La actual
guerra en Ucrania, sucesora de grandes conflictos provocados por los
imperialistas como la guerra en Irak y Afganistán, significa la continuación de
la política desarrollada por estos, qué fieles a sus intereses ven en la guerra
un excelente instrumento para someter a los pueblos a los más terribles
mecanismos de explotación mientras garantizan enormes ganancias económicas, que
a su vez serán aprovechadas para generar una mayor concentración de capital en
las pocas manos de los consorcios capitalistas.
Los bloques imperialistas insisten en seguir
utilizando al pueblo de Ucrania como carne de cañón, promoviendo a través de
sus políticas y voceros una guerra que les ha dado buenos resultados en lo
económico a estos bloques. Por ejemplo, el desarrollo de la guerra en Ucrania
le ha significado grandes ganancias a todos aquellos factores vinculados al
complejo militar industrial. Esto se entiende a partir del hecho de que la
continuidad de la guerra significa la necesidad de comprar más equipos
militares, la sustitución de viejos armamentos por nuevos, lo que en concreto
implica millones de dólares en ganancia para la burguesía imperialista que
controla este complejo industrial militar; todo esto a costa de la muerte de
decenas de miles de explotados y oprimidos, quienes son las principales
víctimas de estas guerras libradas por los bloques imperialistas para llevar a
cabo el reparto del mundo.
Recientes declaraciones oficiales de voceros
de los EE.UU son un sustento para lo expuesto en párrafos anteriores, ahí dejan
en claro, sin ningún tipo de decoro, sus intenciones de continuar el suministro
de armamento a Ucrania, dejando muy en claro su intención de continuar la
guerra. Al mismo tiempo, los países de Europa involucrados en la OTAN hacen lo
mismo, aprovechan de colocar una gran cantidad de su armamento, incluso
aquellos considerados obsoletos, promoviendo así nuevas inversiones,
reactivando así sectores de la economía que van de la mano con el complejo
industrial militar.
Mientras el bloque China y Rusia junto a sus aliados promueven el desarrollo de espacios económicos para coordinar las fuerzas aliadas a sus objetivos y seguir avanzando en su propósito de tomar el control de las rutas económicas, al mismo tiempo que muestra músculo en el campo militar con jornadas de ejercicios militares y anuncio de fortalecimiento de su aparato militar. Dejando muy en claro también su intención de disponer de los más sofisticados y poderosos recursos militares para los escenarios militares que se están desarrollando.
Los EE.UU- UE con su brazo armado, la OTAN,
en las últimas semanas concentraron parte de sus recursos en el desarrollo de la llamada “contraofensiva”, señalando que esta podía revertir
algunos resultados adversos de la guerra. Sin embargo, estos solo demuestran
que las condiciones se agudizan, que en el terreno, la superioridad aérea de
Rusia, puesta en acción, inclina la balanza momentáneamente a su favor,
mientras que el ejército de Ucrania espera por más ayuda de sus aliados.
Los
imperialistas destruyen pueblos y desaparecen de la faz de la tierra a cientos
de miles de personas en el desarrollo de sus conflictos armados, en ellos
además obligan a participar a través de diversos mecanismos a los hijos del
proletariado, quienes dejan su vida en el terreno por los intereses económicos
de la gran burguesía.
Luego,
incluso la hipocresía del gran capital toma cuerpo en acciones como la
anunciada recientemente por el banco mundial. Institución que ha prometido 1750
millones de dólares, en ayuda para reconstruir Ucrania. Vale la pena preguntar
¿Quiénes serán los dueños de las contratistas que ejecutaran esta
“reconstrucción” en lo concreto?, así es promueven la guerra para destruir la
capacidad de las fuerzas productivas, y en su “regeneración” consiguen enormes ganancias.
Hay que tener en cuenta además que acciones
como estas se concretan bajo la figura de préstamos, y esto impulsa otra
pregunta ¿Quién pagara al fin de cuentas esto? Y las respuestas van apuntando
en la misma dirección, los pueblos en general y el proletariado en particular.
La forma como someterán a los pueblos para
ubicar sobre sus espaldas las consecuencias de la guerra, los caminos que puede
encontrar el capital financiero para aplicar su lógica especulativa,
promoviendo la inversión de grandes capitales, incluso con alto riesgo de
pérdida, eso es parte del objetivo de la conferencia sobre la recuperación de
Ucrania que se desarrolla en Londres bajo los auspicios de la UE y Los EE.UU.
en contraparte China- Rusia y sus aliados han apuntado por generar alianzas que
garanticen su ascenso sostenido en la economía mundial promoviendo alianzas
para golpear la hegemonía de su contrincante. Para esto multiplican y consolida
su presencia en zonas como América Latina, siendo esto un desafío claro a los EE.UU
en un territorio donde tradicionalmente había tenido la hegemonía en solitario
por mucho tiempo.
Tal es parte de las características del
reacomodo imperialista que en la actualidad está viviendo el mundo.
A la medida que las consecuencias de la guerra
va golpeando las condiciones de vida de los pueblos con sus consecuencias,
estos también reaccionan para pelear por sus condiciones; así pues, hemos visto
las movilizaciones populares en varias ciudades de Europa.
América
Latina
En el marco del reacomodo imperialista,
América Latina ha experimentado una movilización de los voceros y
representantes de los bloques imperialistas
hacia nuestro continente, con el propósito de asegurar su parte en los acuerdos económicos y políticos. Desde
los aliados relacionados con el bloque China-Rusia que visitaron la región
abordando temas económicos, políticos, que en general son expresión de un
ajuste a los movimientos expresión del reacomodo imperialista. Por otra parte,
están los pueblos en general y el proletariado en particular con sus luchas,
que se desarrollan exigiendo respuestas concretas a situaciones y problemáticas
que afectan negativamente sus condiciones de vida, ubicando así, escenarios
prácticos donde las organizaciones revolucionarias, entre ellos las marxistas
leninistas que debemos actuar con sentido práctico e ímpetu revolucionario,
apegados a las orientaciones y legado del marxismo leninismo para impactar de
manera adecuada en las amplias masas cuya fuerza y respaldo es imprescindible
para lograr avanzar en la lucha revolucionaria contra el imperialismo.
Esta conflictividad la experimentan a diferentes niveles y formas en países con gobiernos progresistas, democráticos, incluyendo el nuestro, que son gobiernos que se caracterizan por tener diferencias sostenidas con los EE.UU, asumiendo por momentos contradicciones y señalamientos con este gobierno a pesar de que mantienen algunos acuerdos en el marco de lo económico y también lo político.
Igualmente, los gobiernos que han asumido con
mayor claridad posiciones de tendencia neoliberal han tenido que enfrentar
conflictos de mayor beligerancia y participación popular, inclusive por
importantes espacios de tiempo, situación que no logra aplacar del todo, por lo
que tienen que recurrir a métodos más intensos y abiertos de represión contra
los pueblos. Claro está a pesar de las acciones populares, en algunos casos los
gobiernos de derecha han logrado mantenerse, no sin antes experimentar
creciente rechazo de las masas populares.
Tenemos aquí el caso del Perú, donde luego de someter a Pedro Castillo y encarcelarlo, se llevó a cabo la imposición en el poder de Boluarte, respaldada por fuerzas de la burguesía. Esta inmediatamente se dedicó a desarrollar un conjunto de medidas que iban en detrimento de las mayorías explotadas y oprimidas, llevó a cabo una fuerte represión contra el movimiento popular, y a pesar de que los sectores populares se movilizaron, no lograron por el momento obtener la fortaleza necesaria para avanzar en el objetivo de obligar a Boluarte a dejar el poder.
En los últimos días, se han reiniciado las
movilizaciones populares en rechazo al gobierno títere de Boluarte, en una
muestra de que estas fuerzas democráticas y populares no se rinden, y están
dispuestas a seguir la lucha superando sus debilidades y avanzar hacia mejores
formas de organización. En este sentido, es necesaria la orientación precisa,
oportuna, de parte de las fuerzas revolucionarias organizadas que están en el
desarrollo de las acciones concretas. Nuestro deseo de victorias para las
fuerzas populares y proletarias organizadas que resisten y luchan contra
Boluarte y todos los agentes lacayos del imperialismo que imponen la agenda del
terror en el Perú.
También están casos como los del Ecuador,
donde las movilizaciones y presión de las fuerzas populares obligaron a Lasso a
asumir la llamada muerte cruzada, situación que en lo concreto ofrece un
escenario donde las fuerzas populares en el marco de lo electoral se han
replanteado el accionar táctico que ayude a acumular las fuerzas que permita un
avance de las fuerzas progresistas y revolucionarias, para tratar de concretar
así un desplazamiento de las fuerzas contra revolucionarias más beligerantes,
que habían avanzado con el triunfo de Lasso.
La posibilidad del fortalecimiento del
movimiento popular en el marco de este proceso electoral abre expectativas no
solo para el pueblo de Ecuador, sino de América Latina, al estar en la
posibilidad el triunfo de una fuerza popular y progresista en ese país.
En Colombia se ha ido fortaleciendo una contraofensiva de parte de las fuerzas contrarrevolucionarias y reaccionarias que van desarrollando acciones para la acumulación de fuerza, con el propósito de avanzar en sus objetivos de echar por tierra los avances obtenidos por fuerzas democráticas en el marco de un proceso que ha tenido como parte de sus resultados el primer gobierno de izquierda producto de un proceso electoral en ese país.
Se agudiza así la lucha de clases que
plantean puntos de inflexión. Ahora bien, esta situación plantea un escenario
de mucha importancia, no solamente para el pueblo de Colombia, sino también
para América Latina. La consolidación de un proyecto democrático, con apoyo de
movimientos progresistas, revolucionarios, en un país que por décadas ha sido
uno de los bastiones del imperialismo de EE.UU y de las fuerzas contra
revolucionarias en el continente plantea un giro que inclina la balanza a favor
de la lucha de los explotados y oprimidos pudiendo incidir e impactar con mucha
fuerza en el resto del continente.
Por esta razón manifestamos nuestro apoyo al
pueblo de Colombia que resiste y lucha en la construcción de caminos de lucha
antiimperialista, por la liberación nacional y el socialismo.
El
continente, un eslabón débil de la cadena imperialista
Cuando revisamos el panorama mundial,
agitado, signado por los altos niveles de conflictividad en el marco de las
contradicciones propias de la época imperialista, debemos destacar las
condiciones de América Latina y el Caribe. A pesar de la debilidad persistente
del movimiento revolucionario en general y los marxistas leninistas en
particular, las movilizaciones de los pueblos contra gobiernos, personajes y
proyectos del capital imperialista se ha mantenido y el planteamiento de la lucha
por proyectos democráticos y antiimperialistas.
Este fenómeno es muy importante comprenderlo
en su magnitud, pues el planteamiento propio del marxismo leninismo nos invita
y exige determinar al calor de la realidad y contacto, efectividad con las amplias
masas, leer el movimiento que se va desarrollando en el marco de la lucha de
clases, en la realidad concreta para tratar de determinar su curso, e
identificar el eslabón del que hay que aferrarse para guiar la lucha
revolucionaria contra el capitalismo.
Para cumplir las tareas de dirección
revolucionaria de las masas, el movimiento marxista leninista debe seguir
fortaleciéndose y consolidándose en la lucha contra el reformismo, el
oportunismo y las diferentes trampas y distracciones que el enemigo de clase
coloca al movimiento revolucionario para desviarlo de sus centrales objetivos.
Ante el debilitamiento de los movimientos
revolucionarios en el mundo, permeados por el revisionismo y el
liquidacionismo, que les ha privado desarrollar una mayor beligerancia en el
campo de la lucha de masas y a la hora de dirimir la misma, el movimiento
democrático en América Latina manifiesta algunas características concretas que
son la posibilidad real de elevar la lucha por conquistas democráticas y
populares hacia mayores niveles en el marco de la lucha por el poder económico
y político que deben librar los explotados y oprimidos.
Para los partidos y organizaciones marxistas
leninistas en general y para los de nuestra conferencia en particular (CIPOML)
es una tarea central, determinar las particularidades de este fenómeno en
nuestro continente y en el mundo, su desarrollo en el terreno concreto para
poder orientar la táctica general y particular adecuada al momento y al
contexto en la cual se desarrollan y ponernos a la cabeza de las luchas por la
liberación nacional y el socialismo.
Venezuela
En nuestro país las contradicciones de clase
también experimentan diversos escenarios de agudización. La lucha
antiimperialista y anticapitalista continua de la mano de diferentes factores
del movimiento popular revolucionario que tenemos claro nuestro papel en la
lucha contra todos aquellos factores que han explotado y oprimido a nuestro
pueblo, como FEDECAMARA, CONINDUSTRIA, VENANCHAM CONSECOMERCIO y que han sido y
son instrumentos del imperialismo para desarrollar las acciones de agresión que
han dejado entre sus resultados las duras condiciones de vida que hoy
vivimos. Las circunstancias económicas,
políticas y sociales nos invitan a seguir resistiendo y luchando, haciendo esfuerzos para tratar de superar la
dispersión y debilidad de la actualidad, pero forjando la firmeza, templanza y
disciplina que nos lleven a obtener pequeñas, medianas y grandes victorias en
favor de la causa revolucionaria.
El movimiento revolucionario en nuestro país
entiende que la tarea de los momentos actuales pasa por identificar con
precisión el desarrollo de expresiones de desviaciones vanguardistas,
reformistas, oportunistas, de izquierda y derecha que pueden permear al
movimiento revolucionario en el fragor de la lucha constituyéndose así en
obstáculos que pueden impedir su desarrollo efectivo y eficaz.
Es un momento donde las situaciones se desarrollan con gran velocidad, la burguesía lleva a cabo una nueva ofensiva en nuestro país para reacomodarse. Apelando a las difíciles circunstancias que han contribuido a generar, la burguesía pro imperialista intenta aprovechar el momento para obligar a acuerdos que signifiquen el desmontaje de algunas en la realidad práctica de algunas conquistas alcanzadas por los sectores populares en el marco del proceso bolivariano.
El oportunismo de izquierda y de derecha se
exacerba en el marco de un ambiente preelectoral, tratan de posicionar,
fortalecer y consolidar una visión política, pragmática, en la que hay que
mantener buenos resultados electorales más allá de los objetivos políticos
revolucionarios, estos quedan supeditados a la dinámica electoral, donde hay
que sumar voluntades y apoyo partiendo de iniciativas donde la “flexibilidad”
ideológica es expresión del llamado principio maquiavélico, el fin justifica
los medios.
Liderazgos políticos desgastados,
cuestionados, tanto en la fila de la derecha como la izquierda, es parte
característico del escenario actual, importante parte del electorado no se
identifica, con los tradicionales discursos, lleno de formas dispersas,
escuetas, carentes de contenido y más aún desvinculados parte de ellos de la
realidad concreta.
Se entiende además que una de las tareas
esenciales es fortalecer la unidad de las fuerzas populares, democráticas y
antiimperialistas, identificando al enemigo principal y común de los pueblos,
el imperialismo, lo que a su vez exige precisión fortalecer el centro de
dirección de la lucha, el partido del proletariado, en su capacidad real de
dirección hacia las amplias masas.
Igualmente, es necesario recuperar una mayor
beligerancia del movimiento de los trabajadores revolucionario, que impida que
estos puedan ser atraídos por las artimañas de la derecha, fortalecidos además
por la ausencia o debilidad del movimiento revolucionario en propuestas de
movilización y lucha que sepa identificar las expectativas y captar el interés
de los trabajadores en general.
Aunque los movimientos de derecha no han
logrado avanzar con fuerza en la calle, es importante ver hasta qué punto esto
obedece más a un creciente rechazo del pueblo a organizarse políticamente más
que a la atención al planteamiento de los sectores revolucionarios como
elemento determinante de esta actitud popular.
La corrupción,
un elemento que contribuye a la dispersión de las amplias masas
Los anuncios del gobierno sobre una operación
que desmantelo una trama de corrupción protagonizada por diferentes actores y
sectores vinculados al gobierno, principalmente puso de manifiesto un fenómeno
propio de la sociedad capitalista, la cual se sustenta precisamente en uno de
los mayores actos de corrupción, la extracción de plusvalía, el robo descarado
a los trabajadores.
Además, expuso este fenómeno que ante la
ausencia de un control y seguimiento popular, revolucionario, fortalecido y con
reales capacidades de decisión, la corrupción va a permear también aparte de
las bases populares, abonando el terreno para que estas mafias surgidas desde
la burguesía y pequeña burguesía tengan expresiones de apoyo en una parte,
aunque pequeña del poder popular y consiga así ciertas formas de legitimarse y
continuar sus operaciones contra revolucionarias.
Ha planteado esto, la necesidad de una
profunda crítica y autocrítica sobre las tareas a desarrollar por el movimiento
popular revolucionario para poder superar de manera concreta los efectos que
esta situación ha dejado en el seno de las amplias masas.
La burguesía y la pequeña burguesía han sido
el bastión para el desarrollo y fortalecimiento del fenómeno de la corrupción,
sus objetivos de acumulación de ganancias, no importa como sea, decanta en
acciones que van generando y fortaleciendo elementos como el oportunismo que
logra permear también en ocasiones al movimiento popular logrando distraerlo
por momentos de las tareas y objetivos de construcción revolucionaria.
Ante esto es necesario seguir levantando la
propuesta con acciones concretas del control obrero, campesino y comunal
revolucionario, desde las bases del movimiento popular y proletario.
Las declaraciones de Trump, confirman lo
denunciado por las fuerzas revolucionarias, permanentemente, la agresión contra
nuestro pueblo obedece a las intenciones del imperialismo en expoliar nuestros
recursos.
No es un gesto de “honestidad” ni mucho menos
de Trump, es parte de su táctica propagandística de venderse como el vocero que
necesitan los sectores más reaccionarios de la política mundial que ven
solución al “problema” Venezuela en la intervención directa, en contraposición
con otros sectores también muy reaccionarios que por los momentos se han
plegado a la política Biden de intervenir y agredir a nuestro país con tácticas
más disuasivas, igualmente muy perjudiciales, pero menos directas por ahora.
Ante este panorama de agresión imperialista se
desarrolla la lucha de los trabajadores por sus condiciones de vida, una lucha
que por momentos ha tenido respuestas de parte del gobierno que han generado
diversas reacciones, entre ellas el rechazo y la duda a la efectividad de las
mismas. Como elemento para evaluar la efectividad, eficacia y alcance de esta
respuesta, los trabajadores tomamos como referencia la realidad concreta, que
no cambia con discurso, ofrecimientos o palabras y que exige resultados
visibles en favor de los sectores populares en general y el proletariado en
particular, en el campo de lo concreto, de la realidad y no de la posibilidad.
En este sentido, es necesario seguir
trabajando y fortaleciendo la construcción concreta de espacios de unidad,
alianza y acuerdos de las organizaciones revolucionarias, contribuyendo a la
acumulación de fuerzas necesarias para poder desarrollar acciones en el marco
de la lucha antiimperialista que puedan decantar en avances y victorias para la
causa revolucionaria del proletariado y las fuerzas populares.
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