Este acontecimiento se produce en un momento delicado, ya que un impacto adverso en la clase obrera puede llevar a resultados no favorables en las próximas elecciones.
Además de esto podemos percatarnos como los aumentos de precio de las mercancías van escalando, igual que los problemas en los servicios públicos, lo que seguramente es otra forma de la burguesía de atacar al pueblo y distorsionar la realidad de una agresión imperialista que por momentos afloja las medidas coercitivas y por momentos las profundiza, de acuerdo a los intereses geopolíticos.
El impacto de la agresión sionista sobre el pueblo palestino y el genocidio cometido por el ejército de Israel, las criminales FDI y su inepto Mossad, han venido impactando poco a poco los precios del petróleo en paralelo a la situación de guerra en Europa del este, lo que lleva a alza de los precios de los combustibles en EE.UU. pudiendo afectar la candidatura de Biden ya de por sí bastante débil ante Trump.
Estas situaciones colocan las relaciones entre EE.UU. y Venezuela en un punto delicado porque el petróleo venezolano puede salvar la situación, pero los acuerdos con el gobierno de Maduro también podrían alejar el voto de la extrema derecha latina.
La presencia del Comando Sur en territorio en reclamación gracias a los convenios con el gobierno de Guyana son otro elemento explosivo que podría abrir un nuevo frente de guerra en el mundo, posiblemente por eso la decisión de la Corte Internacional de Justicia sobre la solicitud de Guyana ante el referéndum realizado en Venezuela, a propósito de un nuevo estado en el Esequibo, ha sido postergada.
Las sanciones unilaterales de los EE.UU. contra Venezuela aprietan y aflojan de acuerdo a la dinámica política electoral entre republicanos y demócratas, lo mismo que la decisión de la CIJ que obedece más a razones políticas del imperialismo que a razones jurídicas.
Estos elementos más las próximas elecciones presidenciales de Venezuela marcan el actual panorama político interno, por lo cual hay que estar atentos para impedir el avance de la extrema derecha, como ha ocurrido en otros países, favoreciendo a la burguesía imperialista y perjudicando a las masas populares.
Llamamos a todas las fuerzas revolucionarias y en especial a los marxista leninistas a profundizar la política de apoyo crítico con exigencias, acumulando fuerzas para los eventuales escenarios y especialmente para el triunfo popular del 28 de julio.
La comprensión de la correlación de fuerzas, la identificación del imperialismo como enemigo común de los pueblos y de las clases explotadas, así como la real amenaza del fascismo, son puntos a tomar muy en cuenta al definir la política de los marxista leninistas.
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