miércoles, 14 de diciembre de 2016

Editorial Acero Revolucionario N° 41, Diciembre de 2016

Órgano interno del Comité Central del PCMLV




No al pacifismo reformista, sí a la lucha de clases

Es evidente, público y notorio que la sociedad venezolana atraviesa por un momento de profundos cambios, no sólo en lo económico, por las consecuencias de la crisis de 2008, la crisis de superproducción relativa presente en la industria petrolera por el aumento de la producción del principal consumidor de petróleo del mundo (EEUU), sino además porque los cambios generados durante el período actual de la etapa democrático burguesa han generado expectativas, ilusiones y un despertar de las masas, que genera choques entre factores a lo interno de la sociedad venezolana, agudizando las contradicciones mientras se acerca el momento decisivo del enfrentamiento entre las clases antagónicas.

Los impactos de la lucha se hacen más duros y se complejizan para el pueblo por el temor de la pequeña burguesía en el gobierno de tomar las medidas que permitan resolver los problemas que afectan a las mayorías, esto genera cada día más penurias para las masas populares expuestas a la especulación descarada de los capitalistas.

La inflación, la especulación, el acaparamiento y en general, todos los mecanismos de ataque económico capitalista denominado por el gobierno “guerra económica” se resuelven, como es sabido por todos los marxistas leninistas, con medidas prácticas; lo que ocurre no es algo especial ni único de Venezuela, es la respuesta de los dueños del capital ante la elevación de la disposición de combate del proletariado y la decisión de las mayorías de luchar desde posiciones de izquierda. Ya estos fenómenos de boicot financiero, productivo y comercial se han vivido en la Francia revolucionaria de 1871 durante la Comuna de París, en la Revolución Rusa hace ya casi 100 años y en otra multitud de revoluciones y procesos democráticos como el gobierno de la Unidad Popular en Chile por ejemplo.

Para ese tipo de acciones desestabilizadoras, la respuesta marxista leninista está claramente definida: La expropiación y centralización de toda la banca en un solo banco del Estado, la expropiación de la tierra, la confiscación de todas las propiedades de los saboteadores, etc., esas son las premisas del socialismo científico, sustentadas en lo teórico por décadas de estudio y en lo práctico por la experiencia, de triunfos y derrotas del movimiento revolucionario. 

Ya Federico Engels, en su trabajo Principios del comunismo, escrito en 1847 establece la necesidad de controlar la banca para poder avanzar en la construcción socialista. En el punto 6 de este trabajo establece la necesidad de la “centralización de los créditos y la banca en manos del Estado a través del Banco Nacional, con capital del Estado. Cierre de todos los bancos privados.” En el punto 12 establece: “concentración de todos los medios de transporte en manos de la nación”; en el Manifiesto del Partido Comunista se confirman estas tesis fundamentales para enfrentar a la burguesía y avanzar a la conquista de la democracia, a saber, “1. Expropiación de la propiedad territorial y empleo de la renta de la tierra para los gastos del Estado; 5. Centralización del crédito en manos del Estado por medio de un Banco Nacional con capital del Estado y monopolio exclusivo; 6. Centralización en manos del Estado de todos los medios de transporte…”. Igualmente, en La Guerra Civil en Francia, Marx analiza los errores de la comuna, entre los más importantes están no haber tomado los bancos. Posteriormente, Lenin en su folleto La catástrofe que nos amenaza y cómo combatirla”, realiza un análisis pormenorizado de las medidas que el partido marxista leninista debe tomar, y llega a la conclusión que “los bancos constituyen, como es sabido, centros de la vida económica moderna, los centros nerviosos más importantes de todo el sistema capitalista de economía nacional. Hablar de una “reglamentación de la vida económica” y eludir el problema de la nacionalización de los bancos significa hacer gala de ignorancia supina o engañar a la “plebe” con frases pomposas y promesas altisonantes, que de antemano se ha resuelto no cumplir”.

“Es un absurdo querer controlar y regular el suministro de trigo, o en general, la producción de los productos, si a la par no se controlan y regulan las operaciones bancarias… Los bancos modernos están tan estrecha y tan indisolublemente entrelazados con el comercio (con el de cereales y con todo el comercio en general) y con la industria que sin “poner la mano” sobre ellos no puede hacerse absolutamente nada serio, nada “democrático-revolucionario”. 

La respuesta ante los problemas económicos que hoy vive Venezuela está clara en las propuestas marxistas leninistas; la falta de voluntad de la pequeña burguesía en el gobierno para tomarlas no tiene ninguna justificación. Los graves problemas de la sociedad venezolana actual no se resuelven con mensajes contra Dólar Today, con nuevos billetes (que también serán saboteados al entrar en circulación) o rogando a los banqueros y capitalistas para que sean buenos. Debemos estar cada día más claros, como comunistas marxista leninistas, que la revolución no hace con guantes de seda.

Organizar la toma de tierras, transportes, empresas y bancos es la única forma de derrotar la guerra de la burguesía y dar al pueblo condiciones para la verdadera guerra contra los opresores nativos e imperialistas.

¡El socialismo sólo se construye con la alianza obrero campesina en el poder y el pueblo en armas!

Caracas, diciembre de 2016.

1 comentario:

el anzuelo en el zapato dijo...

Los marxistas leninista de VENEZUELA necesitamos con urgencia referencias fisicas para organizarnos y organizar a la clase obrera y los campesinos en los espacios geogràficos donde vivimos.Donde estàn los lideres de cada regiòn de cada municipio para dar cumplimiento a las resoluciones de CC.