La propaganda oficial de la clase dominante, durante todo el período conocido como guerra fría y posterior a él, se ha encargado de decirnos que los comunistas somos asesinos. Sin embargo, el estudio de la historia nos dice totalmente lo contrario cuando descartamos la propaganda burguesa y asumimos ese estudio histórico de manera científica.
Durante toda la existencia del capitalismo, la burguesía ha demostrado de todo lo que es capaz de hacer para castigar a las clases trabajadoras cuando esta se atreve a luchar por sus derechos. El nacimiento del capitalismo, la conversión de la burguesía en clase dominante comenzó con un baño de sangre en 1789 conocido como la revolución francesa.
En 1848, por pugnas de poder, los burgueses armaron a los obreros parisinos para utilizarlos a favor de sus intereses políticos, luego de culminar el conflicto inter-burgués, los obreros armados representaban una seria amenaza para la burguesía. Se produjo la revuelta de 1848, donde los obreros resistieron varios días de forma heroica, pero al final fueron desarmados, posterior al desarme, llegó la represión, miles de trabajadores y personas de todas las edades fueron asesinados en un acto de barbarie.
La derrota de la Comuna de París en 1871, fue acompañada de un descomunal baño de sangre. El mismo Carlos Marx en su obra “La guerra civil en Francia” manifestó que los sangrientos sucesos de 1848, comparados con la Comuna de Paris parecían un juego de niños. Con esta comparación, nos hacemos una idea de cómo a medida que la burguesía se convertía en clase cada vez más reaccionaria y decadente, con mayor fuerza se empleaban para masacrar a los proletarios.
La Primera Guerra Mundial y la gloriosa revolución rusa de 1917, prenden las alarmas de la burguesía que ahora era una clase de alcance mundial. Ante esto, la burguesía en bloque atacó al joven estado obrero, ejércitos de catorce países invaden la URSS con el lema “arrasarlo todo” las pérdidas humanas y la magnitud de los crímenes son hasta ahora desconocidos, sin embargo, en ese país los ejércitos imperialistas fueron barridos uno por uno.
La Segunda Guerra Mundial 1939-1945, fue la carnicería más estrepitosa de la historia, centenares de miles de personas fueron asesinadas por la burguesía, con los métodos más sádicos y salvajes. El nazismo, como producto puro y sin aditamentos del capitalismo, fue autor de la mayor parte de los crímenes, pero los burgueses occidentales no se quedaron atrás en esta masacre.
Los casos son innumerables, no podríamos nombrarlos todos en este espacio, pero nos limitamos a los más emblemáticos. Para finalizar, sacamos a relucir el episodio de 1989, durante la caída de la URSS en Rumania, la “democracia” hizo su entrada triunfal con ríos de sangre de obreros, inclusive, el presidente de ese país Nicolás Ceaucescu fue ejecutado en vivo y directo cual Reality Show en una muestra de sadismo . Frente a las cámaras, una dama que grababa toda la escena, pesca a uno de los verdugos y entre risas le pide que “levante la cabeza del cadáver” para que el mundo viera y se convenciera de una vez por todas que la democracia había llegado.
Miles de millones de personas han perdido la vida en manos de la burguesía, todo esto sin contar a los otros miles de millones que han muerto y mueren condenados, por inanición, a las enfermedades, contaminación., de un sistema que se jacta de poseer las banderas de la libertad y la democracia. Paradójicamente, los comunistas, que luchamos para acabar con esta desgracia, somos “los asesinos”.
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