Por otra parte la clase obrera y su vanguardia toman para sí y difunden entre las masas los postulados del marxismo, que es ciencia e ideología, ya que por una parte da explicaciones racionales sobre los diversos fenómenos, con un objeto de estudio, una teoría y práctica concreta, con un acumulado histórico verificable que la sustenta, pero además de esto, asida por las masas se transforma en poderosa herramienta de lucha que da al proletariado un ariete para desarrollar su instinto de clase y avanzar hacia la conquista del futuro, armado de la certeza de su accionar, con las respuestas acertadas a muchas de sus interrogantes.
Gracias a sus sólidas bases, al
contrario de lo que algunos dicen, el método marxista sí permite definir el
rumbo de la sociedad e identificar los posibles escenarios, los cuales se van
confirmando sobre la prueba de los hechos. Es evidente que al referirnos a
procesos sociales el tiempo de ejecución se mide por décadas y no se mueve en
una linealidad perfecta, ni siempre en la inmediatez.
Es necesario acotar que el tránsito de
un modo de producción a otro, hasta llegar al capitalismo, se producía de una
forma totalmente desconocida y sin una idea clara de hacia donde se movía la sociedad,
apenas sueños vagos sobre el paraíso o ideas de algún reformador del mundo,
caudillo o mártir, esto cambió a partir de los aportes del marxismo, el cual ha
generado un forma tan clara y completa de evaluar el movimiento de la sociedad
que visualizó las vías del tránsito de un modo de producción a otro, e incluso
descubre sus leyes y los actores requeridos para llevar a cabo tan importante
transformación.
La lucha por la construcción de la nueva
sociedad ya no se basa sólo en los impulsos espontáneos de los oprimidos, ni se
explica en la metafísica o el misticismo, sino que tiene su base teórica, además
de las formas de organización y lucha adecuadas, lo mismo que experiencias
exitosas, capaces de orientar a los pueblos por diversas etapas hasta llegar a
la sociedad sin clases sociales, ciertamente con avances y retrocesos en un
proceso histórico que va descubriendo y utilizando las leyes del movimiento
social en una acción concreta que da sustento al quehacer revolucionario en la
teoría y en la práctica.
En la actual etapa de la lucha
revolucionaria el proletariado requiere recuperar fuerzas y romper el cerco al
que ha sido sometido después de la traición del revisionismo, esto constituye
un requisito para pasar a la preparación de la ofensiva, por lo tanto es una
tarea muy importante desarrollar la lucha contra el imperialismo y también
contra las desviaciones de izquierda y derecha, unificar criterios, corregir
debilidades y consolidar
una táctica común, abrazar la crítica y la autocrítica,
lo que requiere desechar lo que denomina Raúl “pereza ideológica”, para esta
tarea el camarada Marco nos ha dejado una herencia invaluable que debemos
aprovechar, no sólo con sus diversos aportes a lo largo del tiempo, sino
especialmente con sus dos últimas obras: “Ráfagas y retazos de la historia del
PCE(ML) y el FRAP” de 2018[2] y “El ayer ayuda a situar el hoy” de 2019, obras
que contienen un visión de las experiencias de los marxista-leninistas, en
especial la última en lo relacionado al desarrollo de lo que hoy es la CIPOML,
dejándonos las bases para una importante evaluación y por qué no, para la
realización de un balance, que está allí esbozado para mejorar nuestro accionar.
En estos trabajos ha cumplido Raúl una
tarea muy importante sobre la cual hubo insistencia, y por eso, consciente de
su papel, se dedicó a ella los últimos años, poniendo su gran capacidad,
experiencia y disciplina para dejarnos de una forma muy apropiada,
observaciones que mucho pueden ayudar a la optimización del accionar de cada
partido y en especial de la CIPOML.
Tomando en cuenta esos aportes, así como
otras experiencias; vividas, leídas y oídas, entendemos la necesidad de
tratar de aprender y mejorar nuestra práctica, buscando asimilar la esencia del
marxismo-leninismo y las experiencias del movimiento revolucionario en general, que en muchos casos ha
debatido algunos de los temas que hoy nos interesan,
evidentemente en otras circunstancias y condiciones.
Consideramos que en medio de esa lucha
ideológica necesaria y permanente, tenemos
que avanzar con algunas premisas
que puedan sustentar el inmediato accionar
y hacer más ágiles los procesos, entre
otras cosas se requiere
como decía Lenin, basado en un revolucionario francés, “audacia, audacia y más audacia”.
La conocida agudización de
las contradicciones, que es desde
todo punto de vista innegable, exige de nosotros acelerar la
marcha, avanzar en lo organizativo, a lo interno
y en el encuentro con las amplias masas populares, creemos que
sustentados en los planteamientos de la Internacional Comunista y de nuestros
clásicos es importante apoyar a las fuerzas
que combaten contra el imperialismo, que luchan por la liberación nacional, ratificando las tesis sobre el problema nacional
y colonial así como
las orientaciones de Dimitrov en relación a
la política de Frente.
En esta lucha es importante
desenmascarar las ideas trotskistas
que aíslan al proletariado, lo tratan de separar de las masas y por ende de
las luchas de carácter democrático- burgués, nacional-revolucionario o de liberación nacional en los países dependientes, boicotean la posibilidad
de que la clase obrera se transforme en vanguardia
y dirigente de toda la sociedad incluyendo otras capas no proletarias
y se transforme en una secta autosuficiente.
Por otro lado la teoría de los tres mundos establece, entre otras perlas antimarxistas, la necesidad
de subordinación a una fracción
del imperialismo para enfrentar
a otra, representa también
una desviación que debemos
enfrentar.
Algunas de esas ideas
llevan al aislamiento y contribuyen a la derrota del movimiento popular
revolucionario, ya que para ellos no hay acuerdos posibles, sólo entrismo, una desviación trotskista que lleva a boicotear y destruir
las posibilidades del Frente Popular. La línea
oportunista que es expresada en la teoría maoísta de los tres mundos asume
como base colocar en primer lugar
las maniobras y jugadas
con alguna fuerza imperialista, dejando
en segundo lugar la fuerza
propia del proletariado, que debe ser siempre
para los marxistas
consecuentes el centro
de la acción revolucionaria.
Esta política oportunista también atenta
contra la unidad del proletariado y contra el Frente Popular
ya que conduce
a abrir las
puertas del partido a la burguesía.
Estas situaciones, planteadas en medio
de un aceleramiento de todas las
contradicciones, con el entrecruzamiento de la crisis
general del capitalismo, una nueva crisis
cíclica y los efectos de la pandemia de Covid19 implican un gran reto, que es mayor
para los revolucionarios y en especial para los marxista-leninistas, que debemos combatir
en el terreno de la práctica y en el teórico, en primer lugar
contra los imperialistas: desnudando su condición de enemigo común de toda la humanidad, los
socialdemócratas que juegan un papel vacilante y que al final terminan del lado del capital, contra los fascistas que pretenden levantar cabeza
en medio de la
desesperanza; toca además
denunciar al revisionismo; a las tendencias trotskistas que confunden y entraban el movimiento
proletario, contra el revisionismo y reformismo, socios
de todos los demás,
mientras que nos sumamos al torrente popular que en sus inicios no
es dirigido por nosotros y allí nos toca ir ganando las masas para apoyar nuestras posiciones como
forma de seguir avanzando en experiencia, organización y número.
La única forma de llevar adelante
tan compleja tarea
es aplicando la táctica adecuada, y eso nos dicen los clásicos
se hace dando respuestas concretas a las situaciones concretas, Stalin lo define
de forma muy
clara: “La táctica consiste en determinar la línea de conducta del proletariado durante un período
relativamente corto de flujo o de reflujo del movimiento, de ascenso o de descenso
de la revolución; la táctica
es la lucha por la aplicación de esta línea
de conducta mediante la sustitución de las viejas formas de lucha y organización por formas nuevas, de las viejas
consignas por consignas
nuevas, mediante la combinación de estas formas, etc., etc .
Ante los elementos que marcan la actual coyuntura nuestro partido considera necesario ajustar la táctica y optimizar el uso de los recursos para superar el fuerte impacto que se ha producido por la confluencia de elementos externos en la población y en la militancia, así mismo asume la necesidad de preparase para enfrentar los retos del futuro inmediato.
En el caso de Venezuela es evidente que
el pueblo avanza en su proceso de resistencia y lucha contra la agresión
imperialista, proceso que ha generado un profundo impacto en los modos de vida,
en las ideas y en la forma de entender el combate, al punto de provocar debates
en las organizaciones, muchas de las cuales han desaparecido o modificado su
posición, esto también tiene ecos en el movimiento revolucionario a nivel internacional,
donde el debate sobre la táctica correcta de los marxista-leninistas y en
especial sobre la política de apoyo crítico con exigencias al proceso bolivariano,
política que aplicamos mientras otras organizaciones, especialmente de corte
revisionista se ubican en la oposición e incluso en medio de su confusión
llegan a ataques armados contra un gobierno bloqueado, amenazado y agredido por
el bloque imperialista de los EEUU-UE y sus lacayos.
Así pues abordar el problema ideológico
es ineludible, como dilucidar la táctica nacional e internacional a asumir en
torno a esta situación, esto es central y determinante en la lucha política en
la actual coyuntura.
En relación a esto es conveniente volver
a citar a Stalin quien ante la pregunta de si hay esperanza de convertir a los
países dependientes y a las colonias, de reserva de la burguesía imperialista,
en reserva del proletariado revolucionario, en aliado suyo, nos dice: “El
leninismo da a esta pregunta una respuesta afirmativa, es decir, reconoce que
en el seno del movimiento de liberación nacional de los países oprimidos hay
fuerzas revolucionarias y que es posible utilizar esas fuerzas para el derrocamiento
del enemigo común, para el derrocamiento del imperialismo.”
En el marco de estas situaciones y
especialmente a propósito de los enfrentamientos armados que se han
presentado en la frontera con Colombia en los últimos días, el BP de nuestro
partido ha emitido un comunicado sobre la apreciación de la situación acaecida
en la zona del estado Apure, donde damos continuidad a la valoración que hemos
hecho desde hace varios años sobre los posibles escenarios para el desarrollo
de la política en Venezuela.
Allí valoramos que el ataque realizado
por bandas de hampones armados contra la comandancia de la Guardia Nacional en
Caracas y los enfrentamientos entre las Fuerzas Armadas Bolivarianas de
Venezuela (FANB) con grupos que se presume pertenecientes a alguna de las
fracciones en que se disgregaron las FARC-EP, las cuales valga decir tienen
enfrentamientos y diferencias entre ellos mismos en muchos aspectos y en
especial esos hechos de armas.
Independientemente de las causas que originan
esos enfrentamientos armados y las razones de sus dirigentes, es claro que
serán de gran utilidad para la campaña de agresión que se propone llevar a cabo
el bloque imperialista EE.UU. - U.E. y sus lacayos, en especial para justificar
una acción de mayor violencia.
Nos preguntamos sobre el origen de
clase, tácticas aplicadas y objetivos que persiguen las fuerzas en pugna, lo
que nos lleva a serias dudas en relación a su acción en la zona de Apure ya
que sería de esperar que la frontera sirviera de retaguardia y aliviadero para
una fuerza que combate en territorio colombiano, y por lo tanto sería lo común
evitar todo enfrentamiento en Venezuela, menos aún llegar a la reivindicación
de territorio, en una especie de lucha de posiciones, en la cual han incluso
volado edificios con explosivos.
Concluimos en ese documento: “Podríamos
hacer muchas conjeturas, pero lo cierto es que el inicio de una intervención
armada cobra fuerza debido al reconocimiento por parte de instituciones los
EE.UU. que el bloqueo y sanciones contra Venezuela, a pesar de afectar directamente a las mayorías populares, no han dado el resultado esperado por ellos de
sacar al presidente Maduro, más bien han unificado al pueblo en los mecanismos
de resistencia y lucha, como en la conciencia de su enemigo, y que Guaidó,
según algunos senadores de EE.UU. y Almagro
(O.E.A), requiere ayuda
directa porque “no puede sólo”,
lo que explicaría las actuales acciones y haría suponer que estamos a las
puertas de otra intervención violenta, la cual puede desarrollarse con la
confluencia de acciones bélicas y no BÉLICAS...”
Después de valorar las informaciones
obtenidas en la zona y los pronunciamientos de las partes planteamos que: “Ante
esta situación de gran peligro y complejidad llamamos a los revolucionarios del
mundo, a los demócratas y anti- imperialistas a respaldar los esfuerzos del pueblo
de Venezuela que resiste y lucha contra la agresión imperialista, con prácticas
para sumar aportes a una política internacional sustentada en las premisas
del marxismo-leninismo, las decisiones de los congresos de la Internacional
Comunista y la acertada política de apoyo a los procesos de liberación nacional
y antiimperialistas en países dependientes, llamando a rechazar cualquier
guerra fratricida y a apuntar los cañones contra el imperialismo y la
burguesía, siempre en defensa de los intereses de los explotados y oprimidos de
ambos países.”
Cualquiera de las opciones militares
sólo implicaría la activación de los dispositivos de la guerra, cuyos
preparativos están en curso y que poco a poco tratarán de hacerlos avanzar hasta
llegar al enfrentamiento directo en amplias áreas del territorio nacional si
quienes le hacen frente no pudieran contenerlos.
Muchos teóricos se ocupan de explicar el
carácter especial de la guerra moderna y describir la “nueva generación” pero
las guerras nunca han comenzado sin preparativos ni acciones de ablandamiento,
tal vez sin la tecnología ni los medios que hoy existen, pero no es nada
innovador ni de asombrarse que se recurra a las amenazas, a la propaganda, a la
infiltración, destrucción de los medios del enemigo o al bloqueo. En el pasado,
en el presente y en el futuro eso es parte de los preparativos para la acción
bélica. Ocurrió en las últimas guerras de agresión en Siria, Libia e Irak. Como
también había ocurrido antes contra Vietnam y Corea, contra la China
Revolucionaria y también contra la URSS.
Realmente aún no ha llegado la guerra,
pero estamos en la fase de preparativos, en las acciones de posicionamiento de
las fuerzas contendientes y en el ablandamiento por parte de las fuerzas agresoras,
nacionales e internacionales, ciertamente las fuerzas agredidas también se
preparan, la frontera de Venezuela se ha tornado en un sitio estratégico o tal
vez en un señuelo.
La guerra psicológica, electrónica,
informática, económica tiene su objetivo, pero no son la guerra en total, sino
que son parte de esta, particularmente hoy en Venezuela son parte de los
preparativos para la guerra abierta.
La ofensiva militar que se está
preparando desde el bloque EEUU-UE tiene como fin reafirmar su control, pero en
el caso de Venezuela se ha encontrado con un pueblo dispuesto a resistir y
luchar, que lo ha venido haciendo y que cuenta con aliados, como el movimiento
popular, revolucionario y antiimperialista, así como con los verdaderos
marxista-leninistas del mundo.
Para la cúpula monopolista de los EE.UU.
esto no culminará hasta posicionar al bloque imperialista EEUU–UE en toda
América como la única fuerza dominante, desplazando de los espacios
conquistados al bloque China-Rusia y a las diversas tendencias nacionales. El
objetivo del Estado imperialista de los EE.UU. Independientemente de cualquier
tendencia burguesa en el gobierno, para Trump o Biden, para republicanos o demócratas,
el objetivo es idéntico: recuperar de manera absoluta el control de la región,
basando su accionar es la tesis del destino manifiesto, la doctrina Monroe y
la utilización de la fuerza bruta, lo que los lleva directamente hacia una
tendencia a la fascistización para eliminar toda resistencia de la clase obrera
y de la izquierda, dentro y fuera de su país, incluso para aplastar a otras
fracciones de la burguesía que cuestionen sus políticas.
El bloque China–Rusia ha demostrado
hasta ahora estar dispuesto a defender sus inversiones y el posicionamiento
estratégico que han alcanzado en América, pero sin entregarse a fondo, utilizan
un método diferente. Las tendencias antiyanquis de carácter popular y de
izquierda han cultivado la decisión de los pueblos a resistir y luchar lo que
da un ingrediente muy importante a la posibilidad de que las contradicciones
fundamentales den paso a la lucha revolucionaria, si la dirección
marxista-leninista es capaz de entender el fenómeno para avanzar, identificando
el enemigo en cada etapa, así como las fuerzas auxiliares y de reserva que
pueden movilizar.
En el mediano o largo plazo pasaremos de
las amenazas, cada día más violentas, a la concreción de una confrontación
directa, las acciones del gobierno o de otros actores lo pueden acelerar o
postergar, pero es inevitable que los intereses de los grupos monopólicos
imperialistas traten de definir el control de los inmensos recursos naturales
con que cuenta la región para superar la actual crisis económica que los afecta
y no dejarán tranquilamente que su contrincante haga uso de ellos sin oponerse,
por eso el bloque EE.UU - U.E. ha venido tratando de retomar algunos gobiernos
por vías de la agresión legalizada, golpes de Estado, golpes palaciegos o la
violencia paramilitar, habiendo conseguido más o menos oposición de los pueblos
y una “inusual y extraordinaria” resistencia del pueblo de Venezuela y del
gobierno bolivariano, lo que los lleva a amenazas, robos y bloqueo, preparando
lo que se define como “la política por otros medios”, es decir a la guerra
abierta: Guerra entre potencias, guerra de resistencia de un pueblo que
enfrenta la agresión, guerra civil, guerra irregular o guerra de baja
intensidad que se prolongue en el tiempo entre escaramuzas y atentados.
El bloque imperialista EEUU-UE necesita
el llamado “patio trasero”, como fuente de materias primas, mercado y mano de
obra barata. Así mismo requiere de las industrias nacionales en su propio
territorio, para poder pasar a la ofensiva y tratar de recuperar el espacio de
dominación mundial, en el cual es acosado, en lo económico por China, en lo
militar por Rusia, en lo político-ideológico por tendencias antiestadounidenses
que en América latina y el caribe son tan fuertes como diversas con una larga y
heroica historia de lucha.
En este entramado la lucha de clases se
expresa, unas veces solapada y otras claramente, pero en todo caso el
proyecto de las masas populares, representado en el programa del proletariado,
que le da un perfil estratégico revolucionario, alienta a las mayorías a la
lucha contra el programa de los explotadores, principalmente de la burguesía
que limita derechos y tiende al fascismo. Entre estos extremos se mueven
cientos de variantes y discursos, con velos y matices que enarbolan las
banderas de la democracia, la justicia social y la igualdad tratando de
esconder la respuesta: ¿Democracia, justicia, igualdad, para quién? ¿Libertad,
igualdad y solidaridad para los opresores y en particular para los dueños del
capital, a cambio de esclavitud, marginación y abandono para el proletariado?
Es un debate abierto en todos nuestros países por eso la posición común y la
unidad de acción cobra vigencia y abren inmensas oportunidades de desarrollo.
La región latinoamericana ha enfrentado
la agresión de los gobiernos de EEUU de diversas formas y en diversos
períodos. En este momento, se expresa en la lucha por la retoma del control,
principalmente en la confrontación con Venezuela que se encuentra en un nivel
tan alto que necesariamente irradia hacia otros países con pronunciamientos a
favor o en contra, incluso de gobiernos y de la vanguardia, en todos los
continentes, ante lo cual es imposible la neutralidad, al contrario es momento
de unificar fuerzas y enfrentar al peligro principal reconocido por los pueblos
de la región.
Las expresiones de la lucha entre la
burguesía y el proletariado, entre los imperialistas y las fuerzas de
resistencia en un país dependiente nos llevan tener coincidencias con los que
están dispuestos a luchar contra el enemigo común, mientras mantenemos nuestra
posición de denuncia y acción contra el peligro principal y sus aliados, en primer
momento contra el imperialismo, la burguesía y contra todos los explotadores
entendiendo las prioridades de cada escenario en el marco de un plan que tiene
como objetivo la toma del poder político en lo estratégico, la acumulación de
fuerzas en lo táctico por medio de una política de apoyo crítico con exigencias
repitiendo con Lenin: “De lo que se trata es de apoyar los movimientos
nacionales encaminados a debilitar el imperialismo, a derrocarlo, y no a
reforzarlo y mantenerlo.”
“El
socialismo sólo se construye con la alianza obrero – campesina en el poder y el
pueblo en armas”
Buró Político del Partido Comunista Marxista
Leninista de Venezuela
Venezuela marzo 2021.
2 comentarios:
go to this web-site cheap wigs,hair extensions,wigs online,cheap wigs,hair toppers,hair pieces for women,wigs for women,hair extensions,cheap wigs pop over to this web-site
go to my blog cheap wigs human hair,wigs online,hair extensions,wigs,hair toppers,wigs for women,Lace Wigs,human hair toppers,hair pieces for women pop over to this website
Publicar un comentario