¡No a la «Unión sagrada» de apoyo a esta guerra!
El gobierno francés ha decidido intervenir con sus tropas en Malí. Después de Costa de Marfil y Libia, ahora Malí. Es una decisión que inmiscuye a Francia en la guerra en una de sus antiguas colonias.
Desde que el Norte de Malí. Se encuentra en poder de grupos armados islamistas, esta es la única opción adoptada. Desde el principio François Hollande se ha movilizado para obtener que la ONU diera vía libre a una intervención militar internacional para la que el Estado Mayor y la diplomacia francesa han tomado medidas concretas.
Personajes como Ouattara puesto en la poltrona en Costa de Marfil mediante una intervención militar en la que Francia desempeñó el papel principal; Compaoré, al frente de Burkina, que nunca dejó de servir a los intereses en la región del imperialismo francés independientemente del gobierno instalado en París; y Yayi Boni, el autócrata beninés, sirven de mampara “africana” a esta intervención militar. ¿Quién puede creer que la CDEAO está en condiciones de formar una fuerza militar independiente del ejército francés? LO que está claro es que el conjunto del dispositivo militar francés desplegado en África ha sido movilizado para esta operación.
Para justificar la intervención militar francesa, utilizan el pretexto de luchar contra losa grupos armados islamistas que controlan parte del territorio maliense, que amenazan la integridad de Malí y que imponen el terror en las zonas que controlan. Empero su presencia y la facilidad con la que se han desplegado ponen de manifiesto, profundos problemas sociales, económicos y políticos que los diferentes regímenes que tomaron el poder en Malí no sólo no han resuelto sino que los han agravado con su gobernanza del país. Una solución militar, y menos si es extranjera, no resolverá ninguno de esos problemas sino todo lo contrario.
Algunas fuerzas malienses han denunciado esta situación y rechazado desde el principio una intervención militar extranjera, se han pronunciado sobre el problema de la integridad territorial de Malí para que ésta sea obra del ejército maliense. No han sido tenidas en cuenta.
La operación militar es complicada y necesitará tiempo y movilizar grandes medios.. Las víctimas son, ante todo, poblaciones civiles cogidas entre dos fuegos. El reforzamiento del plan «vigipirate» forma parte de la estrategia de tensión y acondicionamiento para convencer a la población de nuestro país (Francia)de que puede ser víctima de atentados de los que los autores están de uno u otro modo ,ligados a los grupos islamistas que actúan en Malí. Ese plan form a parte de los deseos del gobierno de crear un clima de unidad nacional en momentos en que se aplica una agresiva política de austeridad que golpea a las capas populares.
Detrás de esa maniobra está el control de una zona rica en materias primas estratégicas, concretamente el uranio que explota Areva en el vecino Níger, uranio que también se encuentra el subsuelo maliense.
Por todas estas razones, y porque la guerra de Costa de Marfil, de Afganistán y Libia han demostrado ampliamente que la justificación de lucha contra el terrorismo y por la defensa de la democracia, no es más una gran mentira, manifestamos nuestro total desacuerdo con la intervención militar de Francia en Malí.
Insistimos en la necesidad de acabar con la política conocida como «francafrique», política de dominación económica, de injerencia política y militar. Afirmamos que es el pueblo maliense, sus fuerzas democráticas y patrióticas, las que deben encontrar las vías para una solución política de la crisis de su país.
París, 12 de enero de 2012
Partido Comunista de los Obreros de Francia (PCOF)
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