Este mecanismo no es nuevo, se vivió antes, en especial en los años 60 y 70, operando principalmente en el terreno ideológico, llevando a una parte de la población y en especial de la pequeña burguesía a acoplarse a los "nuevos paradigmas" que cambian las palabras, pero no tocan la esencia de la explotación capitalista que se mantiene intacta, incluso se amplía sobre la base de su propio ciclo, que en los últimos años ha seguido descargando sobre la clase obrera, los mecanismos explotadores para la sobrevivencia de su modo de producción que vive de la opresión y desigualdades sociales, que van siempre acompañadas de crisis económicas, las cuales han aumentado las ganancias de los monopolios, junto a la centralización y concentración de capitales a niveles nunca antes vistos, mientras la clase obrera se empobrece y muchos dirigentes o partidos influenciados por esas "modas" miran hacia otro lado: hacia los "cambios de la sociedad pos moderna" olvidándose de lo que se mantiene y sustenta el sistema: La explotación del trabajo asalariado y la apropiación de la plusvalía por medio de la explotación del proletariado, incluso ya a nivel mundial.
En estos 15 años también hemos visto como las potencias imperialistas han ido coordinando su accionar mundial para consolidar sus bloques imperialistas, lo que va haciendo más clara su acción conjunta y nivel de enfrentamientos. Así mismo vemos como los derechos de la clase obrera van perdiéndose, junto con sus salarios, mientras los grandes monopolios aumentan la plusvalía obtenida en ambos bloques imperialistas por medio de profundos nexos del capital y el Estado, que cada día expresa más claramente su papel de instrumento de opresión de clase, que tratan de enmascarar con sus avances tecnológicos, pretendiendo decir que los aumentos de capitales no son dados por la explotación de la clase obrera, sino por la alta tecnología.