jueves, 26 de julio de 2018

Importancia histórica de “La enfermedad infantil del 'izquierdismo' en el comunismo"

Por: M. Lima

En primer lugar, cabe resaltar cuáles son las intenciones que motivan a V. I. Lenin a escribir este folleto en 1920 para la inauguración del II Congreso de la Internacional Comunista: el objetivo es analizar la experiencia de la revolución de octubre en relación con algunas cuestiones de la táctica comunista que se están dando en Europa occidental. Estas tendencias representan el doctrinarismo de izquierda o “izquierdismo” como correligionario del doctrinarismo de derechas (representado por el oportunismo, cuyo ejemplo histórico más esclarecedor puede ser Kautsky).


La experiencia bolchevique nos demuestra la variedad de las formas de lucha en la que se desenvuelve: legal e ilegal, clandestino y abierto, propaganda en círculos y entre las masas. En resumen, la flexibilidad, la sensibilidad táctica que caracteriza al leninismo, frente al dogmatismo de izquierdas, que no acepta más que el camino recto, obstinado en rechazar la formas de lucha antiguas sin ver que el nuevo contenido se abre paso a través de toda clase de formas y que el deber de los comunistas es dominarlas todas; y el dogmatismo de derechas el cual no admite más que las formas antiguas y fracasa constantemente por no darse cuenta del nuevo contenido.

Es importante comprender la obra desde el marco en el que se desarrolla, en pleno auge de la tercera o podríamos decir con más acierto y perspectiva de la I Internacional Comunista. Es en este contexto donde Lenin da unas recomendaciones tácticas concretas. La gran enseñanza, que nos lega Lenin en esta obra, es desarrollar la revolución desde la flexibilidad táctica bajo la guía de los principios, desde el marxismo-leninismo, el cual sólo puede ser comprendido, sin peligro de caer en el dogmatismo, desde la experiencia histórica de la Revolución de Octubre.

Sólo de esta forma podemos analizar la experiencia bolchevique en nuestro contexto, en relación a la situación actual de la lucha de clases. El eje central sobre el que gira el leninismo como concepción política y nuestra situación actual, es en torno al partido de nuevo tipo, ésta es la condición indispensable para poder desarrollar cualquier actividad revolucionaria, cualquier actividad de vanguardia en las instituciones reaccionarias.

La constitución del Partido Comunista es la condición determinante de la táctica consecuente de un comunista hoy en día, en la vanguardia está preparada para realizar una dirección efectiva en su relación con las masas proletarias, ya que la lucha de clases y su reflejo en la conciencia de las masas no se despliega en línea recta, sino por etapas, cambios constantes, flujos y reflujos.

Desde la comprensión de la situación actual de necesidad del Partido Comunista, podemos comprender la obra de Lenin y elaborar una respuesta a su título VII. ¿Deben actuar los revolucionarios en los sindicatos reaccionarios? Según Lenin la táctica del comunista frente a los sindicatos debe de ser una “escuela de comunismo”, esta afirmación no implica que independientemente de la situación en que se encuentre la lucha de clases el deber del militante comunista sea la participación sindical.

Lenin da directrices en un momento concreto, cuando ya hay un partido de nuevo tipo, entonces si es importante trabajar en los sindicatos reaccionarios como correa de transmisión; pero no rebajando la forma superior de unión de clase (partido de nuevo tipo), a la vieja cumpliendo con sus funciones reaccionarias de reproducir el sistema de dominación a través de la dirección de las luchas inmediatas de la clase obrera. Tal es el trabajo sucio al que se llevan refiriendo los revisionistas enarbolando dogmáticamente el leninismo, sin conocerlo en la totalidad de su experiencia histórica.

El capítulo 8 de La enfermedad infantil del izquierdismo... se titula ¿Ningún compromiso? La misma pregunta tiene implícita la respuesta afirmativa. Lenin nos habla aquí de compromisos aceptables y compromisos inaceptables. También nos habla Lenin de la necesidad de realizar todo tipo de alianzas con sectores más o menos progresistas, más o menos comprometidos con el pueblo, con sectores inconsecuentes y aún con el enemigo. Nos habla de superar el doctrinarismo, aceptable en los primeros momentos cuando el movimiento es débil, de aprender a reconocer las diferencias de matices en el campo de la burguesía, del enemigo de clase del proletariado, para dar paso a la política revolucionaria. Por eso es necesario caracterizar los fallos del izquierdismo: No saber marcar los tiempos ni enlazar correctamente la táctica y estrategia. En la táctica, como la lucha por la conquista de reformas parciales, está siempre supeditada a que ascienda “el nivel general de conciencia y el espíritu revolucionario”. Estilo de trabajo sectario hacia las masas. Lenin sostiene que no saben maniobrar ni ganarse a las masas vacilantes. Elevar una “contradicción secundaria” a categoría de “contradicción principal”.

“Mientras no tengan ustedes fuerza para disolver el parlamento burgués y cualquiera otra institución reaccionaria, están obligados a trabajar en el interior de dichas instituciones, precisamente porque hay todavía en ellas obreros idiotizados por el clero y por la vida en los rincones más perdidos del campo. De lo contrario, corren el riesgo de convertirse en simples charlatanes”.

En resumen para poder realizar una correcta actividad en los sindicatos reaccionarios: elevar a las masas a las posiciones revolucionarias, es necesario el partido de nuevo tipo. Otro ejemplo de la riqueza táctica del leninismo es la postura del partido bolchevique frente a la participación en los parlamentos burgueses, dependiendo de las necesidades prácticas de cada momento siempre manteniendo la perspectiva y el objetivo revolucionario sin rebaja alguna de principios. Esta experiencia nos demuestra que el camino hacia la revolución no es lineal, es dialéctico, desenvolviéndose en innumerables contradicciones. La Enfermedad infantil no es una obra de principios, sino una serie de indicaciones tácticas en un momento histórico muy concreto, el inmediatamente posterior a Octubre, frente a la rigidez dogmática de los inmaduros destacamentos que acaban de abrazar el comunismo. El contexto de esta obra es un movimiento revolucionario a la ofensiva, bajo el calor de la Revolución de Octubre.

Finalmente “La ley fundamental de la revolución, confirmada por todas ellas, y en particular por las tres revoluciones rusas del siglo XX, consiste en lo siguiente: para la revolución no basta con que las masas explotadas y oprimidas tengan conciencia de la imposibilidad de vivir como antes y reclamen cambios, para la revolución es necesario que los explotadores no puedan vivir ni gobernar como antes. Sólo cuando las "capas bajas" no quieren lo viejo y las "capas altas" no pueden sostenerlo al modo antiguo, sólo entonces puede triunfar la revolución. En otros términos, esta verdad se expresa del modo siguiente: la revolución es imposible sin una crisis nacional general (que afecte a explotados y explotadores)”.

4 comentarios:

Carlos15 dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Carlos15 dijo...

Saludos camaradas,soy comunista y deseo militar en este Partido; ¿que debo hacer?

el anzuelo en el zapato dijo...


En VENEZUELA el PCMLV es el partido que puede dirigir la praxis revolucionaria sin temores de desviaciones que estàn presente en la izquierda de mi pais

el anzuelo en el zapato dijo...


En VENEZUELA el PCMLV es el partido que puede dirigir la praxis revolucionaria sin temores de desviaciones que estàn presente en la izquierda de mi pais