martes, 30 de abril de 2024

EL ENFRENTAMIENTO ENTRE DOS BLOQUES IMPERIALISTAS Y LA FASCISTIZACIÓN VAN MARCANDO EL MOMENTO POLÍTICO (Artículo para la Revista Unidad y Lucha, Abril 2024)

La profundización del enfrentamiento entre dos bloques imperialistas a escala mundial y el proceso de fascistización de la sociedad, son parte de los fenómenos que deben ser estudiados de forma urgente por los revolucionarios y especialmente por los marxista-leninistas, ya que expresan la forma que van adquiriendo las contradicciones fundamentales del imperialismo en este momento, las cuales requieren respuestas revolucionarias en cada país junto a la coordinación de las acciones a nivel mundial.

La consolidación del enfrentamiento entre el bloque EE.UU. - U.E. versus el bloque dirigido por China - Rusia en diversos ámbitos es algo cada día más claro e indiscutible que forma parte de la realidad de nuestro mundo actual.

De igual forma es cada día más evidente la intensificación de la revancha violenta de la burguesía contra el proletariado, que a veces puede pasar desapercibida o asumida como la acción de algún "loco excéntrico", pero más allá de casos puntuales y alarmantes, están marcando un ascenso de la extrema derecha en el acontecer de este primer tercio del siglo XXI, con la presencia de actores claramente fascistas en la política e incluso en funciones de gobierno, como hemos visto en Israel, Argentina, Ecuador, Dinamarca, Alemania, Países Bajos, Italia, Portugal, El Salvador o en Francia, España, Rumanía, Turquía, Estados Unidos, por decir algunos de los más afectados, pero también en otros como Colombia, Venezuela, Brasil, México, Nicaragua o también Honduras que se han visto controlados por gobiernos alternativos, pero con la presencia de fuerzas de derecha fascistas bastante violentas y activas promovidas por el bloque imperialista EE.UU.-U.E.

El hecho que al mismo tiempo se produzca la polarización del mundo en dos bloques imperialistas y la reanimación de la extrema derecha va clarificando los alineamientos internacionales en esta etapa de avance de la fascistización con amenazas de expansión de la guerra como producto natural del imperialismo y del método burgués para solventar las crisis profundas de su modo de producción.

Estos fenómenos económicos, políticos y sociales, donde se conjugan enfrentamientos de ambos bloques a través de la disputa comercial o las guerras por medio de mercenarios, con un viraje a la derecha por parte de importantes sectores políticos en todo el mundo, afectan a las amplias masas como consecuencia de la crisis económica, la propaganda reaccionaria, el descontento con la socialdemocracia y la falta de fuertes referentes revolucionarios, son fenómenos que se expresan en la pérdida de derechos laborales y las contadas luchas económicas de los trabajadores, en la debilidad ideológica de las organizaciones políticas y sindicales de clase, la expansión del oportunismo o el pragmatismo político, respondidas estas situaciones desde la derecha con la presentación abierta de organizaciones o caudillos fascistas y su ascenso al gobierno con el apoyo de sectores lumpen en medio de unas masas confundidas.

Estos complejos hechos deben ser identificados y definidos como parte del intento de fascistización, debida a la descomposición de la sociedad capitalista, con posicionamiento del militarismo y las ideas reaccionarias como respuesta de la burguesía, que emplea diversos mecanismos para acceder a los gobiernos, paso previo para eliminar derechos e imponer ya verdaderamente el fascismo, proceso que debe ser analizado para definir las tareas revolucionarias necesarias para enfrentarlo.

La política de los marxista-leninistas contra el imperialismo y el fascismo tiene ya un siglo de aplicación, ha tenido algunos altos y bajos pero el elemento principal, que ha demostrado éxito indiscutible, es que se ha construido sobre la base de asumir la primera línea de combate y promover la unidad popular revolucionaria, colocando siempre las fuerzas proletarias a la cabeza de todas las organizaciones democráticas mediante el ejemplo de combate y la promoción de la organización del Frente Único, tanto como del Frente Popular Antifascista y Antiimperialista, con acciones políticas y sus expresiones correspondientes en los combates directos de calle.

Si durante la primera fase de la crisis general del capitalismo el triunfo de la revolución rusa en 1917 y el fin de la Primera Guerra Mundial se generó un ascenso de las luchas populares, con inmensa expansión de las ideas marxistas, hubo después cierto equilibrio que fue roto en la segunda fase de la crisis general del capitalismo con el fin de la Segunda Guerra Mundial, la revolución China en el año 1949 y los procesos de liberación nacional que se extendieron en el tiempo y geográficamente por Europa del este, Asia, África y América Latina, dándole un inmenso impulso al marxismo leninismo que mientras crecía se fue escindiendo en varias corrientes, sin dejar de expandir la influencia entre las masas y en capas intelectuales, fundamentalmente gracias a la organización, entrega, estudio, combate y dedicación a tiempo completo de los militantes revolucionarios.

La gran capacidad de entrega y activismo de la vanguardia revolucionaria para enfrentar al fascismo atrajo a las masas a la lucha ideológica, política y militar con diversas propuestas que a posteriori exacerbaron las pugnas entre corrientes, lo que llevó a la división del movimiento comunista internacional, por cuenta propia bajo el influjo de la lucha ideológica, y también bajo el estímulo de la inteligencia enemiga, que se encargó de exacerbar las contradicciones al punto de promover enfrentamientos entre revolucionarios y la fragmentación del movimiento comunista internacional en diversas corrientes.

A pesar de eso las ideas avanzadas estaban generalizadas y el fascismo estaba totalmente replegado después de su derrota en la Segunda Guerra Mundial, que era asumida como la muerte definitiva del fascismo y el triunfo de los planteamientos humanistas con papel preponderante de los comunistas dirigidos por las orientaciones de la I.C y Stalin.

En aquellos momentos cuando el fascismo fue destruido militarmente y atacado ideológica y socialmente, catalogado como la lacra que es, la humanidad tenía clara la necesidad de aislar y someter a las propuestas de extrema derecha, de impedirle su presencia golpeando su nido con las leyes antifascistas y con la fuerza, estaba aún fresca la experiencia criminal de los gobiernos de corte nazi y fascistas de Alemania, Italia, Japón y sus secuaces.

Después de la muerte de Stalin se aceleró la debilidad y confusión en el movimiento revolucionario, diversas divisiones de la izquierda comunista, en algunos casos necesarias para definir campos y delimitar posición, tomando distancia de las tendencias penetradas por el revisionismo o el reformismo cada vez más entregadas al capital, otras con una base oportunista o sectaria, dejaron al marxismo leninismo y con él a las verdaderas ideas revolucionarias del proletariado en un proceso de dispersión de sus fuerzas y de confusión, lo que permitió a la burguesía más reaccionaria, con sus concepciones fascistas, ir ganando terreno y posicionando de nuevo las ideas de extrema derecha que hoy se pasean libremente y amenazantes de la mano de sátrapas como Netanyahu, Zelenski, Trump, Bukele, Milei, Noboa que generan mecanismos represivos y propagandísticos para pisotear a los pueblos presentándose como opción ante los errores de la socialdemocracia y la debilidad de la izquierda revolucionaria.

Es importante valorar como ese fenómeno de fascistización se expande peligrosamente por todo el mundo, llegando ya sus representantes a reivindicar con descaro y de forma pública ideas y símbolos fascistas, nazis y criminales, que van normalizándose en una sociedad, que ante la falta de fuerza de las corrientes proletarias, queda debatiéndose entre la derecha y la ultraderecha, entre la socialdemocracia pequeño burguesa y cobarde o el fascismo violento y amenazante que clama venganza mientras ejecuta su revancha, atentando contra las masas populares y contra las opciones de izquierda revolucionaria con especial ensañamiento.

Paralelamente a lo político y social esos fenómenos persiguen aumentar los procesos de concentración y centralización de capitales, tan intensos que la tasa de plusvalía en las grandes empresas monopólicas llega a niveles extraordinariamente grandes, junto al crecimiento de inmensas fortunas, cada vez más groseras y concentradas en menos familias.

Mientras tanto el proletariado vive la pérdida de derechos y la pauperización acelerada, la ofensiva fascistizante va lanzando millones de personas directamente al hambre y la muerte con total impunidad y desparpajo, hasta premeditadamente, creando en ciertas capas sociales, como en sectores políticos y sindicales patronales, insensibilidad, hasta complicidad en la negociación y entrega de reivindicaciones históricas en lo laboral, económico, político o social.

En algunas tendencias se da el viraje oportunista a posiciones conservadoras y entreguistas, conduciendo a muchos antiguos dirigentes y partidos "revolucionarios" a un proceso de descomposición ideológica que les lleva a fundirse con la socialdemocracia jugando un papel liquidacionista a lo interno de las organizaciones proletarias, asumiendo una actitud defensiva, derrotista y desmoralizadora frente a la derecha; otro sector se vuelve más reactivo, se va aislando de las masas, viendo como la derecha amenaza todas las tendencias democráticas y en lugar de buscar alianzas antifascistas y antiimperialistas para enfrentarlas se encierra en el sectarismo aislándose de las masas.

Los fenómenos disolventes a lo interno del movimiento revolucionario durante las crisis son conocidos y de larga data, pero ahora pueden verse acelerados en momentos de confrontación, por lo que las verdaderas organizaciones marxista leninista trabajamos por superar estas presiones profundizando más en las enseñanzas de los clásicos, las experiencias de lucha antifascistas y muy especialmente las referencias concretas legadas por la I.C bajo las orientaciones de Stalin en la lucha contra los nazis y todo tipo de reaccionarios.

Debido a ese complejo proceso de pugnas inter imperialistas y de fascistización del mundo, que hoy es muy grande e intenso, además va ocurriendo a la par, las tendencias reaccionarias trabajan por habituar a la sociedad a los atropellos y crímenes, llegando a extremos de cinismo como los vividos en los casos de El Salvador con la represión indiscriminada y la reelección ilegal de un fascista que sustenta su régimen tiránico en el apoyo de EE.UU.y la U.E. y en el silencio cómplice de otros; Ucrania es otro caso dónde las nuevas camadas de nazis, apoyados por la OTAN, ondean sus símbolos sin disimulo; o el genocidio del pueblo Palestino por parte de Israel, en un horror que delata las bases ideológicas criminales del sionismo. Estos pocos ejemplos son apenas una muestra de la aplicación de los métodos nazis, pero ahora a escala mundial, superando cualquier pesadilla y dejando aún en espera por la respuesta de los pueblos y sus vanguardias.

Además de ese proceso de derechización se generan otros efectos, producidos por la lucha entre tendencias burguesas; uno de estos es que los gobiernos "progresistas" con toda su carga de capitalismo dependiente, socialdemocracia, traición a los postulados democráticos, entrega de la soberanía, tolerancia con el fascismo y conciliación con la burguesía, parecen por momentos ubicarse en la izquierda y en confrontación con ese movimiento ultra reaccionario tan extremista, porque más allá, en el espectro de la izquierda revolucionaria, la lentitud en la respuesta ha sido tan grande que pareciera no existir para las amplias masas, profundamente manipuladas por los medios masivos de propaganda.

Es muy importante dar una mirada a esos fenómenos dialécticos, como sabemos todo cambia, todo se transforma, pero se necesita empuje revolucionario y salir de la inercia para modificar los escenarios que plantea el enemigo, debemos siempre tener presente que no es suficiente interpretar la realidad, para nosotros el problema es transformarla, como dijera Marx.

En estos momentos es evidente que el mundo está virando a la derecha más extrema, mientras desde la izquierda verdaderamente proletaria y revolucionaria es obligatorio superar los métodos rutinarios y pasivos para enfrentarla, por eso es urgente ajustar los mecanismos de acción internacional para lo cual tenemos que avanzar en consolidar nuestra presencia entre las masas, crear organizaciones amplias, movimientos revolucionarios de masas y frentes, buscando otras fuerzas combativas antifascistas y antiimperialistas que juntos seamos capaces de modificar la correlación de fuerzas, favorable hoy a las tendencias más extremas de la burguesía, de ideología abiertamente fascista, que avanzan de forma acelerada construyendo incluso espacios de coordinación internacional.Nos corresponde a los marxista leninistas trabajar más en lo organizativo y en lo teórico, en la construcción de verdaderas referencias de lucha de masas que puedan resistir y frenar la ofensiva reaccionaria para iniciar una fuerte contraofensiva y llevar de nuevo las ideas más avanzadas de la humanidad al poder.

La justicia social, los derechos, educación y salud para todos, la construcción de ciudades amigables, la defensa de la naturaleza, la alta valoración de los niños, adultos mayores, mujeres y las personas en situación de pauperización, la solidaridad y la ayuda mutua entre los pueblos, la movilización obrera y campesina, son valores que deben sobreponerse a la ley del más fuerte, el egoísmo, la insensibilidad y todas las tendencias racistas y xenofóbicas que promueve el fascismo.

Preparar la lucha contra la lacra fascista, que ya en otros tiempos hemos derrotado, pero que ahora con la complicidad de la blandengue socialdemocracia va levantando cabeza, es tarea fundamental e indelegable para nosotros en estos momentos, afianzar un amplio movimiento internacional de solidaridad y lucha contra el fascismo y la agresión imperialista desde las bases populares es tarea urgente que debe superar las limitaciones nacionales para llegar a acuerdos con otras tendencias democráticas y revolucionarias dispuestas a enfrentar al enemigo común.

Aglutinar las fuerzas democráticas, colocarnos en la primera línea de combate, promover un amplio y activo frente internacional antifascista, son acciones que nos permitirán ganar la confianza de las masas populares y de otras tendencias, hoy confundidas por la propaganda reaccionaria, pero que más temprano que tarde aprenderán por experiencia propia lo que es verdaderamente la derecha y en ese momento siempre estaremos los comunistas marxista leninistas prestos para participar en las organizaciones de combate antifascistas y antiimperialistas que deben construirse con celeridad.

"El camino es duro, pero es el camino", dijo un luchador revolucionario venezolano, no desviemos la senda y sigamos profundizando en la teoría y práctica revolucionaria que nos permitirán llegar a las amplias masas deseosas de luchar y de triunfar.

En la senda histórica de luchas de hoy tenemos ejemplos de valientes movilizaciones y protestas en varios países del mundo donde los trabajadores y los pueblos, los jóvenes y mujeres, los campesinos, migrantes y obreros industriales vamos avanzando en la principal escuela revolucionaria que es el combate diario contra la burguesía, el imperialismo y su expresión más reaccionaria que es el fascismo, allí es donde se expresa la verdadera cualidad combativa del proletariado capaz de aprender en un día de lucha verdaderamente revolucionaria más que en 100 años de paz burguesa, por eso la movilización y el enfrentamiento contra el imperialismo y el fascismo como lacras propias del capitalismo serán siempre un faro y una guía para definir la línea revolucionaria en cada momento de la historia.

La coyuntura de Venezuela.

Estos últimos días, además de la conmemoración de importantes fechas de resistencia popular del pasado, otras dos nuevas agresiones se suman en la historia de la ofensiva antipopular de la burguesía nativa e internacional aglutinadas bajo el bloque imperialista EE.UU.-U.E contra el pueblo de Venezuela que resiste y lucha contra la agresión imperialista:

1) La decisión del senado de los EE.UU. de anular las licencias económicas de exportación de petróleo desde Venezuela.

2) La decisión de la Corte Internacional de Justicia sobre el reclamo de Guyana sobre el Esequibo.

Estas dos respuestas son instrumentos de sometimiento del bloque imperialista EE.UU.-U.E, por eso implican una agudización de las dificultades internas en un país dependiente y bloqueado como Venezuela.

Es importante tener claro que son aspectos decisivos, con consecuencias importantes, que tienen como fin empeorar la situación material del pueblo venezolano para tratar de "torcerle el brazo" y obligarnos a dar marcha atrás en el proceso democrático que con altas y bajas ha venido manteniéndose desde 1999, en una etapa de gran auge de masas y expectativas populares con Chávez y en otra etapa de repliegue y resistencia ante una inmensa ofensiva imperialista, alianzas privilegiadas con la burguesía supuestamente "revolucionaria" y debilidad interna bajo la conducción de Maduro.

En la primera etapa las conquistas populares fueron aceleradas; los derechos de los trabajadores, las instituciones sindicales, los contratos colectivos y el salario eran mejorados significativamente, las tomas de empresas, el control obrero y las expropiaciones estaban en la mente y en la realidad de la clase obrera, los campesinos rescataban tierras apropiadas por los terratenientes, había financiamiento, asesoría técnica y apoyo a la producción. Los consejos comunales y las comunas eran el centro de un gran movimiento económico, político y social, los movimientos de mujeres, jóvenes, tercera edad, los círculos bolivarianos, colectivos y en general el movimiento popular tenía espacios en los medios de comunicación sumados a un respaldo institucional que alentaba el ímpetu transformador.

Las cosas han cambiado bastante estos años, pero lo que no cambia es el plan de los imperialistas más reaccionarios por defenestrar el gobierno legítimo de la República Bolivariana de Venezuela e imponer un gobierno de extrema derecha títere de Estados Unidos.

En su afán por tomar directamente el control de las riquezas energéticas, auríferas o de otra naturaleza existentes en nuestro país, reconstruir una total relación de sumisión como ocurría antes de 1999 los gringos han usado todo tipo de acciones, desde el intento de magnicidio, amenazas, suplantación del presidente, asesinatos, invasiones, negociaciones manipuladas, compra de altos funcionarios, infiltración, golpes de Estado, bloqueo, sanciones, sabotajes, terrorismo contra la población civil, destrucción de la producción y boicot a la economía, pero no han podido, principalmente por la decisión de las mayorías populares de defender la independencia y soberanía.

A pesar de las dificultades y carencias experimentadas, el pueblo de Venezuela que resiste y lucha contra la agresión imperialista se mantiene firme y no va a bajar la cabeza ante esta nueva arremetida del bloque imperialista EE.UU.-U.E en curso, por lo que corresponde seguir organizándonos y movilizándonos para mantener la soberanía nacional y la independencia como paso importante para avanzar en la línea de construcción para lograr la liberación nacional y social.

A pesar de las diferencias con las políticas de la socialdemocracia en el gobierno, tenemos clara la necesidad de enfrentar al enemigo común y la nueva ofensiva del bloque imperialista EE.UU.-U.E en curso, aplicando una política que apoya la defensa de la soberanía nacional, en la línea leninista de la Internacional Comunista expresada en las tesis sobre el problema nacional y colonial, criticando la corrupción dentro del gobierno y su partido, así como el proceso de erosión del salario y en general de los derechos de los trabajadores, exigiendo permanentemente el aumento del salario, indexación del mismo y control de precios, financiamiento y apoyo productivo a los campesinos pobres y medios, así como a la producción de las comunas en la búsqueda de construcción de una línea de resistencia popular para avanzar hacia un gobierno obrero, campesino y comunal base para la democracia popular rumbo al socialismo.

El socialismo sólo se construye con la alianza obrera campesina en el poder y el pueblo en armas.

CC del PCMLV

Caracas, abril de 2024.


No hay comentarios.: