Los obreros del mundo marchamos nuevamente el pasado viernes 1° de Mayo, para decir no a la explotación del hombre por el hombre; no al sistema capitalista excluyente, hambreador y egoísta. Para recordar a los burgueses explotadores, que la esencia revolucionaria de los obreros de Chicago sigue vigente, que no es sólo por la reducción de la jornada, sino por el contrario, marchamos por la defensa de nuestros derechos, conquistados al calor del combate, que nos movilizamos por la abolición definitiva de la explotación capitalista. Para reafirmar nuestro compromiso histórico de erradicar, más temprano que tarde, esta sociedad injusta, amparada y justificada en la acumulación de dinero y la propiedad privada burguesa.
La lucha obrera por la reducción de la jornada laboral a 8 horas diarias, dio origen a la gesta del 1º de mayo. Reclamo simple, que costó la vida de valeroso hombres, los cuales fueron asesinados por la burguesía moderna. Hoy, las calamidades de miles de millones de trabajadores en el mundo entero son incontables, analfabetismo, miseria, precariedad, persecución, cárcel, desamparo, pobreza, desahuciados, indigencia, enfermedades y muerte, son la cifras crecientes, anunciadas hipócritamente como “progreso económico” por las potencias y sus trasnacionales, por sus jefes de gobierno en cada cumbre.
Nosotros, los obreros, campesinos; los proletarios del mundo somos los que producimos todos los bienes materiales de consumo y son ellos, los burgueses, los que no trabajan y viven en la opulencia, en la abundancia, parásitos que roban sin decoro nuestro trabajo, nuestra vida, nuestro sudor.
Nosotros los obreros, los proletarios, no podemos conformarnos con arrancar algún triunfo económico a la burguesía, triunfo que siempre es transitorio. Debemos plantarnos firmes y unidos, arrancarles el poder político y someterlos por la fuerza, aplastarlos y destruir su Estado burgués. El verdadero objetivo de nuestra lucha es dirigir la revolución y construir una nueva sociedad, organizar la revolución socialista consolidando la unión de nuestra clase obrera.
El capitalismo está en su crisis terminal, no puede, ni podrá resolver a favor de las inmensas mayorías trabajadoras sus básicas demandas. Es por ello que nuestra lucha por desplazarlo del poder es imperiosa,
El capitalismo se sostiene gracias al Estado burgués con su poderío militar, político y económico fruto de la explotación, amenazan con las guerras, invasiones y sanciones a los pueblos que se ponen de pie. Pero las cartas están echadas, la conciencia y la unidad avanza sin temor, la solidaridad de los oprimidos se pone de manifiesto, las organizaciones revolucionarias se cualifican, los pueblos no se rinden.
Aquí en Venezuela la lucha se agudiza, los trabajadores nos preparamos y organizamos para asumir la dirección política, nuestro PCMLV crece y contribuye activamente en la agitación y formación política de los obreros y campesinos; estamos llenos de optimismo, por todo ello, saludamos e invitamos a todas y todos los obreros del mundo a profundizar la organización para la lucha y avanzar dignamente, consientes que el desenlace victorioso será obra de la clase obrera, ya que ningún acuerdo con el imperialismo ofrece solución a los problemas de los explotados, ni la burguesía con su propuesta liberal, ni la socialdemocracia con sus engaños pequeño burgueses podrán dar salida a los graves problemas de los explotados, porque la liberación de la clase obrara es obra de la clase obrera misma.
¡El socialismo sólo se construye con la alianza obrero campesina en el poder y el pueblo en armas!
C.C. del PCMLV
Mayo 2015
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