También debemos recordar que el fascismo no es solo la acción violenta, que ha estado presente en muchos períodos de la historia de la humanidad, sino que es además, un fenómeno propio del capitalismo en su fase superior, es la dictadura terrorista del capital financiero tomando revancha contra la clase obrera y los pueblos, que intentan alguna vía de liberación y reciben como venganza la agresión despiadada de la gran burguesía organizada para la violencia contrarrevolución y de clase.
Para el fascismo, como expresión de la derecha más reaccionaria, tomar el poder tiene como objetivo eliminar derechos sociales de las mayorías, la entrega de los recursos del país a sus socios imperialistas y la represión violenta e inmisericorde contra las masas populares, que indudablemente se defienden al tener una pérdida de derechos tan agresiva y violenta.
En Venezuela le hemos visto varias veces la cara al fascismo, lo hemos enfrentado y derrotado, cosa que seguiremos haciendo por medio de la Unidad Popular.
El enfrentamiento contra el fascismo implica una forma organizativa y operativa, implica una táctica de acercamiento de las fuerzas antifascistas por medio del Frente Popular como instrumento de unificación del movimiento revolucionario y las masas democráticas para salir a las calles organizadamente a enfrentar y derrotar a los elementos fascistas.
Desde el 28 de julio estamos viviendo en Venezuela una nueva arremetida del fascismo, una arremetida que abarca la propaganda, el sabotaje, la acción violenta, el chantaje, el bloqueo y todas las formas de manipulación, pero se han encontrado con un pueblo que resiste y lucha contra la agresión imperialista, un pueblo con experiencia exitosa que no se dejará amilanar y que comprende los mecanismos para frenar la agresión que arrecia en este nuevo período de lucha.