Estos hechos vienen a ser parte de las respuestas que dan los pueblos frente a la constante aplicación de mecanismos de agresiones y represiones utilizadas por los gobiernos capitalistas para cargar sobre los hombros de los explotados y oprimidos el peso de las consecuencias de las medidas tomadas por estos gobiernos para precisamente garantizar mantener los privilegios de los círculos imperialistas.
Las protestas se han caracterizado por violentos choques de las fuerzas policiales con los manifestantes. Miles de policías han sido desplegados en los territorios donde se escenifican las protestas; sin embargo, a pasar de los duros mecanismos de represión, las manifestaciones seguían produciéndose, como expresión del profundo descontento en el seno de la población, y en particular de las personas inmigrantes que constantemente son utilizados como carne de cañón de los gobiernos burgueses, que cuando no logran asesinarlos, les aplican diversas medidas para someterlos a terribles condiciones.
Los migrantes en el marco del desarrollo del sistema capitalista son vistos como elemento que contribuye a bajar el precio de la fuerza de trabajo, lo que en contraparte asegura una mayor extracción de plusvalía, y por ende aumento de ganancia para los círculos imperialistas.
Particularmente la población migrante tiene condiciones que generan una mayor vulnerabilidad jurídica que es aprovechada por la burguesía para sus propósitos de acumulación de grandes ganancias.
Igualmente, la burguesía propicia y controla mecanismos que, fuera del propio marco legal establecido por ellos, le va a garantizar grandes ganancias. En este sentido, vemos como la ruta de las migraciones están caracterizadas por las acciones de empresas del crimen organizado que van a ejercer sus acciones en función a garantizar, concluir en diversas formas, la explotación de la fuerza de trabajo de una importante parte de estos inmigrantes, sometiéndolos a la prostitución, trabajos forzados, en ocasiones en condiciones muy precarias y desprovisto de los más elementales derechos.
Algunas cifras de la OIT, organización por cierto nada revolucionaria, estimaban el 2020 que el número de trabajadores migrantes a nivel internacional se ubicaban en más 165 millones de personas, mostrando además un comportamiento ascendente.
Parte de esta migración se ve fortalecida con el desarrollo de conflictos y agresiones de diversos tipos, como las guerras, las sanciones a diversos países y los efectos de las crisis capitalistas en los países dependientes. Todo esto viene acompañado de constante propaganda llevada a cabo por la burguesía, donde se presenta a los países imperialistas como “tierras prometidas” donde la fuerza de trabajo se verá realizada en favor de las condiciones de vida de las mayorías explotadas y oprimidas.
Pero la realidad, en su mayoría, dista mucho de lo ofrecido en estas campañas de reclutamiento de fuerza de trabajo para someterla a mecanismos que abaratan su precio en favor de los capitalistas.
Las manifestaciones en Francia y en otras partes de Europa son una denuncia contra esta situación, es un mecanismo de protesta, de mostrar el desacuerdo de los explotados y oprimidos migrantes por las condiciones de vida a que son sometidos.
Sin embargo, es importante advertir la necesidad del fortalecimiento de las formas de organización, que estas adopten mecanismos y orientación revolucionaria de clase, que puedan avanzar en el planteamiento político ideológico que ayude a asumir la necesidad de identificar sus intereses de clase, y a su vez identificar a sus reales enemigos, los círculos imperialistas que promueven las acciones que multiplican las causas de la migración forzada.
Así mismo, es importante resaltar una vez más que este fenómeno se agudizara en el marco de las condiciones impuestas por el imperialismo a los pueblos.
Por tanto, el fortalecimiento de la organización revolucionaria de los trabajadores, la formación política e ideológica que ayude a entender que fenómenos como la migración forzada de los trabajadores son elementos propios de la contradicción capital trabajo y que para superarlos es necesaria avanzar hacia la revolución socialista, lo que a su vez requiere escalar hacia mayores niveles de lucha son hoy muy necesarias, por lo que propiciar y fortalecer las bases orgánicas de su construcción es parte de una tarea central en los actuales momentos.
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