Sin lugar a dudas, los hechos empujan cada día más al proletariado y a los marxista-leninistas a asumir una posición preponderante en la lucha directa contra el imperialismo, reafirmando la cualidad del proletariado como realidad histórico - universal mediante la lucha en todo el mundo contra el enemigo común y los lacayos que le sirven de forma directa o indirecta.
Las luchas se libran en todo el mundo, pero hoy cobra especial protagonismo la clase obrera en Francia, Inglaterra, España y otros países imperialistas, donde salen a la calle y con ellos aparecen las banderas rojas en la línea de enfrentar la arremetida del imperialismo, que va arreciando la ofensiva mundial para eliminar derechos democráticos conquistados durante décadas.
Las actuales movilizaciones representan una de las expresiones más claras de la reanimación de la lucha de clases a nivel internacional y de la elevación de la conciencia de clase, lo que genera más exigencias para la organización del proletariado.
La movilización en defensa de los derechos laborales es una de las expresiones de la lucha de clases en los países imperialistas, lo mismo ocurre en países dependientes, donde sin dudas existe una visión más clara de la agresión imperialista y de la necesidad de enfrentar al enemigo común de la humanidad, lo cual obliga a combinar la lucha económica contra la explotación directa de la burguesía, con la lucha por la liberación nacional y el socialismo como parte de las contradicciones fundamentales que se encuentran agudizadas.