los gobiernos títeres del imperialismo yankee como Brasil y Argentina enfrentan la creciente movilización de los sectores populares que rechazan las políticas económicas impuestas a sangre y fuego en detrimento de las mayorías. En el corto periodo de gobierno de Macri por ejemplo, su historial de represión destaca el asesinato de más de 700 personas. Ante esta situación los organismos internacionales en su mayoría callan, pues como sabemos, obedecen a la dirección de los grupos económicos imperialistas. Aun estas manifestaciones a pesar de la participación de un importante número de personas, no cuentan con la fuerza suficiente para imponer por vía de la acción revolucionaria de las masas un nuevo gobierno, pero su fuerza va creciendo a la medida que disminuye al apoyo hacia el gobierno y la población se moviliza ante la pérdida de derechos esenciales, que sumados a las recientes exigencias del FMI de aplicar aún más severos recortes, prometen mayores penurias para los trabajadores, lo que a su vez de seguro significará la intensificación de la lucha.
En Brasil por su parte, este es un año electoral, en el cual el ex presidente Lula Da Silva pretende llegar nuevamente a la presidencia, lo que toma fuerza teniendo en cuenta la nefasta gestión de un gobierno abiertamente de derecha neo liberal como el encabezado por Temer. Pero esta situación en el gigante del sur está siendo monitoriada de cerca por los factores imperialistas, pues hablamos del país económicamente más importante en América Latina, en el cual los bloques imperialistas no quieren retroceder ni un centímetro en su influencia.
Con respecto a Colombia es necesario destacar la suspensión del proceso de dialogo con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), esto ha significado un giro en la ofensiva imperialista y del gobierno lacayo de Santos en contra de las fuerzas populares revolucionarias de ese país, que dignamente hacen frente a los mercenarios. El gobierno de Colombia, cual lacayo del imperialismo se ha ofrecido una vez más para asumirse como una de las principales bases de operaciones imperialistas en contra de los pueblos de América Latina en general y el pueblo de Venezuela en particular.
Nuestro partido reconoce y apoya la valiente y consecuente posición del ELN que en la actualidad ha asumido retomar la ofensiva militar contra el gobierno reaccionario de Juan Manuel Santos. Esta posición merece el apoyo de los pueblos de América Latina y el mundo.
Venezuela
La situación social en Venezuela continúa su agudización, muestra de esto son las múltiples acciones e intentos de saqueos que se han presentado, a esto se suma además la situación de creciente inseguridad, fortalecimiento de los grupos criminales que controlan parte del comercio de los alimentos. Estos grupos están constituidos por elementos de la burguesía comercial, vinculados algunos a la oposición y otros a factores del gobierno, es decir son expresión de la burguesía emergente y la burguesía tradicional, que se dan la mano a pesar de algunas diferencias en el plano político para someter al terror y la miseria a gran parte de nuestro pueblo. Sus mecanismos se han cualificado su capacidad operativa e influencia en los diferentes sectores de la sociedad se ha consolidado, de manera tal que por el momento han logrado imponer su actividad como algo “normal”.
En este sentido, la clase obrera, llamada a tomar la dirección de la lucha revolucionaria anti capitalista tiene un panorama ante sí muy complicado. Se enfrenta a un enemigo que tiene varias cabezas, con amplios y múltiples tentáculos que alcanzan y corrompen a sectores de la clase obrera. Este enemigo a través de este mecanismo ha logrado un inmenso poder político y económico, mimetizándose y haciendo daño en diferentes aspectos a los objetivos de la clase obrera de avanzar hacia la derrota del enemigo burgués y construir un Estado de nuevo tipo, el Estado proletario.
Este monstruo de muchas cabezas se expresa en los siguientes factores:
1) El imperialismo del bloque EE.UU UE.
2) La burguesía tradicional que juega el papel de agentes nacionales de este bloque imperialista.
3) El imperialismo del bloque China y Rusia.
4) La burguesía emergente.
5) La pequeña burguesía cuyo carácter vacilante la hace un factor oportunista e inestable.
6) Elementos lumpen proletarios.
La situación exige de la clase obrera superar con urgencia sus debilidades orgánicas, superar las distracciones permanentes que la burguesía a través de sus diferentes representantes e instituciones promueven con el propósito de confundir y desviar la atención del proletariado de sus reales intereses.
Por otro lado la dirigencia más avanzada de la clase obrera en lo político e ideológico, deben librar una lucha intensa y sin descanso para derrotar la influencia burguesa y pequeño burguesa que promueve la conciliación de clase, ante los ataques redoblados del imperialismo y sus lacayos. En este sentido se impone a la clase obrera transcender a las posiciones meramente economicistas; es decir además de pelear por las reivindicaciones inmediatas, es necesario fortalecer la capacidad organizativa y política, que al final es lo que puede ofrecerle posibilidad de asestar importantes derrotas a su enemigo de clase en el camino hacia la toma del poder político.
Otro elementos a tomar en cuenta es que recientemente la oposición ha dado una patada a la llamada mesa de dialogo, una vez más demuestran que su interés no pasa por la paz, sino por cumplir la agenda que le impone sus amos imperialistas. Pero a su vez demuestra que el esfuerzo y los recursos disponibles deben ser invertidos en garantizar soluciones de la mano de la clase obrera, junto a campesinos pobres y sectores revolucionarios, desechando así las falsas expectativa que crean los sectores de derecha en Venezuela con anuncios de supuesta voluntad de dialogo, solo para ganar tiempo y terreno en sus pretensiones conspirativas.
La actitud conspirativa, traicionera, de la oposición no van a cesar con acuerdos, sino cuando la fuerza de obreros y campesinos organizados, junto a los sectores populares tomen el control del Estado, sometiendo por la fuerza a los facinerosos lacayos de la burguesía, que se mueven motivados por el dinero y beneficio que esta le ofrece como pago por sus servicios. La continuidad de las actividades conspirativas se ha evidenciado con los acontecimientos actuales donde cae abatido el terrorista Oscar Pérez, uno de los operadores militares de los sectores opositores al gobierno de Maduro.
La capacidad de fuego y la logística con que este agente de la derecha contaba, demuestra el respaldo de poderosos sectores económicos y políticos a estas iniciativas violentas. Queda claro con esto que la burguesía no pierde tiempo, que organiza a sus grupos de mercenarios para golpear a quienes ellos consideran enemigos, es decir a los revolucionarios, a los luchadores de los sectores populares, obreros y campesinos. Creer en la voluntad de paz de la burguesía es un error que costaría muy caro .a la clase obrera, por eso siempre insistimos en la necesidad de la permanente formación política e ideológica para combatir la propaganda burguesa que pretende vender soluciones falsas a las mayorías explotadas y oprimidas. El papel del partido del proletariado para orientar la lucha revolucionaria es vital, sus dirigentes deben estar insertados en la lucha cotidiana, con la claridad política e ideológica, para explicar el programa revolucionario a las grandes masas y traducirlos en acciones concretas, con el cual las amplias masas se puedan sentir identificadas.
Algunos de los escenarios que se presentan en la actualidad en nuestro país son los siguientes:
1) Agudización de las contradicciones inter imperialistas, uno de los escenarios donde se dirimen estas contradicciones es Venezuela.
2) Profundización de los ataques imperialistas para doblegar la resistencia de parte del pueblo que resiste, aplicación de diferentes métodos de lucha, en diferentes escenarios, a saber en lo económico, político, social, psicológica y cultural. reactivación de los frentes internacionales de ataque del imperialismo en conjunto.
3) Las organizaciones de derecha, pro yankee están atomizados, ahogados en sus intereses mezquinos, además de manifestar una incapacidad para poder incidir de manera contundente entre las masas, dependiendo de las fuerzas imperialistas y sus instituciones a nivel internacional para continuar con posibilidades reales su actividad conspirativa.
4) Reacomodo de la burguesía tradicional y la burguesía emergente. Expresado esto en los conflictos internos experimentado por la MUD y PSUV.
5) Dispersión ideológica y orgánica de parte de la izquierda revolucionaria, agudizado esto por el sectarismo de algunas organizaciones en sus acciones prácticas, por el oportunismo, diversionismo ideológico e incoherencia entre lo que se dice y se hace.
6) Las masas populares cada vez más influenciadas por el populismo, presa de la desesperación, decepción, con profunda visión oportunista y una parte de ella con apatía o negación a participar en el escenario político y otra parte dispuesta a impulsar escenarios de lucha en las más difíciles condiciones.
7) Descomposición acelerada de la sociedad venezolana, permeada profundamente por la cultura de la corrupción y el populismo. Sumado todo esto a las acciones del imperialismo, el escenario económico se dirige al colapso, estableciendo condiciones ideales para una guerra civil o agresión militar imperialista directamente con sus ejércitos mercenarios.
8) En las fuerzas militares también se expresa la lucha de clase, en este sentido es importante ver que los sectores de tropas y mandos medios pueden tener una disposición a organizarse en favor de intereses revolucionarios.
9) En las próximas semanas el tema electoral una vez más tomará preponderancia por lo que es necesario que tengamos en cuenta como partido que debemos respaldar la tendencia más progresista, que nos permita continuar haciendo nuestro trabajo en el seno de las amplias masas en condiciones políticas favorables.
Buró Político del Comité Central del
Partido Comunista Marxista Leninista de Venezuela
Caracas, Febrero 2018
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