La Conferencia Internacional de Partidos y Organizaciones Marxista Leninistas informa a la clase obrera y a los pueblos del mundo la exitosa realización de su XXVII Sesión Plenaria, realizada en Santo Domingo, República Dominicana.
En un ambiente de unidad y fraternidad revolucionarias, hemos desarrollado un debate muy productivo y tomado posición respecto de la compleja situación económica y política que vive el mundo, y hemos definido orientaciones precisas para avanzar en el trabajo que nuestros partidos y organizaciones realizan con la clase obrera, así como con las demás clases explotadas y oprimidas, que forman parte de las fuerzas motrices de la revolución.
La CIPOML constata que vivimos un momento particularmente importante, que expresa la crisis general del capitalismo y crea mejores condiciones para el desarrollo de la actividad revolucionaria en cada país y a nivel internacional. La economía mundial enfrenta un nuevo momento de desaceleración en su ritmo de crecimiento, provocando preocupación en los círculos monopolistas y financieros que, hasta hace poco, proyectaban tasas de crecimiento más altas; pero sobre todo, asistimos a una evidente agudización de las contradicciones fundamentales de la época y, particularmente, a la exacerbación de las que contraponen a los monopolios y a los países imperialistas entre sí.
Las pugnas entre los países y potencias imperialistas por repartirse una y otra vez un mundo ya repartido, por conquistar nuevos mercados y zonas de influencia, es la causa fundamental para el estallido bélico en Ucrania que, como ya lo hemos denunciado, se trata de una conflagración de carácter interimperialista. La CIPOML condena esta guerra y a los belicistas que la promovieron y la alimentan; expresamos nuestra solidaridad con el pueblo de Ucrania víctima de la invasión militar del imperialismo ruso capitaneado por Vladimir Putin, del imperialismo estadounidense —encabezado por JoeBiden— y sus aliados —los miembros de la Unión Europea y la OTAN— y del régimen reaccionario de Vladimir Zelensky. Más, como en todo conflicto de esta naturaleza, los efectos de la guerra rebasan las fronteras locales y todos los pueblos están llevando sobre sus espaldas sus efectos negativos. El peligro de hambruna acosa a los pobres, particularmente en varias regiones de África.
Unimos nuestra voz a la de millones de trabajadores, trabajadoras, jóvenes, mujeres que luchan por la paz, reclaman el fin de la guerra y la disolución de la OTAN y otros pactos militares de los países capitalistas y potencias imperialistas, porque constituyen una espada de Damocles que pende sobre la vida de los pueblos. Condenamos a todas las fuerzas políticas burguesas: neoliberales, socialdemócratas, fascistas, oportunistas que apoyan las políticas de guerra.