El CC se reunió en su XVIII pleno de este período para valorar la situación del Partido, la militancia, el pueblo y en especial del proletariado que prosigue en un proceso de resistencia y lucha ante la agresión imperialista.
Tal valoración se ha realizado tomando en cuenta las diferentes situaciones que por impacto de la crisis general del capitalismo, la crisis cíclica actual y la pandemia de Covid 19 han afectado a todos los pueblos del mundo, especialmente a la clase obrera que ha visto retroceder sus conquistas ante la ofensiva reaccionaria.
Ha sido tema importante analizar el impacto del bloqueo de los EEUU-UE contra Venezuela, los errores del gobierno bolivariano, las debilidades del movimiento popular y las deficiencias de la vanguardia, son hechos que también han sido valorados ya que en conjunto van transformando la realidad y obligan a su evaluación permanente para ajustar la táctica.
Superando distancias y dificultades materiales la presencia de los miembros del CC fue decisiva para debatir a fondo estas situaciones y llegar a conclusiones que permiten a los diferentes organismos tener una visión más clara de la realidad del Partido y de los caminos que se transitan para mejorarla.
Se abordaron casos particulares así como el programa, tesis, línea política y estatutos en un esfuerzo por preparar las condiciones para su ajuste a la nueva realidad en momentos reanimación de la clase obrera a nivel mundial.
El debate fue intenso y productivo en medio de las medidas de seguridad requeridas para evitar el contagio.
Aprendiendo a superar las limitaciones establecidas a raíz del Covid 19 hemos realizado este segundo pleno desde que se declaró la pandemia, asumiendo de forma objetiva y responsable el peligro de tal situación.
De los extremos del país llegaron los miembros del CC con sus observaciones y propuestas, lo que ha permitido una valoración más objetiva de la realidad de las masas, del país y del partido; prosiguiendo con los análisis y debates que permiten fortalecer las tesis, consolidando nuestra línea política mientras se hacen esfuerzos por su comprobación para aportar con la experiencia a la teoría revolucionaria y a la economía política marxista leninista desde esta realidad concreta con visión internacionalista.
Se ha consolidado nuestra posición ante la situación mundial y la lucha interimperialista, la presencia de dos bloques en pugna y las divergencias entre fracciones capitalistas, donde la pequeña burguesía juega un papel al tratar de evitar la confrontación directa con sus consabidas recetas reformistas, que parten de la negociación con la burguesía para tratar de lavar la cara de la cruel explotación que coloca la carga de la crisis en las espaldas de la clase obrera.
Se va consolidando nuestra posición de denuncia al revisionismo, y en especial al trotskismo que con sus deformaciones contribuye descaradamente con el imperialismo al debilitar el frente popular y las iniciativas de avance de los movimientos de liberación nacional, tratando de llevar las organizaciones revolucionarias por el camino del sectarismo y el divisionismo sobre una base teórica pragmática, reformista y electorera, la cual los pueblos y la teoría marxista leninista rechazan. Ya la Internacional Comunista en sus tesis sobre el problema nacional y colonial, fijó posición ante esas tesis típicas del infantilismo de izquierda denunciado por Lenin.
Ratificamos la justeza teórica y práctica de nuestra política de apoyo crítico con exigencias al proceso bolivariano trabajando por la alianza Obrero, Campesina y Comunal en una acción de organización, formación y movilización popular que se enmarca en la línea política de lucha en países dependientes con procesos de agudización de las contradicciones fundamentales y resistencia ante la agresión del imperialismo yanqui.
Seguimos trabajando por la consolidación de un amplio frente antiimperialista donde los marxista-leninistas podemos difundir nuestro programa y política en el marco de una táctica de acumulación de fuerzas que se valora como la política más acertada desde el punto de vista de la teoría y la práctica en un país bloqueado y amenazado que puede avanzar a escenarios de mayor agudización de la lucha de clases a nivel interno y externo.
La reanimación de las luchas.
En la actualidad somos testigos del avance de las luchas en medio de la exacerbación de las contradicciones propias de la época imperialista, a saber: la contradicción existente entre el trabajo y el capital, la existente entre los distintos grupos financieros y las distintas potencias imperialistas en su lucha por las fuentes de materias primas, por territorios ajenos. La tercera contradicción es la existente entre un puñado de naciones "civilizadas" dominantes y centenares de millones de hombres de las colonias y de los países dependientes.
En este sentido los hechos reafirman lo expuestos por los clásicos del marxismo leninismo donde se caracteriza con precisión científica el comportamiento del imperialismo entendido como la fase superior del capitalismo y sus consecuencias. Esta situación comporta que los pueblos en general y los trabajadores en particular deban cualificar permanentemente su capacidad de organización y movilización para librar una lucha tenaz contra los imperialistas quienes en contraparte aplican diversos métodos y tácticas para acentuar su dominio y así someter a una tenaz explotación a millones de seres humanos, a los que exprimen sus fuerzas y su vida.
En el marco de las contradicciones podemos ver cómo se desarrolla la lucha hoy en diferentes escenarios entre los bloques imperialistas EE.UU y la UE y China –Rusia cuyas contradicciones se exacerban a un nivel que va definiendo su desenlace por medio de la guerra.
Las permanentes confrontaciones del bloque China- Rusia con EE.UU-UE por el dominio de los mercados.
Los conflictos regionales en puntos geoestratégicos del mundo van en ascenso, la carrera por repartirse el mundo adopta formas violentas en busca de adaptarse a los escenarios impuestos por la crisis y la pandemia, factores que han servido de catalizador de estas contradicciones.
El reacomodo de los factores imperialistas lo podemos constatar en acontecimientos como la salida de los EE.UU de Afganistán junto a sus aliados de la OTAN, en el reciente pacto entre el Reino Unido, EE: UU y Australia (AUKUS), en la culminación del gasoducto Nord Stream 2, que ha generado las reacciones inmediata de los EE.UU, entre ellas la posibilidad de sanciones que aplicarían en perjuicio de Alemania, primera economía de Europa.
Igualmente América Latina se presenta como un escenario donde ambos bloques imperialistas desarrollan sus batallas tratando de imponer sus intereses. En el caso de China y Rusia, pujan por seguir conquistando espacios en lo económico, político y militar en el continente, hasta el momento China y Rusia han logrado significativos avances, situación que obligatoriamente significa la pérdida de espacios y debilidad de la hegemonía de parte del bloque EE.UU y UE.
En el caso particular de los EE.UU hacen esfuerzos económicos, políticos y militares para recuperar el terreno perdido ante sus adversarios imperialistas. Para esto se apoyan en sus principales aliados en la región, jugando Colombia un papel central en su plan agresivo, cuyo gobierno ha fungido como base de operaciones para desplegar su acción en diferentes puntos geográficos de la región.
Ante este panorama los explotados y oprimidos debemos con urgencia seguir trabajando el fortalecimiento y consolidación de nuestra capacidad de lucha a todos los niveles y formas. La posibilidad de victoria en el marco de la resistencia y lucha contra la agresión imperialista aumenta en la medida que se fortalezca la unidad de los factores revolucionarios; en tal sentido, fortalecer y consolidar iniciativas de unidad de las fuerzas populares y anti imperialista es una tarea que hay que desarrollar con dedicación militante. Para esto es importante trabajar por entender que la lucha de clases exige al proletariado, sus aliados los campesinos pobres y sectores populares en general prepararse para dar el salto cualitativo.
En el mundo y en particular en nuestro continente los pueblos se han levantado contra las medidas neoliberales, la represión, el paramilitarismo; han dado muestra de querer avanzar hacia sistemas opciones democráticas, ante esto la terea de los marxistas leninistas es orientar esas luchas, cualificarlas, fortalecerlas, combatiendo a su vez las posiciones que las distraen y debilitan posicionando las verdaderas ideas revolucionarias.
Este elemento lo podemos observar en hechos concretos, como carrera por el dominio de la tecnología 5g en la que China lleva la delantera y en lo que hay que sumar, además sus primeros avances en la tecnología 6g. Los EE.UU por su parte intenta supera algunas barreras en este terreno, lo que ha tenido que compensar con la aplicación de acciones como amenazas y sanciones, en busca de obstruir al menos momentáneamente, el avance de China en el terreno tecnológico, que como bien sabemos a su vez, tiene una relación directa con la capacidad militar y de seguridad.
Otro terreno donde los EE.UU se ha visto relegado a un segundo lugar, es el referido al desarrollo de las armas supersónicas, situación que coloca a Rusia en Ventaja, en un terreno muy importante y decisivo en el marco de las actuales y futuras situaciones de confrontaciones a grandes y mediana escala de las potencias imperialistas por el reparto del mundo ya repartido.
Para poder desarrollar esta carrera tecnológica los imperialistas no pueden prescindir del uso de la fuerza de trabajo en la producción ya que esta descansa la plusvalía aunque traten de ocultar esta relación con el nivel de sus ganancias. En tal sentido a medida que la confrontación por el reparto del mundo va escalando en sus niveles de agudeza, las contradicciones en el marco de la época del imperialismo experimentan un reimpulso en diversos áreas de la economía y la política mundial, así como en diversos puntos geográficos, al punto de que la guerra como actividad propia de los imperialistas para asegurar la explotación de millones de hombres y mujeres se ha multiplicado y mantenido cada vez con mayor agresividad y claridad.
Todo esto se circunscribe a la contradicción capital trabajo, y se concatena a su vez en su desarrollo con las contradicciones que experimentan las asociaciones imperialistas y los países imperialistas.
Es importante comprender que no podrán reacomodarse los grupos imperialistas sin incrementar su confrontación contras las fuerzas populares y revolucionarias, por eso estamos obligados a desarrollar mecanismo de organización para librar la lucha.
Como hemos visto las contradicciones experimentadas entre los bloques imperialistas se han hecho mucho más evidentes en la actualidad, en el bloque EE.UU y UE, donde varios de sus principales integrantes han manifestado contradicciones, una de ellas es la expresada en el AUKUS, pacto militar entre Reino Unido, EE.UU y Australia, lo que plantea posibles modificaciones significativas en el contexto geopolítico.
Rusia y China han avanzado en su fortalecimiento como bloque, mientras la UE y Los EE: UU han experimentado contradicciones que les hacen más difícil desarrollar acciones y lograr su objetivo que es continuar con el dominio de los puntos geoestratégicos de importancia mundial que puedan garantizar la ventaja militar en las seguras confrontaciones que han de venir.
En general la dinámica económica a nivel mundial experimentó importantes y definitivos cambios, los cuales a su vez se ha catalizado por la pandemia del covid 19, que modificó de manera significativa la forma de vida de las masas populares, este hecho a su vez se ha reflejado en lo particular en la vida política y económica de cada continente, en lo particular, y de cada país en lo singular.
Este elemento se ha concatenado con las nuevas tecnologías, que a su vez se emplean para profundizar los mecanismos de explotación y expoliación de las riquezas de los pueblos y de la clase obrera en especial.
Es decir la pandemia también obligó en cierta manera a los capitalistas a reorientar las actividades de explotación, significando esto ciertas acciones “novedosas” que hizo aún más complejo para los movimientos revolucionarios abordar las respuestas efectivas y eficaces en la lucha contra el imperialismo.
El imperialismo a nivel mundial experimenta una transición en las potencias dominantes, he aquí un hecho fundamental, este movimiento comporta algo determinante para la forma de dominio que van a tratar de ejercer los imperialistas sobre los pueblos, así mismo como el desarrollo de las formas de opresión económica y política con los países dependientes y sus aliados de menor tamaño.
El reacomodo del imperialismo ha obligado a parte de sus factores a presentar las formas y tácticas para garantizar su ascenso con ropaje de nuevos mecanismos democráticos y de “pluralidad”, resumido este planteamiento en impulsar un mundo "multipolar" en contraposición a un mundo "unipolar" como parte del discurso que oculta la esencia explotadora del imperialismo.
Por su parte la potencia que va siendo desplazada también adopta mecanismos para incluir fuerzas de su lado, pero con fuerte manifestación de su mecanismo hegemónico.
El proletariado sabe que para librar la lucha contra el imperialismo se hace necesario adoptar la forma de organización adecuada, es ta forma implica y exige la construcción de su partido como paso central en su estrategia.
En general estamos en un proceso de agudización de las contradicciones inter imperialistas que pone en primer orden las posibilidades de la guerra y con esta todos los estragos que de ella devienen, en este sentido nuestro pleno concluye en la necesidad de consolidar su capacidad organizativa, de movilización así mismo fortalecer y consolidar los lazos con las organizaciones populares revolucionarias, no solamente aquí en nuestro país sino a nivel internacional.
Así mismo es necesario que nuestra organización vea la importancia de ser más beligerante en cuanto a nuestro respaldo a las diferentes luchas populares y anti imperialistas que se desarrollan en el mundo en general y en nuestro continente en particular. La unidad de los revolucionarios en la región lo que requiere de mayores esfuerzos de nuestra parte para consolidar fortalecer y consolidar aquellos espacios que sirvan como instrumentos para la movilización de las fuerzas revolucionarias, elemento que es de gran importancia en un momento donde en el marco del reacomodo imperialistas, el imperialismo de los EE.UU desarrolla una intensa lucha contra el bloque china Rusia por disputar el control de América Latina, por tal motivo los mecanismos de organización revolucionaria deben estar cualificados par a afrontar con éxito la lucha anti imperialista.
Es de hacer notar que el desplazamiento del bloque imperialista EEUU-UE ha expresado a su vez en lo político el posicionamiento y avance de ideas políticas reformistas, socialdemócratas, que en lo concreto llegaron al gobierno a través de procesos electorales acompañados de una mayor movilización política y social en parte del continente en medio de acuerdos y alianzas económicas con China y Rusia.
El movimiento político de la pequeña burguesía y la burguesía con elementos burgueses nacionalistas creció, se fortaleció y en cierta manera se consolidó en la región, lo que impactó en un primer momento sobre las amplias masas de diversas maneras:
En lo económico dio respuestas en el marco del populismo economicista, ubicando reivindicaciones que se limitaron a las compensaciones salariales, bonificaciones, reforzamiento de la legalidad contractual.
En lo político hubo reacomodo del movimiento sindical, en el que fueron desplazados viejos e históricos dirigentes para tratar de posicionar estructuras afines a esos gobiernos.
El XVIII pleno del CC concluyó su actividad teniendo clara la necesidad de multiplicar los esfuerzos para superar las trabas impuestas en los últimos años por el bloqueo, la crisis y la pandemia ratificando la pertinencia de la consigna: El socialismo sólo se construye con la alianza obrero campesina en el poder y el pueblo en armas.
Venezuela. Noviembre de 2021.
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