El actual período del proceso bolivariano, como expresión de la etapa democrático burguesa del proceso revolucionario venezolano, ha impactado en todas las áreas del quehacer político y social, primeramente por el efecto de la crisis del capitalismo (baja de precios del petróleo) y por la pérdida de liderazgo a raíz de la muerte de Chávez, hechos que han afectado negativamente las condiciones de vida de la población y por ende las valoraciones políticas.
En el sector rural los efectos, aunque se mantenga el apoyo al proceso, se han manifestado en pérdida de la motivación y en un desaparición de las luchas, que han pasado de centrarse la lucha por tierras y créditos con movilizaciones de masas que vimos años anteriores, a una pasividad en espera de respuestas gubernamentales que no llegan.
Debemos estudiar a profundidad esta situación para dar respuestas acertadas, donde colocar el centro de nuestro trabajo, como motivar las masas campesinas para la lucha, como reanimar la movilización y la producción, qué papel debe jugar nuestra organización, como asumir esta situación, como activar a las masas rurales, como combinar la lucha reivindicativa, de producción y defensa.
El viraje en curso empezó al quitar el énfasis en el rescate de tierras, llegar a acuerdos con los terratenientes, entrega certificados de tierras productivas, privilegiar a los productores individuales, medianos y grandes, en contra de los pequeños y cooperativas. Las empresas del Estado van aumentando los servicios al productor individual, disminuyen los créditos, niegan insumos, servicios, lo que va dirigido a un modelo de consolidar el capitalismo.
Ante esta situación nuestras tareas deben orientarse hacia LA ORGANIZACIÓN PARA LA PRODUCCIÓN Y LA DEFENSA, lo que puede abrir un nuevo espíritu que combine en las zonas rurales la organización de la MILICIA CAMPESINA y LA PRODUCCIÓN Y COMERCIALIZACIÓN, en las tierras que ya están en manos de productores, con las organizaciones que disponemos podemos dar respuesta a la apatía y falta de perspectivas para el campesinado pobre y medio, ya que el gobierno ha dado un viraje hacia el apoyo de los grandes productores del campo, lo que genera desmotivación.
R. Morán
Acero Revolucionario Nro 33
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