Esto es el punto más visible de la contradicción inter imperialista en la coyuntura actual, aunque existen otros puntos de contradicción dentro de cada bloque, así como puntos de conexión entre potencias y juegos de oportunismo.
La contradicción entre las potencias imperialistas y los países dependientes también está en auge porque no es posible que algún país entregue su independencia, soberanía y riquezas a una potencia imperialista sin que las fuerzas más sanas hagan resistencia y obliguen a los gobiernos a buscar, así sea solo de forma declarativa, la defensa de los intereses nacionales.
Esta contradicción genera problemas a lo interno de las grandes potencias imperialistas que en general se han constituido sobre la opresión de nacionalidades y etnias, que con frecuencia reclaman un papel en el quehacer político y social. Por otra parte, las potencias imperialistas buscan expandir su área de influencia y se ven obligadas a confrontar focos de resistencia naturales o promovidos por otras potencias imperialistas o monopolios antagónicos en áreas específicas.
Luego está la contradicción entre el trabajo y el capital, elemento esencial de la sociedad capitalista, que aflora permanentemente y provoca conflictos, huelgas y choques violentos entre la burguesía y el proletariado, independientemente si el capital es nacional o internacional, de uno u otro bloque.
Esta contradicción fundamental nos coloca en el punto central para la organización del proletariado revolucionario, ya que debemos librarla con las fuerzas propias de la clase obrera y los aliados inmediatos, jamás tendrá a la burguesía de este lado y temporalmente podrá contar con la pequeña burguesía, si le conviene a sus intereses coyunturales.
La burguesía trata de ocultar estos puntos de vista y quiere hacernos ver que los conflictos son motivados por ideas religiosas, étnicas o nacionalismos, pero siempre trata de ocultar la esencia de clase, por esa razón los comunistas marxista leninistas somos reiterativos en buscar la explicación de esos fenómenos con la herramienta científica del materialismo dialéctico y no con concepciones idealistas que buscan mantener la explotación y control del capital sobre el trabajo.
Estas contradicciones las vivimos también en nuestro país.
Cada cierto tiempo se exacerba una u otra, pero siempre está presente el interés de la burguesía tratando de aumentar el control sobre los explotados, por la vía ideológica, tanto como por la represión.